Él fue mi crush primero(#1) [Completo]

Capítulo 7: Mi Primer Beso

Cerré la puerta antes de arrepentirme y apoyé mi espalda contra ésta mientras tocaba mis labios con mis dedos, ¿qué acababa de pasar? ¡Me besé con Calvin!

Casi podía volver a recordar esa sensación cuando lo besé, siempre creí que mi primer beso sería con Brian y se sentiría tan maravilloso como este, ¿acaso Calvin se sentía atraído por mí? Negué con la cabeza intentando olvidarme de esa idea, era imposible que una súper estrella del deporte que tenía miles de mujeres a sus pies, millonario, mayor y súper atractivo pudiera interesarse en una chica desaliñada como yo, ni siquiera pude conquistar a Brian, mucho menos a Calvin, vivía en el mundo real, no un fantasioso libro de amor.

Subí a mi habitación y me aseguré de correr la cortina antes de cambiarme de ropa. No podía mantener mi mente tranquila, pensaba en los labios de Calvin, la manera en la que aferraba mi cintura, sus dientes mordisqueando mis labios, comencé de repente a fantasear lo que hubiera sucedido en su habitación si hubiera accedido y fue cuando me di cuenta que intentaba forzar los sentimientos de Brian hacia Calvin, no podía ser saludable sacar un clavo con otro clavo más imposible y que probablemente terminaría haciéndome mucho más daño.

A alguien debía echarle la culpa. Maldita perra Trami. Sentía un ardor en el pecho de solo pensar en ella sonriendo y sintiéndose superior solo por ser bonita, que se lo merecía todo, perra, perra, perra. Mi mente estaba tan revuelta, solo tenía claro llegar a la escuela mañana y que todos me vieran completamente hermosa.

Fui al closet, saqué toda mi ropa mientras buscaba algo que me quedara sexy como había dicho Calvin, quería sentir por una vez ser completamente una chica inalcanzable, que alguien se ilusionara conmigo, más que solo ser "la famosa que baila en el video de internet del momento".

Encontré un vestido y lo saqué para observarlo mejor, no era elegante, ni mucho menos de gala, era casual, de color rojo con cuadros negros, mi padre me lo había regalado en mi cumpleaños número diez, lo había dejado guardado porque me quedaba grande, pero ya habían pasado seis años, tal vez ahora si me quedaría bien.

Me lo coloqué y me atreví a mirarme en el espejo, ahora que al menos tenía algo de pechos y el asomo de un poco de cintura lo llenaba como para lo que fue hecho; deslumbrar, el escote era un poco pronunciado, pero no caía en lo vulgar, era completamente diferente a lo que usaba, creo era perfecto si quería causar sensación.

Como todavía era temprano fui a la oficina de mi mamá para que viera mi nuevo look y después de intercambiar unas palabras donde le conté de mis nuevas amigas, me fui a dormir.

Me levanté en la madrugada como tenía por costumbre para ver el amanecer, faltaban unos segundos antes de que el sol se asomara, de repente observé a Calvin salir de su casa, acomodando su sudadera y comenzó a correr del lado contrario de la calle, apenas pude diferenciar su gran altura y su tonificado cuerpo, al parecer salía a correr como todo un deportista, de repente recordé sus labios sobre los míos y antes de darme cuenta el sol que ya estaba sobre las montañas, maldición, me había perdido su salida.

Giré los ojos y desayuné algo antes de irme a vestir. Cuando bajé las escaleras, mi cabello tan liso como el de una japonesa me acariciaba la espalda y se movía conmigo, mi rostro ahora desinflamado lo había maquillado con polvo y mi labial, pero extrañamente ahora me acentuaba mejor, probablemente porque no tenía el vello estorbando en mi rostro.

- ¡Adiós mamá!, ¡ya me voy a la escuela! -grité como hacía todas las mañanas.

-Está bien.... ¡oh, vaya! -Mi madre se asomó por la encimera que dividía la cocina de la sala y me dio un repaso con la mirada-. Ese vestido te queda hermoso, mira tu rostro, ¿ese fue el que te regaló...?