capítulo 44

1.2K 96 1
                                    

—Quiero que le lleves a tu hermano el sultán a Hafsa cómo regalo —suspiró al ver su habitación vacía

—Claro madre, descuida todo saldrá bien—beso su mano—sigueme—me ordenó a Hafsa y está hizo caso.












—Claro madre, descuida todo saldrá bien—beso su mano—sigueme—me ordenó a Hafsa y está hizo caso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Ya viste Melike, dónde todo comenzó—miró las puertas del Palacio y subió al carruaje

—No se preocupe, tardé o temprano regresará como la valide—le aseguro Fidan

—Allah te escuche—susurró y vio cómo el palacio cada vez se hacía más lejano.

El camino fue corto, en el Palacio de lágrimas la esperaba un séquito de criadas y Eunucos listos para atenderla, suspiró y miró todo con decepción. ¿Así terminaría todo?

—Su Majestad, soy Nurbanu Kalfa, sus aposentos estan listos, nos encargamos de darle los más grandes y lujosos

—¿Mahfiruz y Gülbahar ya están aquí?

—Si Sultana, ya están acomodadas—dijo Nurbanu

—¿Quién lo diría? Yo la Haseki en el antiguo palacio—bufo

—El destino—dijo Mahfiruz—¿Neslihan se regocijo al ver cómo te ibas?

—Si, sonreía a mas no poder

—Lástima, su hijo, su propio hijo la amenazo con  quitarle el título de Valide si seguía insistiendo en matar a sus  hermanos —dijo Gülbahar








Querida madre, Hafsa está haciendo muy bien su trabajo, el tiene otra favorita pero me he encargado de que no la vea casi, estos meses sin usted han sido muy duros, mis hermanos fueron encerrados en sus aposentos, Azad está decidiendo si mandarlos a sua provincias o encerrarlos en las kafes, mi esposo y yo hemos tratado de que los mande a sus provincias, madre mis hermanas te extrañan pronto iremos a verle.

—Suspiró al terminar de leer la carta, extrañaba a su hija, a todos ellos, cada día sin ver sus rostros era un martirio, dependían de la piedad de un sultán sin experiencia y el cuál no sabía cómo administrar bien un imperio, quejas por todos lados, no podían seguir así, pero si mencionaban a otro príncipe esté comenzaría a dudar y mandaría a ejecutarlos.

—¿Nos llamabas?—dijo Gülbahar

—Si, sus hijas enviaron cartas, sólo pudieron  enviarlas por medió de Süleyman Agha, es de confianza —se las entrego y ellas comenzaron a leerlas

—Con que el sultán está manejando mal el imperio—dijo con una sonrisa Mahfiruz

—Y Neslihan está manejando mal el harén, serán la  ruina—dijo Gülbahar

—No canten victoria, por nada del mundo debemos de dejar que comiencen los rumores de rebelión y destronamiento, eso significaría la muerte a nuestros hijos—ellas asintieron dándole la razón

—Tengo un trato —dijo Mahfiruz y ambas la vieron

—¿Que traes entre manos?—Gülbahar la miró

—Una alianza, si entre las tres destronamos a  Azad y ponemos a tu hijo en el trono, es el mayor y será bien aceptado—la rubia miró a Mahidevran

—Oh cambiamos la ley—dijo Gülbahar— que el trono pase de hermano a hermano

—Suena razonable,sin fratricidio, sin dolor, sin complicaciones, de acuerdo, pero no quiero traiciones o trampas, confiare en ambas—dijo Mahidevran

—Perfecto—sonrió  Mahfiruz, para ellas eso era lo mejor










—¿Cómo están mis nietos Dilara?

—Están bien sultana, Gracias a Allah su Majestad nos permitió regresar a la provincia de nuestro Şehzade—Dilara era la favorita del Şehzade Yusuf

—Perfecto, cuidalo—la miró y ella asintió.


Guerra De Sultanas©Where stories live. Discover now