capítulo 37

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La muerte de la valide nos había golpeado a todos, Raziye sultán estaba encerrada en los aposentos de su madre sin querer salir, Atike sultán estaba en los suyos negándose a creer lo del fallecimiento de su madre, yo me encontraba con mis hijos y la sultana Beyhan, para ella la sultana Gevherhan fue cómo una amiga, siempre se apoyaron y ella sabía sobre el estado mental del pequeño Bayaceto.







—El sultán Yakup mato en un acto de locura a mi pequeño Azad— contó — el hombre que amaba mato a su hijo, cuando Gevherhan se enteró de que iba por el recién nacido Bayaceto mandado a protegerlo, no fue una vez, fueron varias, le prometí que no qu...

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—El sultán Yakup mato en un acto de locura a mi pequeño Azad— contó — el hombre que amaba mato a su hijo, cuando Gevherhan se enteró de que iba por el recién nacido Bayaceto mandado a protegerlo, no fue una vez, fueron varias, le prometí que no quería el trono para mi hijo, ya había perdido a Azad por eso mismo, no perdería a Bayaceto —miró cómo sus hijas jugaban con los hijos de Mahidevran— Así que, cualquier cosa, estaré para ti así cómo una vez Gevherhan lo estuvo — tocó su mano, Beyhan no sólo sufrió la perdida de su hijo, si no también la del hombre al que amaba, Bayaceto era muy pequeño para saber del odio y el rencor que guardaba ese palacio, Sólo tenía seis años.

—Gracias sultana, no sabe cuanto agradezco su apoyo— susurró y ambas se dispusieron a ir al harén a despedir a la valide, todas las concubinas estaban tristes, sus hijas lloraban sin consuelo, Mahidevran se alejo un momento y suspiró pesadamente, ahora todo sería difícil.







Tres días de luto se guardaron por la valide, todos en el pueblo lamentaban la muerte de un ser tan bondadoso como ella.


Tres días de luto se guardaron por la valide, todos en el pueblo lamentaban la muerte de un ser tan bondadoso como ella

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—Mahidevran —dijo Kasim

—¿Que desea su majestad? — dijo sin verlo

—No vas a estar enojada conmigo por siempre —la miró

—No estoy enojada con usted— Kasim sonrió —Yo lo odio

—Por allah Mahidevran, yo te amo, ¿que tengo que hacer para que me perdones —se acercó a ella y Mahidevran  fingió pensar

—Dos cosas o bueno tres, que Bayaceto jamás, pero jamás sea encerrado o tan siquiera piense en ejecutarlo —lo miró — Quiero que deje a Gülbahar fuera para siempre de sus aposentos, Yusuf tiene que ser el único heredero al trono

—Te aceptó las dos primeras, pero la última no—se acercó más a ella y ella retrocedió dos pasos

—Entonces fue un gusto — se dio la vuelta y se  acerco a la puerta

—Está bien, pero no te alejes de mi — ella sonrió para luego salir triunfante










—Está bien, pero no te alejes de mi — ella sonrió para luego salir triunfante

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—¿Cómo lo conseguiste?— dijo Raziye

—El amor —la miró —No puedo dejar que mis hijos sufran

—Lo se —la miró — No es que no quiera a Azad, pero se que su madre nos hará la vida imposible— suspiró

—Lo se —la miró — No es que no quiera a Azad, pero se que su madre nos hará la vida imposible— suspiró

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Meses después nació Kaya, una hermosa niña rubia que vendría a alegrar la vida de Mahidevran y que pondría a otras a sufrir.



Un año paso, la valide había pasado a segundo plano y Kasim tenía que escoger a la que ocuparía su lugar en el harén, era fácil para el, sabía que Mahidevran pondría a todas las concubinas en orden y quietud.


Un año paso, la valide había pasado a segundo plano y Kasim tenía que escoger a la que ocuparía su lugar en el harén, era fácil para el, sabía que Mahidevran pondría a todas las concubinas en orden y quietud

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—Madre— dijo Yusuf besando su mano y Kardelen tomo en brazos a Orhan

—¿Cómo van tus clases mi León?

—Muy bien madre, aprenderé latín en poco tiempo,mi maestro dice que soy el mejo — sonrió

—Lo eres —lo abrazó —¿ y tu hermano Azad?— el pequeño hizo una mueca

—Lo regaño su madre por pasar tiempo con nosotros — hizo puchero y ella rodó los ojos

—Pues ella no es nadie para decirle que no se acerque a ti mi pequeño

—Ya no soy pequeño —la miró y Murad ingreso junto a Mustafa hijo de Mahfiruz

—Madre — dijeron ambos pequeños, desde que Mahfiruz fue encerrada en sus aposentos por intentar matar a Gülbahar se le alejo de Mustafa y éste ahora le decía madre a Mahidevran cosa que a ella no le importaba por que el pequeño era un amor


—Vayan a almorzar luego irán al jardín a jugar si lo desean — dijo sonriendo y todos gritaron felices — no hagan ruido Kaya esta dormida— todos salieron —Kardelen ¿y Beyhan sultán?

—Con el príncipe Bayaceto— dijo viéndola

—Vamos con ella — sonrió poniéndose de pié.



"Cuando la calma reina, la tormenta entra sigilosamente"


















Guerra De Sultanas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora