Capítulo 34. Water night (1ª parte). Adicta a ti.

Start from the beginning
                                    

-          Subid vosotros primero, yo estoy esperando a Esteban, luego os veo… - explica Vera, sin entrar en mucho detalle.

El grupo se dirige, indiferente, al ascensor bajo la atenta y maternal, mirada de Vera. Dani y Ruth forman una bonita pareja. A penas hace 24 horas que se conocen y da la sensación que se conocieran de toda la vida. Así, abrazados por sus cinturas se encaminan hacia el ascensor, mientras Dani no deja de besarla en la cabeza. Por su parte, Eme y Mónica, los siguen de cerca justo cuando Vera ve como ésta coge a Eme de la mano que se gira con una tonta sonrisa; “Ya era hora que esta chica saliera del armario…” – piensa Vera que no se le escapa una y se dirige, un tanto nerviosa, de nuevo al despacho de Esteban, la conversación con él sigue pendiente.

Rob nos acaba de contar que se ha enterado de que estaba hospitalizada porque casualmente tenía una entrevista en la editorial con una tal Belén, que ha resultado ser la hermana pequeña de Eme. Ella misma la ha acompañado esta mañana a la entrevista y allí han coincidido con Rob… “Está comprobado el mundo es un pañuelo”.

-          ¿Pero tú no te ibas a vivir a Nueva York? – mi boca pregunta sin pasar la información por el filtro del pensamiento y ya es demasiado tarde para darme cuenta de que Oscar está flipando en colores. Intervengo de urgencia, con la mayor precisión y rapidez posibles. – Oscar, es que Rob, vivía en mi urbanización hasta hace 4 días… Seguro que lo recuerdas de la noche que viniste a recogerme antes de ir al aeropuerto, él era el que me acompañaba cuando volvía de sacar a Otto… - dejo la frase abierta pero ninguno se pronuncia así que continuo – pero su editorial lo ha trasladado a Nueva York para que empiece con las traducciones del libro de su nuevo escritor y pensé que se habría ido ya... – mi mirada viaja hacia la de Rob que explica

-          Sí, me voy en un par de semanas, mientras tanto estoy en un hotel, aquí en Madrid. Solo que tuve que dejar mi apartamento para que pudieran trasladar mis pertenencias a…

Un par de toques en la puerta que nos sacan de la tensa conversación y nos devuelven a un mundo mucho más distendido y agradable. Dani de la mano de Ruth, seguidos por Eme y Mónica, entran entre risas y saludos en tropel. Aunque se quedan un poco parados al ver el percal.

Las chicas solo han coincidido un par de veces con Rob y a Oscar es la primera vez que lo ven, aunque saben de sobra quién es…. No me queda más remedio que hacer todas las presentaciones oportunas y se forma un poco de lío. Rob aprovecha el momento y se despide argumentando que llega tarde a no sé qué reunión de trabajo, después de felicitar a Eme por la genial escritora que acaban de descubrir en su editorial, con su hermana Belén.

Acto seguido Oscar, se ofrece para ir a buscarme un café. No me apetece mucho, pero tengo ganas de hablar con las chicas así que se lo pido con leche y dos de azúcar. Supongo que él también necesita un respiro después de todo.

Como es de esperar Rob y Oscar coinciden en el rellano de los ascensores. Guardan las formas, aparentemente, sin problema. El agudo sonido de la campanilla anuncia que el ascensor ha llegado abriendo sus puertas. Ambos se introducen haciendo todo lo posible por no cruzar miradas, cosa que es relativamente fácil, porque hay mucha gente que sube y baja y apenas si se pueden ver el uno al otro; no obstante, el nivel de tensión empieza a subir de nuevo. Los pensamientos de cada uno fluyen entre la sensatez y la precipitación, coincidiendo, inequívocamente, en Eri.

Al llegar a la planta baja cada uno coge su camino haciendo un simple gesto de asentimiento con la cabeza, intentando por todos los medios, no cruzar palabra alguna. Oscar, se dirige hacia la cafetería, mientras que Rob, se dirige a la puerta principal, cuando algo lo frena. Las barreras de contención de sus sentimientos acaban de ser sobrepasadas por la rabia y la furia, así que sin pensarlo dos veces, se gira sobre sus talones y sigue a Oscar hasta la barra de la cafetería:

Soy adicta al sexo Wattys 2014Where stories live. Discover now