La (amorosa) Desastroza vida de Saiki K

3°

Hoy estoy mas cansado que de costumbre, mi cuerpo me duele y apenas puedo moverme.

-Hey, que tal si vamos a comer rammen. -pregunto Nendo sonriendo.
-Ay, siempre comemos rammen.-se quejo kaido.- por que no vamos a hacer otra cosa? Podriamos ir a mi casa, yo cocino.
-Entonces no me necesitan para esto- acelere el paso.
-Claro que si saiki!! Sera divertido, hasta podríamos hacer gelatina de café.
-Que estamos esperando? -pregunte volviendo sobre mis pasos.

Caminamos hasta llegar a la casa de Kaido,, antes de entrar una voz llamó a Nendo. Ya sabia quien era, le habia leido la mente.

-Nendo, necesito que vayamos a casa.-lo llamo su madre a sus espaldas.
-Esta bien mama.-nunca se negaba a hacer lo que ella le pedia.- Lo sienyo chicos debo irme.

Estar solo con kaido no me parece buena idea. Se aburrira conmigo.

-Vamos Saiki. Mis padres no estan asi que no nos molestaran con estudiar. -me dijo mientras abria la puerta de la casa.

Veo a Kaido muy nervioso, es extraño. Su mente esta despejada, no piensa en nada.

Preparamos gelatina de café, no me hablo ni me molesto con sus extraños personajes. Algo le sucedia y no podia saber que era.

Al terminar nos sentamos a comer. Como amo la gelatina de cafe.

Escuche una pequeña risa de su parte.

-Es raro verte sonreir y sonrojado, Saiki.-me sonrio.

Normalmente me molestaria, pero la gelatina hacia que yo este tranquilo.

-Sabes? Queria contarte algo... -No me interesa.- Sa.Saiki, vos.- Levante la mirada, estaba rojo cual tomate.
-Yo que? -pregunté. Sigo sin poder entender lo que hay en su cabeza.

Se quedó en silencio y repentinamente cambio de tema, su mente era confusa. Me encontraba yo y Chiyo. No encontraba su voz en ninguna parte. ¿Estaran fallanado mis habilidades?

Después de un rato decidi volverme a mi casa, solo queria dormir.

Estando cerca de mi casa escuchaba la voz de mis padres, como siempre pensando uno en el otro. Esos dos tortolos son mas soportables cuando están de buen humor.

Entré tranquilamente, tristemente la primera imagen que me envontre fue la del loco de mi hermano, sentado con una sonrisa de lado.

-Sigues aquí.
-Yo sigo sin poder escucharte.-como odio su presencia.
-Kusuo.... ¿Ya llegaste? -mamá se acerco alegre.-Que bien, necesito que me ayudes en algo. ¿Podrias comprar todo lo de esta lista? Tengo una reunion en el ayuntamiento.
-Claro mamá.
-¡Gracias! Deje algo de gelatina de cafe como recompenza para mis dos chicos trabajadores.
-Ah, si. Ire contigo hermanito.

Caramba, esto sera horrible...