─ No es la primera vez que voy a una fiesta ilegal, cariño. Aunque sea una falsa alarma no está de más ser precavido ─ me agache sosteniéndome en mi rodillas

─ No me refería a eso

Quite el cabello de mi frente y sonreí, su mirada era burlona pero aun así estaba seria

Interesante

Iba a hablar pero se inclinó de repente hacia abajo, por un momento me quede pausado hasta que reaccione asustado y me baje a la altura

─ Me duele un poco la cabeza y el estómago ─ Joder

─ ¿Es la primera vez que bebes? ─ Mierda, no debí hacerla correr

─ Creo que no. No estoy segura ─ ¿Qué diablos? La mire con cara de idiota y solo decidí darme vuelta y puse sus manos alrededor de mi cuello ─ Sube, te llevo al auto

─ Está bien, puedo caminar ─ Se levantó rápidamente y por el movimiento hizo que se tambaleara

─ Joder, no seas terca, Irene. No quiero que te sientas peor. Ven, sube ─ hable lo más calmado posible pero en serio me preocupaba algo peor y aquí en medio de la nada no podía hacer mucho

─ Está bien, pero solo un momento ─ cedió y me alivie, ya su cara se estaba volviendo pálida. Mierda

Subió a mi espada ligeramente y camine en silencio mientras sentía su aliento en mi cuello haciendo que me hiciera sentir pequeños estremecimientos. Joder, así nunca podía llegar

─ ¿Sean?

─ ¿Irene?

─ Creo que tendremos que volver mañana

¿Qué?

Pare en medio de la cera

─ ¿Tu padre te llamo? ─ temí por la respuesta. Joder que si

─ No

─ ¿Quieres regresar?

No poder ver su cara me llenaba aún más de confusión e incomodidad

Me quede de pie unos segundos más pero no recibí respuesta hasta que sentí su respiración más calmada y ligera, voltee un poco a como pude y a como supuse se quedó dormida, suspire y seguí caminando sin saber que decir y con un nudo en la cabeza

Trate de solo no pensar en nada y tampoco quería

Algo estaba seguro podía ir diez veces más a esa asquerosa cárcel por equivocación y no me importaría si al final puedo besar a Irene

Ahora no puedo evitar esa voz que va a estar en mi cabeza cuando vea su cara, en especial sus labios

...

─ ¡Sean! Maldición ¡Levántate de una jodida vez!

Me desperté de golpe después del grito haciendo que de alguna forma me golpeara la cabeza con la madera de la cama y gimiera del dolor mañanero

─ Hay mejores formas de despertarme, ¿sabes? ─ mire a la gritona culpable del posible rojo que tendré atrás de la cabeza

─ Creo que esta es la mejor ─ carcajeo y la mire mal tocándome el golpe ─ A ver, déjame ver ─ se subió la cama acercándose y yo, algo enojado e incómodo, me hice un poco hacia atrás pero sin embargo no lo noto haciendo que cuando jalara mi cabeza, esta acabara delante de sus pechos

Hola, chicas. Me presentare. Yo soy Sean y...

─ Tienes un poco rojo, le preguntaré al dueño si tiene algo de crema ─ se bajó a mi altura quedando muy cerca

¡Adiós, reputación!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora