Capitulo 13: Entre tus brazos

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Megan sonríe y vuelve a besarme con la misma pasión que hace unos segundos atrás y esto me gusta porque solo ella puede hacer que con un beso me ponga así de duro, Megan rodea mi cuello con sus brazos y pega más nuestros cuerpos, yo aprovecho para comenzar a bajar la cremallera de su vestido para poder quitárselo y verla con lo que sea que tuviera debajo de este hermoso vestido. Nos separamos un poco porque nuestros pulmones nos exigen oxígeno y cuando veo su rostro noto una linda sonrisa y ella aún tienen los ojos cerrados.

Deposito un casto beso en sus labios y ella abre los ojos, nuestras miradas se encuentran y hablan la una con otra porque las palabras en este momento están demás, vuelvo a unir nuestros labios porque sé que ambos necesitamos dejar los juego previos pero no quiero que esto termine tan rápido, quiero disfrutarla toda la noche, quiero que disfrute cada momento de esta noche. Intento quitarle el vestido pero se me dificulta mucho quitárselo, no es como en las películas o en los libro que de un tiro el vestido desaparece, esto es complicado y mucho.

No sé cuánto tiempo paso para poder quitarle el vestido a Megan, quise arrancárselo pero no lo vi prudente porque sé que a ella le encantaría guardarlo para luego poder mostrárselos a nuestros futuros hijos o quizás y dárselo a nuestra hija, para cuando Megan ya no tiene el vestido la observo y me quedo sin aliento. Lleva puesto una conjunto ropa interior de encaje blanco pero el brasier esta sin tiras, también tiene unos ligeros del mismo color. Esta jodidamente sexy. Comienzo a quitarme el saco, el chaleco y la camisa con prisa.

Me acerco lentamente hasta ella y veo como sale del charco que hace su vestido bajo sus pies, cuando llego hasta ella la tomo entre mis brazos y la beso con tanta necesidad porque eso es lo que siento en este momento, necesidad por tenerla en la cama, jadeando solo para mí y poder sentirla húmeda. Bajo mis manos hasta su trasero y lo aprieto como he deseado toda la noche, la escucho soltar un gemido y eso hace que una sonrisa ancha se forme en mis labios.

Seguimos besándonos y yo sigo masajeando su trasero, la levanto del suelo y ella enrosca sus piernas en mi cintura pero nunca dejamos de besarnos, camino en dirección a la cama porque no creo aguantar mucho más con solo los toqueteos que estamos teniendo, mi erección duele de lo dura que esta por ella. Con toda la suavidad de la que soy capaz en estos momento la deposito en la cama, nos separamos un momento para poder respirar y la miro a los ojos perdiéndome en esa tormenta que tiene por ojos.

–Te amo –susurro sobre sus labios –y siempre lo hare.

–Te amo –dice ella y me da un casto beso –y aunque el infierno se cógele yo seguiré amándote, pero espero que nunca me dejes.

–Nunca.

La vuelvo a besar pero con todo el amor que puedo y soy capaz de demostrarle, ella me responde de la misma manera y eso me conforta porque se de todo el amor que nos tenemos, me despego de su dulce boca y voy bajando hasta su cuello dejando besos sonoros, húmedos y algunos mordiscos. Cuando llego al arco de sus senos muerdo esa parte y ella jadea del placer, besos sus pechos sobre la delgada tela que los cubre y ella arquea la espalda, aprovecho eso para desabrochar el sostén y quitárselo de una buena vez.

Ahora que sus pechos estas expuesto para mí, aprovecho para darle placer, soplo sobre sus pezones y veo como eso hace que se estremezca del placer, Megan no deja de jadear y eso hace que mi pene palpite aún más. Meto su pecho en mi boca y succiono de él, con mi mano estimulo su otro pecho con mi dedo pulgar e índice, con mis dientes tiro un poco de su pezón y ella se arquea en la cama, al mismo tiempo que hala un poco de mi cabello y eso hace que quiera estar dentro de ella pero antes quiero disfrutar un poco más este paraíso que ella me entrega.

Sigo dándole placer pero esta vez en el otro seno, me encanta escuchar los gemidos y jadeos que me regala Megan porque sé que solo yo voy a escuchar y hacer que ella jadee y gima así. Megan me separa de su cuerpo y hace que nuestras bocas se unan en un beso pasional y muy carnal, suelto un gruñido cuando ella atrapa mi labio inferior con sus dientes, me encanta cuando hace eso porque me pone a mil.

Nunca Me Dejes ||Libro 2|| Trilogía Nunca ✔Where stories live. Discover now