Crónicas Elementales 3: Viento Diamantino. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]

Capitulo 17. Dos meses y adiós.

Ya habían transcurrido dos meses desde el anuncio de su embarazo; un mes desde que Terra se había reunido con ellos y un mes desde que Scarlet se había enterado de que tenía un medio hermano mayor. Todo aparentaba ser normal, pero para los que les conociesen de verdad había mucha tensión, tanta que se podían cortar con unas tijeras de podar.

Aquellas miradas asesinas entre Terra y Oriel se hacían notar, pero por el contrario Scarlet y Volt se habían comenzado a llevar mejor, pero de vez en cuando había riñas, porque desde hacía un mes este le había comenzado a llamar a la futura madre "gordita" y aquello le molestaba en gran cantidad a la rubia, tanto que ella contraatacaba con bromas pesadas.

Mejor no decir dichas bromas, algunas podían llegar a ser traumáticas

Y ahora allí estaban ellos cuatro, en el despacho de Oriel discutiendo tácticas de combate para la guerra que se avecinaba dentro de un mes, de tanto en tanto Terra y Scarlet intercambiaban miradas cómplices, de las cuales nadie llegaría a descubrir. Había momentos que al estar tanto tiempo de pie, Scarlet tenía que sentarse por agotamiento, eso de llevar otra vida dentro consumía sus fuerzas, había veces en las que estaba al limite. 

Oriel a lo largo de los días había adquirido de alguna forma que desconocía la joven armas, seguramente de talleres clandestinos y también había estado entrenando a todos los psycos mayores de doce inclusive, fueran hombres o mujeres iban a la guerra que se avecinaba; hasta ella que iba a estar de tres meses debía alistarse.

En un principio se había negado pero el médico había informado que siendo lo que es y lo que lleva dentro no tendría riesgo alguno a no ser que diesen en su barriga, pero Oriel ya lo estaba controlando todo, había mandado construir y tejer un traje a medida para cada uno de ellos cuatro y uno bastante especial para ella, casi sin rasgos de daño.

Pero le había comunicado que no lo vería hasta dentro de tres días de la batalla, que era sorpresa, pero le encantaría. Eso le produzco escalofríos por toda la columna durante largos minutos.

Por supuesto ella entrenaba una hora al día, luego se pasaba la mayor parte del tiempo hablando con Cathleya y Levin, pero a demás últimamente pasaba gran parte del tiempo en la guardería junto con aquellos niños perdidos, tenía morriña de niños.

El médico le había informado que hasta el mes siguiente no sabría el sexo del bebé y eso la tenía mentalmente ocupada, hasta el punto de desconectar de conversaciones. Como ahora.

   - ¿Scarlet? -dijo Oriel agitando suavemente su brazo, ella se sacudió y levanto la mirada-. ¿Estás bien?

   - Cla-claro, solo estoy cansada podemos seguir.

Oriel la miró preocupado, pero no duró mucho y siguieron con las tácticas durante un par de horas más.

***

Scarlet salió del despacho seguida de Terra, Volt se quedó con Oriel porque ambos tenía que discutir sobre las armas nuevas, por lo que ellos dos se fueron, no les interesaba mucho. La rubia se aseguró de que no hubiese nadie en los pasillos, hasta que no estuvo totalmente segura no habló.

   - Será esta noche, es tu primera y última oportunidad.

El muchacho asintió y carraspeo un poco la garganta.

   - ¿No te meterás en problemas?, es muy peligroso.

   - Debes estar tranquilo porque a esa era yo estaré en la cama junto con mi...con mi marido.

Terra apretó los dientes e intento suavizar su voz, no lo consiguió mucho.

   - No tienes porque hacer esto, Scarlet...