Crónicas Elementales 3: Viento Diamantino. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]

Capitulo 8. Los niños perdidos.

Ey, he vuelto con un nuevo cap! Espero queno me mateis la leer la última frase y OJO atentos al nombre de Levin qeu en un futuro próximo tendra un importaten papel (que solo se yo, jejeje) espero que os guste.

Por cierto os traigo un dibujo a lo manga/anime de Damian, Scarlet, Terra y Elie, que me aburría mucho.

Comentad que no muerdo.

Y si tenéis alguna pregunta hacedla, alguna escena que queráis que dibuje y que ponga, algo que os gustaría que pasase o saliese, lo que queráis que para eso es gratis.

Besitos.

Adieu;)

Scarlet estaba realmente feliz, emanaba felicidad, ya era capaz de controlar su poder, a medias, al menos ya en los momentos menos esperados no se le incendiaban las manos y encima había descubierto un nuevo poder, las cenizas,

Aunque antes ya había usado las cenizas, con sus transportes de cenizas, pero aquello le cansaba mucho y ya no tanto, era capaz de hacerlo cinco veces seguidas eso era todo un reto.

Hoy no tenías ganas de entrenar llevaba tres semanas seguidas yendo al sótano, del sótano a su cuarto y viceversa. Hoy era un día para ella, para explorar el castillo en el que llevaba casi mes y medio, todavía no sabía con exactitud donde ir, solo iba a donde sus piernas la guiaban. 

Ese día al despertar no se había encontrado a Oriel, ni siquiera en el desayuno, tampoco a Volt, por lo que se encontraba un tanto aburrida; aunque ella no lo admitiese, se había acostumbrado a los insultos de Volt y a su pesadez, hasta el punto de apreciarlo, pero claro no lo admitiría nunca. Ahora como no estaba, lo extrañaba.

Eso la ponía algo furiosa.

Entonces se paro en seco al ver donde había llegado, leyó un cartel que había encima del portón de madera.

   - Guardería...

No sabía si pasar o no, nunca había tenido buena experiencia con los niños, antes cuando la veían y sabían quién era salían corriendo, hasta algunas madres la mencionaban a ella para asustar a los niños que no se comían las verduras o no se querían ir a la cama, era el nuevo Coco. Estaba a punto de marcharse cuando alguien la llamó a sus espaldas.

   - Señorita Scarlet.-Cuando Scarlet se giro vio a Iris la psyco cambia pieles, entre sus brazos traía un montón de juguetes que se le estaban a punto de caer, la rubia cogió la mitad- Gracias.

   - ¿Trabajas aquí?

   - Se podría decir que sí, nosotras tres, Fivi, Mina y yo, antes de que nos capturasen trabajábamos en una guardería local, por eso de vez en cuando venimos a ayudar, seguro que ellas dos están dentro. ¿Por qué no pasa? Les alegrará verla, a demás debería conocer a los pequeños que usted rescató.

Scarlet no pudo negarse y paso tras de Iris.

Entraron en una sala inmensa de varios colores, el suelo estaba hecho de grandes piezas de puzzles acolchadas y había un montón de juguetes esparcidos por todas partes, en uno de los picos de la sala, era más formal, por lo visto para niños y niñas de mayor edad. Se percató de que había más de una docena de menores.

Iris se acerco al centro donde había un gran circulo de niños y entre ellos estaban Mina y Fivi; estas tres intercambiaron unas pocas palabras y entonces se giraron a Scarlet, aquellas dos sonrieron demasiado, sus caras se habían iluminado.

Iris hizo una seña con la mano para que se acercase, pero antes ella dejo los juguetes en el suelo, con pasos temerosos Scarlet fue acercándose. Entonces decenas de pares de ojos se clavaron en ella, los ojos de cada niño o niña se fueron iluminando; la rubia solo se sentó en el hueco que le habían hecho entre un niño de ocho años y otra niña de cinco. En cuanto se sentó estos dos la miraron con asombro.