EL diario de luis

Día 2 Nerviosismo

Día 2

24 de octubre del 2017

Nota 1: el ruido de los vecinos al parecer se termino durante la noche, ya que pude dormir bastante bien.

Hora 12:35 primera pastilla.

Nota 2: tomare una pastilla cada día para intentar prevenir cualquier posible síntoma y no esperar a que se presenten para preocuparme.

Nota 3: estas pastillas tienen un sabor horrible, me quitaron las ganas de comer. Ahora tengo que esperar que se me vaya este sabor a mierda de la boca.

Como todos los días me dirigí a mi trabajo y la situación en el pueblo es un poco...turbia diría yo, al ir a trabajar note como la gente murmuraba y hablaba de lo que ocurrió ayer, algunos comentaban que no se habían empezado a sentir mal hasta que esos hombres llegaron, otros que este tema del virus no era más que una tontería para intentar quitarles dinero, cosa que me pareció estúpida ya que si quisieran dinero lo hubieran pedido ayer.

Cuando llegue a mi trabajo,el cual no es nada muy importante, formo parte del cuerpo de policía del pueblo, pero como no ocurre nada muy interesante suelo pasar las horas aburrido.

Al llegar note la mirada de Esteban, hombre mayor, de unos 40 el cual es uno de mis compañeros de trabajo desde hace ya unos cuantos años y al que consideraba mi único amigo aquí, se encontraba caminando en círculos mientras fumaba en la puerta de la comisaria.

Este tipo suele estar muy calmado gran parte del tiempo y aun mas cuando fuma, mientras más me acercaba notaba que en su cara estaba dibujada una mueca de intranquilidad y nerviosismo, sus manos también lo delataban, ya que cada vez que levantaba el cigarro para poder continuar fumando, podía notar como este junto con su mano temblaban.

Cuando me acerque a él, procedí a preguntarle si se encontraba bien (ya estando cara a cara podía notar unas grandes ojeras en su rostro) ante mi pregunta el me miro y respondió

-hola Luis, disculpa pero no te había visto venir... estuve toda la noche intentando saber que le pasaba a Kiara, tuvo una noche horrible, podría jurar que en algunos momentos la vi llorando ya que se quejaba de un dolor de cabeza muy grande-

Kiara es la hija de Esteban, desde que su mujer falleció el la cuida como su tesoro más preciado, por lo que estaba más que justificado su actuar extraño, lo máximo que pude hacer fue ponerle una mano en el hombro y decirle que todo estaría bien y quizás sería un efecto secundario de la vacuna.

Esteban volvió a mirar hacia otro lado y suspiro soltando una gran estela de humo, todo se mantuvo en silencio durante unos segundos hasta que le dije que se tomara el día libre, yo me encargaría de recibir las llamadas esta tarde (la importancia por su hija solo es comparable con la importancia que le da al trabajo) al decir esto el me miro ya con una mueca de alegría en su cara y me agradeció por el gesto, me puso una mano en el hombro también y antes después de agradecerme una vez más se retiro a su casa.

Pase toda la tarde recibiendo millones de llamadas, hablando enserio la única llamada que recibí fue de mi jefe quien me dijo que no se presentaría hasta nuevo aviso, ya que en una situación así quería estar con su familia, también me dijo que si quería tomarme unos días libres que no me preocupara, pero que mientras tanto yo estaba a cargo.

Al volver a mi casa note algo que antes no había visto por no prestar la suficiente atención y es que muchos de los rostros de le la gente tenían una expresión parecida a la Esteban, cosa que me hizo alegrarme de cierta manera irónica por estar solo en el pueblo, rápidamente me perdí en mis pensamientos hasta que mi vecina (si la misma que estaba haciendo ruido ayer) me detuvo para acto seguido preguntarme si había podido dormir bien, en un inicio pensé que se refería al ruido por lo que conteste, que lso sonidos no habían sido un problema.

Su rostro hizo una mueca de confusión y paso a cambiar la pregunta

-¿tuviste algún tipo de pesadilla?- a lo cual conteste negativamente. Los ojos de la mujer iban de una dirección a otra, se notaba nerviosa así que le pregunte qué estaba pasando, ella me observó por un segundo y dijo:

-Carlos y Sofía pasaron una noche horrible... ahora están durmiendo pero literalmente su padre y yo no pudimos descansar nada, creemos que es por esa cosa de la enfermedad que nos dijeron ayer-

Las palabras de la mujer eran temblorosas y rápidas, tanto que se trabo un par de veces al hablar. Mi respuesta no fue muy diferente a la respuesta que le di a Esteban quizás las vacunas tenían un efecto mas tardío en los niños (aunque no estaba muy seguro de lo que dije esta vez), esto no pareció calmarla, de todas maneras me agradeció por mi tiempo y se devolvió a su casa.

No le di más vueltas al asunto durante ese día.

Nota: la comida sabe bastante bien, siempre y cuando no tome las pastillas antes de hacerlo