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En ésta parte de la historia, habrá una parte de lemon, si eres delicadx a éstos temas, se te avisará y a partir de ese punto podrás saltarte todo. Disfruta la lectura.

Keith.

Obtener lo que quiero de ella...

Bien.

[ . . . ]

Espere hasta que anocheciera fuera del bloque de departamentos, así poder burlar las cámaras de seguridad con más facilidad, ya eran casi las 3 de la madrugada, decidí entrar.

Gracias a dios dejó la ventana de la sala de estar abierta, parece que esa chica grita porque la maten o algo similar.

Llevaba una capucha que impedía ver mi rostro de manera clara, por si las dudas y una vez que logre entrar su olor invadió mi nariz.

Sentí un cosquilleo en el bajo vientre, emoción, ganas de matar, acaricie el filo del cuchillo, imagine por un momento como sería atravesar repetidamente su delgado cuerpo con el cuchillo.

Sentí un temblor en todo el cuerpo, mi plan era avanzar hasta su habitación, estaba en proceso cuando escuché que algo se movió, era ella ¿seguía despierta? Maldita sea, eso cambiaba por completo mi plan.

Se abrío la puerta de su habitación y la vi, llevaba un blusa de pijama corta, pude notar que no llevaba sostén, un short de pijama demasiado corto, no podía terminar de llamarle short.

Ella comenzó a caminar hacia una habitación a paso apresurado, maldición, debía encontrar un escondite, pero en mi desesperación cayó algo al suelo.

Saqué el cuchillo, todo el plan se había arruinado, o eso creí pero ella simplemente corrió a lo que después me enteré que era el baño y se encerró ahí dentro. Una sonrisa se dibujo en mi rostro.

Demasiado calida para mi gusto. La borre de inmediato. Camine de manera silenciosa a la puerta del cuarto de baño y en el proceso algo más volvió a caerse, pero sin embargo éste sin duda me delataría. Me importó poco al fin y al cabo, ella no viviría para contarlo.

Escuche la puerta a punto de abrirse, malditas agallas que tiene está chica, tenía un ambientador en la mano y al verme se paralizó, sé que lo único que vio fue una sombra negra.

Pero no pude, únicamente la golpee para que quedará inconsciente y tuve que sostenerla, maldición, nunca había dudado al matar, estaba cometiendo un gran error.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda.

“Obtener lo que quieres de ella...”

A partir de este momento puedes saltarlo todo. Gracias por leer, hasta próximo capítulo.

La vi nuevamente.

—Mierda... — susurre, la recoste en el suelo. —mierda...— la deseaba. De algún modo, lo hacía. —mierda... — me inque ante ella entre sus muslos. Kim es hermosa, tal vez, sólo tal vez pudiera tener el tiempo necesario y después matarla. Sí.

El cosquilleo en mi bajó vientre se volvía cada vez más intenso. La observe inconsciente.

—Mierda... — no puedo creer que de verdad tenga tanta necesidad de violarla. Corromper en su interior. Hacerla mía antes de que la haga partir de este mundo.

Bajé su short, sus panties no eran nada especial. Sonreí. Obviamente no lo serían. Bajé mis pantalones y frote nuestras intimidades juntas.

Con una de mis manos comencé a amasar sus pechos desnudos bajo la blusa de pijama. Su expresión era un poema, estaba inconsciente, pero sabía que podía sentirme. Lo sabía. Con mi otra mano me encarge de retirar su ropa interior, era hermosa.

Por fin lo admitía, si, Kim es hermosa, pequeña, delicada, única y en éste momento, sólo mía. Me levante una vez más y retire su blusa, dejandola completamente al descubierto, me quede admirandola.

Sus claviculas sobresalientes, su cuerpo pequeño digno de su procedencia, sus pechos no tan grandes, pero tampoco pequeños, los pequeños gorditos de su cintura, su cadera, sus piernas.

Lo deseaba todo.

Bajé mi mano hasta mi entrepierna y comencé a masturbarme mientras besaba cada parte de su cuerpo, la tela de mi ropa interior me parecía un estorbo que decidí retirar.

Una vez terminada la azaña, estaba tan duro, mi miembro pedía a gritos concluir el acto de la manera majestuosa que debería.

Tomé sus piernas y las acomodé a cada lado de mi, acto seguido tome sus caderas y les di un tirón para acercarla a mi. Mierda, no traía preservativos... JA. Igualmente no creo que salga viva de aquí.

Al poner la punta de mi pene en su intimidad humeda, sentí un pedazo del paraíso, enloqueci, empuje mi cuerpo hacia delante, soltó un chillido y sentí como algo fluía entre nosotros. Sangre.

—Uhmmmg... ¿Quién lo diría? la zorra es virgen. —sonreí, la deseaba, pero eso no significaba que me importará.

Me importó una mierda, la estaba violando, ¿debería importarme? Empecé a moverme y sus chillidos continuaron, la sangre sirvió como lubricante.

Comencé a moverme cada vez más rápido, se sentía genial, veía sus expresiones y todas ellas eran exitantes, no pude evitar besar sus pálidos labios justo cuando sentí que se me iba el mundo.

Me faltaba poco, mi cuerpo estaba sudoroso y no podía parar de gemir, estaba apretada, era mía, la haría mía hasta el final. Sus chillidos comenzaron a convertirse en gritos.

—Joder, sí. — ella estaba por despertar y yo por venirme, sentí la inyección de adrenalina y exitacion y sonreí, en la embestida final intenté llegar lo más profundo posible y sentí cómo todo mi esperma se vaciaba en ella, aún quedaba algo hermoso de ver.

Tomé mi cámara, retire mi miembro y tome una fotografía de como de ella salía mi semen mezclado con sangre, la escena era tan sexual, que seguramente me mantendría satisfecho toda mi jodida existencia.

—Supongo que si puedes hacer estos efectos en mi dormida, no me queda más que dejarte vivir y ver que efectos tendrás despierta.—

Dicho esto limpie todo, acomodé nuevamente su ropa y la deje en el baño, si podía fingir que todo esto solo fue un sueño erotico suyo, sería perfecto. Acto seguido me largue del sitio.

Blood Soup: Perfect. Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu