» Capítulo 10

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           No sabía cuál fue la hora en la que me dormí y pude dejar de torturarme mentalmente. Al despertar aún podía notar como mis ojos estaban húmedos de la noche anterior.

Me levanté y me miré en el espejo que tenía mi habitación, como siempre, con asco. Me aparté de allí y fui hasta el armario para elegir mi ropa. Elegí unos shorts de tiro alto y una camiseta de tirantes larga para meterla por dentro de los shorts. Me coloqué bien mis pulseras para tapar aquellas cicatrices que nadie tenía por qué descubrir. Me lavé los dientes y me maquillé. Si no me gustaba a mí misma, lo menos que podía hacer era tapar mi horrible cara.

Cuando terminé fui a la cocina a prepararme el desayuno. Mis piernas me llevaron directas a la nevera y mis manos sacaron el cartón de leche.

Eso, sigue engordando. Las gordas como tú engordan hasta con el oxígeno.

Moví mi cabeza para nublar mis pensamientos. Salí de la cocina y me senté en el sofá. Debía despejar mi mente con algo hasta que llegaran las once, así que elegí el móvil.

Me metí en Twitter y tenía cuatro mensajes. Hacía bastante tiempo que no hablaba con mi "ciberfriend".

Ella se llamaba Grace y tenía una cuenta en donde le suceden cosas similares a las mías. Ella era la única que me apoyaba cuando en el anterior colegio me despreciaban. Siempre me sacaba sonrisas y yo le intentaba sacar a ella. El día en el que me encontré a Luke por primera vez se lo conté, ella dijo que era una especie de ángel que me había venido a socorrer. Si tan solo supiera como es ahora, cambiaría su pensamiento ante eso de "ángel". No había vuelto a hablar con ella desde que vine a Australia.

Abrí los mensajes y los leí.

« Nancy, ¿has llegado bien a Sidney? Ya verás que allí se darán cuenta de lo maravillosa que eres. »

« Llevo más de dos semanas sin auto-lesionarme, estoy orgullosa. »

« Me estás preocupando, Nancy. Llevas dos semanas sin conectarte. Si te pasa algo me quedaré sola. »

« He vuelto a discutir con mi madre. Sé que me odia. »

Le envié un mensaje para que no se preocupara.

« Hola, Grace. Sí, he llegado bien. Estoy muy contenta de que hayas durado tanto. No tuve tiempo para conectarme, han pasado una serie de acontecimientos y no he tenido ocasión de estar en línea. Las discusiones ocurren muy a menudo en las familias, no digas eso. Estoy segura de que te quiere. »

Sabía que no me iba a poder conectar tantas veces como antes, si quería dejar mi pasado enterrado... debía de enterrar las huellas.

Escuché el claxon de un coche y me asomé por la ventana.

Luke.

No entendía por qué aparecía así como si nada delante de mi casa. Calum y Ashton podían verlo y fácilmente dejar de hablarme.

Luke es su enemigo. Yo me juntaba con su enemigo. No era una buena amiga. No podía ir juntándome con los enemigos de mis amigos.

Era ley de vida.

Salí de casa corriendo y bajé esta vez por las escaleras. No tenía tiempo de esperar a que subiera el ascensor y arriesgarme a que me viera Calum o Ashton.

- ¿Dónde vas con esas prisas? -me preguntó la última voz que esperaba escuchar hoy.

- ¿Jason? -pregunté sorprendida al verle. - ¿Qué haces aquí?

- He venido a verte. -comentó mientras se revolvía el cabello con nervios. - He pensado que teníamos que arreglar algunas cosas que pasaron ayer.

Intenté respirar, esto me estaba poniendo demasiado nerviosa.

- ¿No puede ser en otro momento? -le pregunté esperanzada.

Él frunció el ceño.

- ¿En otro momento? ¿Tienes planes?

- Lo siento, Jason -me disculpé. Me sentía fatal por él. - Es que tengo planes...

- Tiene planes conmigo. -respondió una voz fría a mis espaldas. Me giré y pude apreciar la imagen de Luke, con unos pitillos negros rasgados, una camiseta de manga corta con el símbolo de Nirvana, y una chupa de cuero. Obviamente no podía faltar su pelo despeinado hacia arriba y su piercing del labio con forma de aro. Era demasiado sexy.

- ¿Entonces es verdad? -me miró Jason, exigiéndome una respuesta con su mirada. - ¿El tipo de la discoteca es tu novio?

- N...

- Sí, así es. -me cortó Luke, cruzándose de brazos observando a Jason con una mirada agresiva.

Jason no apartó la mirada de mí para luego negar con su cabeza.

- Pensé que eras mejor que esto.

Abrió la puerta del portal y salió.

- ¡Espera Jason! -le grité. Parecía ser que me llegó a oír ya que se giró esperando a que siguiera hablando. Miré de reojo a Luke, me miraba entrecerrando sus ojos con amenaza. Tragué saliva. - No le cuentes nada a los chicos.

Jason frunció el ceño y siguió hacia adelante.

Quería ir tras él, contarle toda la verdad. Que en realidad no estaba con Luke y que quien me gustaba era él. Pero no podía, y eso me hacía sentir estúpida.

Y por dios, acababa de aceptar que me gustaba Jason. ¿Cómo podía seguir aquí con Luke?

Un paso en falso, y te mata.

Me giré para encarar a Luke.

- ¿Estás a gusto? -pregunté mirándole a los ojos con el ceño fruncido.

Él sonrió.

- Sí.

- Genial, sería horrible que te hubieras quedado con las ganas. -contesté con el mayor tono de ironía que tenía.

Luke me miró frunciendo el ceño, entrecerré los ojos.

- Bien, aún tienes una cita a la que acudir. -dijo mientras caminaba hacia el coche.

Suspiré.

Luke condujo hasta llegar al centro de la ciudad, y aparcó delante de una boutique de Victoria's Secret.

- ¿Dónde vamos? -pregunté lamiendo mis labios.

- Entra a la tienda. -me ordenó, posando su brazo por mi espalda. Le miré con el ceño fruncido mostrando asombro y curiosidad.

Al entrar pude notar un pequeño hormigueo por todo el cuerpo. Estaba lleno de ropa interior y bikinis, y no era de mi agrado entrar a ese tipo de tiendas con Luke al lado.

- ¿Por qué...?

- ¿Puedo ayudaros? -preguntó la dependienta de unos treinta y pico años, bien conservada y con un bonito conjunto de falda de tubo y camisa blanca.

- N... -volví a intentar hablar para negarme pero me volvieron a interrumpir.

- Sí, quiero que ayude a elegir a mi bonita novia un bikini que le siente bien a su perfecta figura, por favor. -añadió éste con educación.

- ¿Cómo?

- Está bien, sígame señorita. -me pidió aquella dependienta.

Miré a Luke aún sorprendida y perseguí a la dependienta.

¿Su bonita novia?

¿Mi perfecta figura?

¿Qué estaba ocurriendo?

Ironic. «l.h»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora