Hefty(Camren G!P)

CAPÍTULO 1

Camila POV

Estoy de pie fuera de la escuela y todos están amontonados en grupo hablando del baile de bienvenida, En realidad, es lo único de lo que se habla.
En poco más de una semana, nos embarcaremos en la noche más grande de nuestras vidas.

Hasta ahora.

El cabello será peinado, Se usarán sujetadores push-up, Se tomarán fotos. Las parejas que no pueden asistir al baile de graduación planean llegar hasta el final.

Todavía no me han invitado al baile.

Bien, técnicamente, he estado evitando a cualquiera que me lo pida, porque solo hay una persona con la que quiero ir. Solo hay una chica con la que he soñado que me recogería en su camioneta, ramillete en mano, desde que era una niña.

Lauren Jauregui.

Casi me derrito en los escalones del edificio principal de la Escuela Secundaria Juniper, queriendo hundirme en su nombre como un baño de burbujas caliente. Si estuviera en casa ahora mismo, probablemente estaría garabateando su nombre en los márgenes de mi cuaderno o mirando las once mil millones de fotos que nos hemos tomado juntas a lo largo de los años.

Verás, Lauren es mi amiga, la hermana  de Michelle mi otra mejor amiga desde la infancia. Pero mi enamoramiento hacia su hermana no es uno de esos grandes secretos innovadores que podría arruinar mi amistad con Michelle si descubre que he estado añorando a su hermana  desde que éramos niñas. No, mi mejor amiga sabe que daría lo que fuera  por una de las sonrisas de Lauren.
Sin embargo, además de mi madre, Michelle es la única en el mundo que sabe acerca de mi mega enamoramiento, y ha jurado guardar el secreto.

-Estás siendo obvia.-  Michelle murmura  en mi oído, rompiendo brevemente la discusión del grupo sobre a quién le pedirá Shawn, el mariscal de campo, que vaya al baile con el. -Quiero decir, al menos podrías fingir que estás interesada en la conversación.-

-Estoy interesada-  insisto, demostrándolo asintiendo a mi compañero de clase más cercano. Todos quieren saber a quién le va a preguntar Shawn. Pero también es lo mismo que han estado discutiendo durante un mes.

-Sí, bueno. No le ha preguntado a nadie todavía. La gente se está poniendo nerviosa.-  Michelle me da  una mirada aguda. -¿Has estado evitándolo acaso?-

Me estremezco. -Tal vez un poco-

Y por poco, me refiero a que he estado escabulléndome por el campus con una sudadera con capucha y gafas de sol y me he negado a responderle a Shawn. Por no hablar de evitar mi casillero como a una plaga.

-Vamos Camila, podrías hacerlo peor que rechazar al chico más guapo de la escuela.-  suspira. -No puedes seguir esperando a que mi hermana te lo pida.-

Todavía estoy atascada en su afirmación de que shawn es el más guapo de la escuela. Sí, es atractivo. Ser el quarterback estrella de la escuela no hace daño. Todos los alumnos de último año tienen algún tipo de fijación con él, ya sea por enamoramiento o envidia, Pero no es mi tipo.

No es mi tipo, Lauren es mi tipo.

Aunque no hay nadie como ella. Así que tal vez ese no sea el término correcto.

Lauren Jauregui es mi persona. Mi eso. La Chica de mis sueños.

Como si mi desvanecimiento mental la hubiese atraído, la chica misma camina a zancadas por el lado del edificio y todo lo veo en cámara lenta. La conversación se convierte en estática a mí alrededor y mis palmas empiezan a sudar.
Uno podría pensar que ya estaría acostumbrada al efecto de Lauren sobre mí. He pasado la noche en su casa cientos de veces. Estaba allí cuando tuve mi primer período en la fiesta del cumpleaños número 13 de su hermana, sentada conmigo mientras sollozaba en las escaleras, frotando mi espalda con una mano, y buscando en Google qué hacer con la otra.
Me sacó del campo el primer año cuando me había torcido el tobillo animando durante un partido de fútbol.

Ha sido mi salvadora desde que puedo recordar.
Pero no podría estar menos interesada en mí románticamente.
Solo soy la amiga de su hermana. Nada más.

Casi ha llegado al grupo ahora y estoy tratando de no mirar, pero fallando miserablemente.

En cuanto a  apariencia, Lauren es lo opuesto a Shawn.
Donde Shawn es todo músculos ágiles, estructura delgada y aspecto juvenil, Lauren es un gran y hermoso oso de peluche. Pero no es blanda ni cariñosa. Juega de defensa en el equipo de fútbol y nadie la atraviesa.
Fornida tampoco empieza a describirla. Es impenetrable. Fuerte. Solo mide 1,70 cm. Lleva un peso extra y la forma en que se distribuye literalmente me mantiene despierta por la noche. Soñando despierta con esos generosos muslos y sus fuertes brazos  sujetándome.

Nunca me escaparía
Nunca querría hacerlo

-Hey, Mich.- Lauren saluda cuando llega con nosotras, sus ojos  pasan de su hermana hacia mí. -Hola Camz-
-Oh, hola, Lolo- digo enroscando mi largo pelo negro alrededor de mi dedo.

Oh Dios, deja de hacer eso. Va a saber que estás enamorada de ella.

-¿Cómo fue la práctica?- solté tratando de ver hacia otro lado, trazando amorosamente sus dedos lindos y manchados de hierba con mis ojos.  -¿Todo listo para el juego contra East Hills mañana?-
Asiente una vez. -Sí-.

¿Mencioné que Lolo es una chica de pocas palabras?
Es solo otra cosa que amo de ella, no gasta su aliento a menos que lo que diga sea realmente importante, necesario.
Mientras tanto, yo soy una completa parlanchina. Probablemente por eso ya no se queda mucho tiempo cuando vengo, Está escapando de mi.

-Todo el mundo sigue hablando de quién va a invitar a quién al baile de bienvenida.- le digo, a pesar de mi orden auto dirigida de no vomitar delante de Lauren.
-Se especula mucho sobre el equipo de lucha que va en una gran manada de hermanos, Sus novias no están contentas. Incluso podrían preguntar a otros chicos, así que se han contratado chaperones extra en caso de que el baile se convierta en una gran pelea de lucha libre por honor.-
- ¿Has… qué hay de ti? ¿Vas a ir? ¿Le has preguntado a alguien ya?-
Absorbo el oxígeno al final de todo eso porque una vez más me he olvidado de respirar.

Es el efecto Jauregui.

¿Cómo es que las otras chicas parecen ser inmunes? ¿No tienen ojos?

-Creo que me lo estoy saltando- dice Lauren, que sigue mirándome de cerca. Probablemente porque estoy pálida por la falta de oxígeno.-¿Te ha invitado  alguien?- 
Me río y juguetonamente toco su perfecto, perfecto brazo. -Tu pregunta implica que definitivamente me preguntarán-
- Sí, lo sé. Iras?-
-¿Lo haré?-

Sus cejas oscuras se juntan ligeramente. Y Lauren es tan estoica, que el cambio de sus rasgos equivale a que me mire como si estuviera loca.

-Quiero decir…- ajusto mi mochila y ella automáticamente me la quita, colocándose la por encima de su hombro. -Gracias, Um…puede que haya unas cuantas personas que podrían querer invitarme, pero no lo sé. Tal vez me salté el baile también.-

Esas cejas se acercan una fracción de centímetro entre sí. – Eres la animadora principal. Por supuesto que vas a ir al baile de bienvenida -  

Pregúntame. Pregúntame, por favor.
No volveré a desear nada nunca más.

Me encogí de hombros, casualmente. Como si todo mi mundo no estuviera colgando en una balanza.  -No es como si el equipo de porristas actuará en el baile, no es obligatorio.-

-Ya sabes lo que quiero decir. Tú eres…-                        
Tonta. Frívola. Femenina. El tipo de chica que ha estado planeando su conjunto desde la escuela secundaria.

Ugh, Soy totalmente todas esas cosas. ¿no?, Lauren probablemente preferiría morderse las piernas antes que tener que escucharme hablar toda la noche. No solo es la mejor defensa del condado, también es súper inteligente. Estudiosa. Soy una estudiante de bachillerato de calificaciones B, con buen pelo que por suerte tiene un toque impecable en los dedos de los pies.
Lauren nunca ha tenido novia, pero si la tuviera, apuesto a que irían a una exposición de arte la noche del baile y nunca le darían a toda la pompa y circunstancia  o un segundo pensamiento al baile. Lauren está hecha para cosas increíbles. Cosas que van más allá de la gloria del instituto.

¿Quizás reconoce que no lo soy?
Tengo que trabajar muy duro para esas calificaciones. Especialmente en matemáticas. Solo soy la animadora principal por un año más… ¿y luego qué?

Lo que sea que Lauren iba a decir se interrumpe cuando Michelle desliza su brazo a través del mío.

-¿Listas para irnos?- Lauren me mira fijamente un par de segundos más, y luego asiente hacia su hermana, gira y camina hacia el estacionamiento, Michelle se ríe a espaldas de su hermana y me arrastra, aunque mis piernas se sienten como si estuvieran atascadas en el barro.
Si es que Lauren iba a preguntarmelo, le di una gran apertura y no la atravesó, Es hora de enfrentar los hechos.

No voy a ir al baile con ella. Y eso significa que no voy a ir al baile de bienvenida en absoluto.
Tal vez sea dramático, pero no quiero sacrificar mi sueño o sustituirlo en mi cabeza por otra cosa. Estoy segura de que encontraré un lugar donde ponerme mi vestido verde esmeralda sin tirantes, Como un salón. O una fiesta de disfraces.

Las caderas de Michelle me chocan.
-Levanta la barbilla, Cabello-.
-Está arriba-  digo, forzando una sonrisa.

Nos apilamos en la cabina delantera de la camioneta de Lolo, Mich se sienta en el medio y yo apretujada contra la puerta del pasajero. En el camino de vuelta a casa, pretendo mirar por la ventana las tierras de cultivo que se extienden por kilómetros, pero estoy ocupada inhalando su olor a jabón de avena y hierba fresca. Como ha sido nuestra rutina desde que Lauren obtuvo su licencia de conducir y usó cinco años de dinero para comprar este camión.

Primero me dejaron afuera de mi casa.
-Nos vemos mañana, Mich- digo a Michelle lo más alegremente posible, aunque por alguna razón Lauren me frunce el ceño desde el asiento del conductor. -Buenas noches, Lolo-.
Hace un sonido en su garganta.

-Te enviaré un mensaje de texto-  canta Michelle, desplazándose por su teléfono.

Espero que Lolo me dé su discurso. El mismo que me da cada vez que me deja. El que me hace sentir segura y cuidada, aunque solo sea por cortesía.
-Cierra la puerta-  dice. -Quédate dentro hasta que tus padres lleguen a casa.-
Mi corazón se eleva. -Bien-.

Cierro la puerta del pasajero y corro por la entrada, y me arrodillo en el porche para sacar la llave de mi mochila, antes de entrar. Cuando tengo un pie sobre el umbral, el auto todavía no se aparta. Siempre espera hasta que estoy dentro con la puerta cerrada.

Solo está siendo educada conmigo.