CAPITULO 3

913 49 0
                                    

Camila POV.

Siempre hay unos cuantos aleteos en mi vientre cuando estoy en la casa de los Jauregui. Después de todo, siempre existe el potencial para un avistamiento de Lauren.

Pero esta vez... Es diferente. Al tocar el timbre, siento que voy a hiperventilar.

¿Quién era la chica del autobús de anoche? Era atrevida. Preguntó por lo que quería. Tal vez tuvo algo que ver con la oscuridad del autobús. El aislamiento de la última fila. O tal vez estaba mega hipnotizada después de ver a Lauren jugando americano y pasándole encima a los chicos de la mitad de su tamaño.

No lo sé, pero casi me temo que lo soñé todo.
Todas mis fantasías tienen que ser reinventadas. Las superó todas. Todavía puedo sentir el sabor de su beso en mis labios y los he estado lamiendo todo el día. El tamaño y la forma de su sexo están marcados en mi palma y esos sonidos que hizo.

Se me pone la piel de gallina cada vez que pienso en ella, Cómo empujó sus caderas fuera del asiento, en mi mano. Cómo me llamó "nena". Oh Dios, ¿y si se arrepiente? ¿Y si se esconde en su habitación toda la noche y yo he rociado mi ropa con loción corporal para nada? Y si no me evita, ¿qué va a pasar? ¿Qué podría pasar?
Me sorprendí a mí misma anoche.

Pero no tengo ni idea de lo que nos espera en la próxima base o si estamos jugando según las reglas.
Todo lo que sé es que estoy deseando tanto su cercanía que me duele la garganta. La extraño.
Siempre la extraño, pero esta vez es más intenso. Muy físico. No tuvimos tiempo ni la oportunidad de hacer algo o hablar al respecto de anoche y hay una sensación rara que he tenido desde anoche con respecto al como reaccionó lisa.

Michelle abre la puerta con una sonrisa, pero su expresión se convierte rápidamente en perplejidad.
-¿Por qué estas de color rosa brillante?-
-Hace calor aquí afuera- digo demasiado rápido.
-Es octubre- señala.
-Oh, déjame entrar- digo, abriéndome camino hacia la casa que he considerado un segundo hogar desde que era una niña.

- Llegué aquí temprano, porque necesito hablar contigo.-
-¿Ah, sí?- Michelle cierra la puerta detrás de mí y nos dirigimos a la cocina, como de costumbre, porque ahí es donde se encuentran los bocadillos.

Hay bolsas de Doritos del tamaño de una fiesta y un cartón de donas en la mesa de la cocina, todo listo para el grupo de cinco chicas que vienen esta noche a la fiesta de pijamas.

- ¿Finalmente Shawn te invitó a la fiesta de bienvenida?-
-¿Qué?- Sacudo la cabeza. -No. Se trata de...- Apunto en la dirección general del dormitorio de Lauren.
Michelle inclina la cabeza con interés.
- ¿Qué pasa con ella?- Estoy nerviosa ahora que ha llegado el momento de confesar lo que pasó en el autobús a Michelle.

Pero ni siquiera consideré no decírselo. Somos las mejores amigas. Nos contamos todo y esto no es una excepción. También he estado enamorada de Lauren durante tanto tiempo que ella dejó de sentirse asqueada por ello hace mucho tiempo.
-Nos besamos- susurro. -En el autobús anoche.- Sus ojos tienen el doble de tamaño.
- ¿Qué?- dice.
- ¡Ya sé!- respondo. Se cae de espaldas contra el mostrador de la cocina.
-Mierda. ¿Y ahora qué?-
-No lo sé. Fue un impulso del momento. - Bailo nerviosamente en la punta de mis pies.
- ¿Quizás solo quiere enrollarse un par de veces?-
-Sabes que no tengo ni idea de cómo se siente. Acerca de cualquier cosa excepto la lasaña y los gatitos.- Lauren es una caja fuerte cerrada. Asiento.

-Tampoco sé cómo se siente. Pero quería asegurarme de que supieras lo que pasó. No te ocultaría nada de esto, Mich-
-Por supuesto que no lo harías- frunce los labios, un brillo en sus ojos.

-Y es bueno que me lo hayas dicho, así puedo cubrirte si te vas a esconder más tarde.-
-Mi cara está rosa otra vez, ¿no?- Se ríe. -Magenta.-

Media hora después, las otras chicas empiezan a llegar. Es una mezcla del equipo de animadoras y las amigas de Michelle del consejo estudiantil. Aún no hay señales de Lauren, pero antes de darme cuenta, mis nervios se han disipado y estamos todas sentadas en círculo en el piso del estudio chismorreando, riendo, pasando chocolate.
Por supuesto, todo el mundo sigue hablando del baile. Planes para la cena, arreglos de asientos de limusina, después de las fiestas.

Hefty(Camren G!P)Where stories live. Discover now