La Calidez de un Amigo.

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Los tres pequeños ninja se adelantaron mientras su maestro se quedaba atendiendo unas cosas sobre la aprensión del ninja enemigo. Sarada ya se había puesto un atuendo nuevo, devolviéndole su chaqueta a Boruto, pero sin decirle nada más. Sarada no quería hablar y terminó siendo mejor para ella cuando tuvo que separarse de sus compañeros para entrar a la zona de mujeres de las aguas termales. Boruto y Mitsuki estaban solos en la zona de hombres. Parecía que el resto del día sería bastante tranquilo. Ambos chicos se desnudaron y entraron en las cálidas aguas. Era un cambio agradable comparado con el frio que hacia afuera.

-¿Qué te pasa, Boruto? -preguntó Mitsuki con su característica sonrisa y notando lo distraído que este estaba-. No es usual en ti que estés tan callado.

Fue entonces que Boruto se dio cuenta que nadie más notó la gravedad de la ruptura de las ropas de Sarada, solo él.

-No es nada, Mitsuki. Solo estaba algo decaído porque no pude ser yo quien derrotó a esa ninja renegado. Tenía tantas ganas de ganarle -mintió Boruto poniendo su mano detrás de la cabeza.

-Yo creí que era por Sarada -volvió a sonreír él, haciendo que Boruto se quedara mudo de la sorpresa-. Ya sabes, por aquel golpe que recibió, creí que la habían lastimado. Supongo que te sientes culpable por no haberlo evitado.

«No se dio cuenta, que suerte» pensó Boruto.

-Sí, algo así -respondió, recargándose con el borde y pensando en lo ocurrido. Era imposible quitar de su cabeza la imagen del pequeño pezón rosado de su amiga-. Espero que ella este bien.

-Hmm, ¿Boruto? -le llamó Mitsuki-. ¿Estás pensando en Sarada?

Boruto se sonrojó y entornó la mirada en su amigo.

-¿Por qué lo dices? Supongo que sí, un poco, pero solo porque quiero saber si no está lastimada por el golpe o algo así -volvió a mentir.

-Ah -exclamó Mitsuki-. Es que tienes una erección.

Boruto palideció al mirar hacia abajo y darse cuenta de que era verdad. No se dio cuenta en que momento pasó eso, pero estaba empalmado por completo.

-Es normal que eso pase a veces, no es porque esté pensando en... en Sarada -se defendió él estando muy rojo-. ¡Además, no me veas allí! ¡Tampoco hagas comentarios tan embarazosos!

-Ah, ¿sí? -inquirió Mitsuki-. Pero yo no le veo nada malo, es una parte más del cuerpo y una característica que este puede adoptar. -Se puso de pie, dejando al descubierto su gran miembro tan pálido como el resto de su cuerpo y se sentó junto a Boruto-. En realidad yo nunca lo he utilizado para lo que se supone que funciona.

Boruto sentía como su miembro se ponía como una roca, además de ponerse mucho más rojo que antes a pesar de que parecía físicamente imposible.

-¿Su función? ¿Te refieres a tener... eso?

Boruto pensaba que él tampoco, pero no había nada de malo pues solo tenía unos doce años. Pero la idea de con quién podría ser su primera vez llegó a su cabeza junto con la imagen de Sarada y su pequeño pecho izquierdo al descubierto.

-Si -rio Mitsuki-, tener placer. Jamás he intentado hacerlo, a pesar de que siempre estoy solo en casa, nunca tuve la iniciativa de tocarme.

-Ah, te refieres a eso otro. Admito que yo lo hago a veces, es común que no haya nadie en casa. El idiota de papa de por si nunca esta y por lo general Himawari sale junto con mi mamá a hacer las compras -respondió, poniéndose nervioso un segundo después al haberse percatado de la información tan íntima que había revelado.

El Mejor Error de la Vida, Boruto y SaradaWhere stories live. Discover now