Horas después de que la oscuridad llegara, Félix corría por los techos siendo Chat Noir, haciendo un poco de ejercicio antes de su patrulla con Ladybug y, siendo completamente honesto con si mismo, para salir de su mansión. Paró en la parte superior de la panadería cercana al colegio, disfrutando de los deliciosos olores emanando de las comidas que él mismo se prohibía, cuando oyó a una llorosa Marinette hablando en su teléfono. Eso era extraño, ¿por qué estaría llorando a estas horas?
"No...no estoy bien, pero voy a estarlo en algún momento. Solo necesitaré tiempo." Ella suspiró. "Mucho tiempo." Ella dejó de hablar, escuchando al otro lado. "No....no, por favor no lo encares. Él me dejó muy claro que no quiere tener nada que ver conmigo, y voy a respetar eso."
Chat Noir se arraigó en su lugar, ella se refería a Félix, a él, y su confesión de aquel día.
Marinette suspiró y resumió entre lágrimas, "Quizás él tiene razón. Quizás en realidad no lo conozco para nada. Quizás simplemente me estuve engañando todo este tiempo pensando que había logrado entenderlo un poco. Oh, ¿cómo pude arruinarlo todo tanto? ¡Nunca debí confesarme!... Al menos ahora sé su verdadera opinión sobre mí. Nunca antes lo había visto dándome esa mirada, como si fuera la basura más grande de la tierra, como-" ella ahogó un sollozo- "¡Cómo si fuera menos que la suciedad! ¡Como si me odiara!"
El corazón de Chat cayó y sintió como si lo hubieran arrojado en un cubo de agua congelada. ¿Acaso sus palabras le habían afectado tanto? Él no odiaba a Marinette. Ella era verdaderamente una buena persona, siempre atenta y alegre, quizás un poco atolondrada y en falta de puntualidad. Aun así, la culpa se se instaló molestamente en su estómago y se sintió un poco mareado, sus manos pegajosas bajo el traje. Parte de él quería alejarse para no tener que lidiar con el resto de aquella conversación, pero la otra parte oculta en lo más profundo de su ser sabía que merecía la tortura de oír lo mucho que la había herido.
Hubo otra pausa y Marinette continuó con su llanto. "No... me rindo con él. Quizá me rindo con todo el amor. Este tipo de dolor no lo vale." Ella se silenció por un segundo, y después contestó. "Si, tienes razón. Gracias por hablar conmigo Alya. Eres la mejor... si, estamos en contacto... seguro... te quiero también. Adiós."
Asombrado, Chat Noir seguía sin poder dejar aquel balcón. Haber escuchado (bueno, espiado) su discusión lo había sacudido hasta el núcleo. Marinette había sido honesta con él antes. Su confesión era auténtica y sentida. Y no solo se preocupaba por él, sino que también había podido ver a través del altanero y desagradable comportamiento que usaba como escudo contra el mundo desde que era un niño. Desde que tenía memoria se había dado por vencido en tratar de ser comprendido, y Marinette era la única que había intentado hacerlo.
Con un incómodo nudo en la garganta, se levantó. Necesitaba calmar sus nervios antes de su encuentro con Ladybug, así que intentó convencerse a si mismo de que sus acciones estaban totalmente justificadas. No podía cambiar la forma en que se sentía. No gustaba Marinette, no de la forma que aparentemente ella quería. Quizás pudo haber sido más amable en su negativa pero esa no era su personalidad. Félix no era una buena persona como ella. Y Marinette era flexible. Lo olvidaría. Y eventualmente encontraría una persona que sería su tipo y encajaría mejor con ella. No era su destino.
Ignoró el gran gran vacío en su estómago y con estos pensamientos en mente, se alejó rápidamente en la noche, uniéndose a la oscuridad, en la que pertenecía.
___________________________________

"Estoy enamorado de ti Ladybug."

Ladybug abrió sus ojos con incredulidad, mirando primero a Char Noir, después a la rosa rojo rubí que él sostenía. Ella sintió picazón en la nuca, temiendo una conversación que ella esperaba jamás repetir, mucho menos en el mismo día.
Oprimió el puente de su nariz y reprimió un gemido. Chat Noir demostraba teatralmente sus muestras de afecto como cada semana, y esta vez no era distinto. Ella simplemente no estaba de humor para aquello esa noche.
"¿Chat, podemos parar con los engaños por hoy? Realmente no estoy de humor. De hecho, estuve a punto de cancelar la patrulla nocturna de hoy." Ante la mirada inquisitiva de Chat, contó," Hoy mismo más temprano fui rechazada por el chico que me gusta y él...no me rechazó amablemente." Ella miró a otro lado, tratando desesperadamente de normalizar sus respiros y parar sus lágrimas para no dar lugar a más llanto.
Chat avanzó un paso y tomó su mano, diciendo dramático, "¿Quién podría ser tan cruel contigo, Mi Reina? Seguramente es ciego o idiota para rechazar a un extraordinario ser como tu."
Ella exhaló por la nariz. "Él claramente no parece pensar que soy tan maravillosa."
La boca de Chat sonrió al estilo Cheshire y respondió "Es una buena cosa que yo esté aquí entonces, diré tus cualidades a toda Francia, haciendo que todos conozcan mi adoración por ti."
Ladybug resopló incrédula, alejando su mano de la de Chat, su voz temblando mientras se alejaba de él. "Chat, no lo hagas. No me hagas esto. No hoy. No después de lo que me sucedió más temprano. ¿No puedes ser más empático con mis sentimientos y dejar de ser tan malditamente insistente?" Después de largos segundos respiró profundamente y continuó, "Tu no me amas Chat. Tu...'tu amas lo que represento'"
Los ojos de Chat se abrieron como platos, sintiendo un gran déjà vu demasiado cercano para ser una coincidencia.
Esto no puede ser... No, no puede ser, simplemente no puede. No hay manera de que el destino sea tan cruel.

...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora