FIN

243 10 5
                                    

Han pasado ya cinco años desde que la guerra terminó, ahora Panem es un país libre y los juegos del hambre van quedando en el olvido. 

Luego de que llegamos al trece todo pasó muy rápido, Peeta estaba fascinado con la idea de tener un país libre y justo, por lo que se podría considerar que él fue el rostro de la libertad. Yo no hice mucho pues Peeta no soportaba la idea de perdernos.

La guerra fue corta, pero aun así muchos murieron, entre ellos la presidenta Coin, quien fue asesinada en un motín, sin embargo, todo el distrito doce fue rescatado gracias a los actos de Peeta, solo su madre no logró salvarse ya que se negó a abandonar la panadería.

Días después del final de la guerra dí a luz a un niño rubio de ojos azules, quien es la viva imagen de su padre, él es mi todo y aunque nunca pensé que podría desarrollar un instinto maternal, hoy puedo decir que él es, sin duda, lo mejor que me ha pasado, él me ayuda a salir adelante y a ser mejor persona y sobre todo, él fue quien me ayudó a sobrevivir a la ausencia de Peeta.

Peeta... él fue tan feliz cuando le conté que estaba embarazada, la idea de formar una familia en un país libre sin juegos lo motivó a pelear aun más contra el Capitolio, se comprometió a tal punto que estaba dispuesto a dar su vida por la rebelión.

Un año después de la guerra Peeta se fue, era hora de dar un giro por los distritos y mostrar las mejoras que estos habían tenido y quien mejor que esto que el chico del pan con sus palabras inspiradoras y su fe en que todo mejoría, estuvo seis meses fuera, los seis meses más duros de mi vida, ya que estaba sola a excepción de Haytmitch, Prim se quedo en el Capitolio entrenándose para ser la mejor doctora, aunque volvió dos años después de la guerra, pero gracias a esos seis meses ahora soy más independiente y me se valer por mi misma.

No cambiaría nada, lo sé cada mañana cuando me despierto y veo esos ojos azules que tanto me encantan, cuando aquel niño de cabellera rubia me llama "mamá", una palabra que, de tan solo oírla me llena el corazón. No cambiaría nada, porque se que mientras esté rodeada de las personas que amo, no hay nada que no pueda soportar.





Ya era era hora del fin, ¿no? 

en llamas (alternativo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora