Finalmente me di cuenta

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Disclaimer: League of legends y sus personajes no me pertenecen, y es increíble como los únicos personajes gay vistosos oficiales de este juego no me mueven ni un pelo rubio de mi cabeza, pero aquí estoy, de nuevo con este fic que nada que ver con nada.

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Capítulo 11

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Finalmente me di cuenta

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A Caitlyn solo le bastó mirarla una vez más antes de cerrar sus ojos y empujar su boca con fuerza contra los labios de la curandera. Aún tenía en su cabeza todos los problemas que esos días habían traído pero sabía, porque lo estaba viviendo, que cuando Soraka estaba cerca era como si todo se alejara, dándole lugar, y esperanzada con esa idea, trato de acercarla lo más que pudo.

Sus manos tomaban las caderas que tenía en frente, y las pegaba lo más que podía a su cuerpo, de modo que su abdomen sentía el vientre bajo de la otra chica.

Trató de no trasmitir el repentino tormento de desesperación que sintió en su centro, como si hubiera esperado por ese momento por mucho, y lo intentó, con todo su ser intento moverse lentamente, tratar que el beso no sea tan apurado y que sus caricias no se sintieran tanto, pero cuando la curandera alejó su rostro supo que no lo estaba logrando.

Le sonreía con gentileza aun así, acariciando con su pulgar la comisura de su labio.

Fue esta vez ella la que se acercó a sus labios, dándole con su toque el tiempo que buscaba, la paciencia que no había podido trasmitir ahora la sentía con el rozar de sus lenguas.

La maga sabia de la necesidad, por eso, aunque se trataba solo de un beso aun, no tardó mucho en que sus manos comenzaran a explorar por arriba del corset de la sherrif, tanteando sus senos con cuidado, haciendo que la otra chica suspirara en su boca.

—Lamento interrumpirte tan tarde— fueron las primeras palabras luego de un leve golpeteo en la puerta antes de que esta se abriera— y si, sé que dijiste que no querías que nadie entrara a molestarte, pero me pareció urgente que supieras que...

Jayce dejó de hablar al momento que levantaba su mirada.

Nunca hubiera esperado lo que veía y fue incapaz de encontrarle una razón a los primeros segundos.

Caitlyn alejó su rostro de inmediato, pero nada pudo hacer para moverse, Soraka aún estaba encima de ella. La curandera miraba con calma al recién llegado, muy diferente a la oficial que primero se mostró pálida y al poco tiempo de un color rojo que hacia brillar sus mejillas.

—¡Perdón! — se disculpó de inmediato poniéndose en una innecesaria posición de firme— ¡Si-sigan en lo que estaban! ¡Nadie las interrumpirá! ¡Soy el u-ultimo en el edificio! ¡Ya todos se fueron!— seguía recitando en voz alta y titubeante— ¡Apagare la luz al salir! ¡No se preocupen!

Y de la misma forma atropellada con la que hablaba, caminó hacia atrás y cerró de un fuerte golpe la puerta.

Ambas pudieron escuchar los pasos apresurados del hombre al alejarse, hasta que el silencio las volvió a envolver.

Caitlyn hizo un pequeño sonido, para llamar la atención de la otra chica, y con esto trató de disculparse mientras la movía con sutileza.

Soraka entendió que la oficial quería levantarse y se puso de pie a su lado, dejándola pararse.

—Él... él tiene razón... ya es muy tarde, deberíamos...— comenzó a decir, mientras acomodaba sin atención los papeles en su escritorio— deberíamos regresar, descansar no suena tan mal ahora.

Darjeeling (Soraka x Caitlyn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora