With a Crown of Stars // Hannigram

Epílogo

Will no discutió con Hannibal sobre ir a París por su segundo aniversario de bodas. Pasan ahí el Año Nuevo, lo que es una especie de locura y hay mucha gente, pero como dejan a Maddie con Alana y su nueva esposa, la situación no es tan estresante como lo hubiera sido con una niña de dos años.

París es un sueño, muy brillante, y Will aprecia la oportunidad de caminar por las avenidas de noche, con la mano enguantada de Hannibal en la suya. Pero está contento de volver a casa, contento de recoger a Maddie de la casa de Alana y Margot.

"Ella se portó muy bien," dice Margot. Apoya una mano en la curva redondeada de su estómago, y ella y Alana intercambian una sonrisa. Maddie tiene los ojos somnolientos y está abrazando la pierna de Hannibal como si nunca lo fuera a dejar ir.

"Gracias de nuevo," dice Will, Hannibal levanta a Maddie en sus brazos y se despiden para que los perros y Maddie se acomoden en el auto.

Cuando están en casa, Hannibal saca un contenedor de boloñesa del congelador, porque es patológica la forma en que limpia la nevera, pero también rechaza el concepto de comida rápida para después de unas vacaciones, así que esta es su versión de un compromiso. Comida casera congelada.

A Will no le importa. Sabe delicioso, y ni siquiera se burla da  Hannibal por tener pasta fresca congelada para acompañar la comida, también. Maddie debería sentarse en su asiento elevado, pero Hannibal la deja sentarse en su regazo y la alimenta de su plato. Evidentemente, todos se sienten un poco cariñosos esta noche.

"Podemos ir a la tienda de comestibles por la mañana," dice Will. "¿Cómo estamos en cuanto a espacio en el congelador?"

Hannibal frunce los labios, pensando. "Todavía bastante lleno."

Lo que es lógico— Will lo dejó matar a Mason Verger justo antes de sus vacaciones, lo que sacó a Margot y Alana fuera de bajo su abusivo puño y resolvió perfectamente el problema de qué regalarle a Hannibal para Navidad.

"Entonces trata de contenerte en la carnicería," dice Will tranquilamente.

"No prometo nada," dice Hannibal. Se ve un poco cansado por el viaje, pero hay una suave felicidad en su expresión: es algo que Will quiere mirar para siempre. "¿Un bocado más?" le pregunta a Maddie, quien abre la boca obedientemente por un poco más de boloñesa libre de Verger, porque Hannibal se toma muy en serio la crianza de su hija y se niega a alimentarla con carne que no sea orgánica y de libre distribución. Al parecer, los pedófilos monstruosos que se han metido dios sabe qué al cuerpo, no son suficiente.

Después de acostar a Maddie, deciden dormir temprano.

"Mi cuerpo no sabe en qué zona horaria estamos," se queja Will, cuando se desliza en la cama.

"Han pasado 24 horas desde tu último supresor," dice Hannibal después de un momento.

Will frunce el ceño mientras hace los cálculos. "Mierda," dice, y se sienta, con la intención de levantarse de la cama e ir a tomarlo.

Hannibal lo detiene con una mano en su hombro. "Will," dice en voz baja, significativo. Su corazón entero está en sus ojos. "¿Qué dirías acerca de expandir nuestra familia?"

Will se inclina y lo besa. "Tendremos que desear muy duro, eso escuché," dice.

Hannibal lo acerca a él y luego los rueda juntos. "¿Esta noche?"

"Puede que no lo logremos en el primer intento," le advierte Will, porque alguien por aquí tiene que ser quien modere las expectativas, y es evidente que no será Hannibal Graham-Lecter.

"No con ese tipo de actitud," murmura Hannibal, mientras deja un beso en el cuello de Will.

"¿Puedo hacer una sugerencia?"

"Por supuesto."

Will intenta no sonreír, y murmura en el oído de Hannibal: "Fóllame como si fueras a poner un bebé en mí."

"Cariño," Suspira Hannibal, y hace su mejor intento, el cual es muy bueno, por cierto.

A la mañana siguiente, Will se despierta al escuchar a sus perros ladrando escaleras abajo, y sonríe.

***

Agradezco a todo aquel que haya leído esto. Gracias por terminar conmigo otra historia más!

Les deseo lo mejor para éste y los próximos años (: 

xx