—Oh vaya...Que suertudo el abuelo por ser parte de ambas preguntas.
—Realmente...él no es mi único amor.
Momo subió sus piernas al sillón, buscando una posición cómoda para escuchar la interesante historia de la abuela Minatozaki. La curiosidad desbordaba de sus ojos, y especialmente de su sonrisa.
—Esto, bueno, esto no es algo que todos deban de enterarse, Momoring. Te lo cuento por una razón.
—¿Por cuál?
—Algún día la descubrirás—Momo rodó los ojos ante esa respuesta.—Antes de conocer al abuelo, había un chico. En aquel entonces cuando vivíamos en Osaka, ese chico trabajaba en la tienda familiar. Yo siempre me ofrecía para ir a comprar cosas, incluso cuando eran innecesarias, o de mi propio dinero. No podrás imaginar todos los dulces que probé sólo para que no se viera tan misterioso que no compraba nada en específico, con tal de verlo. No sabía más que su nombre, cuando quería saber todo sobre él, porque más que atraerme, yo lo sabía. Tenía algo que me hacía saber que él era especial, lo quería.
—¿Salieron en una cita? ¿Se besaron? ¿Fueron novios?
—Una cita, y después tuvo que asistir a la militarizada. Pero sabes, no me arrepiento en absoluto. Me casé con un buen hombre, tuvimos un excelente hijo juntos, él conoció a una gran mujer y tuvieron a una hermosa niña, nos mudamos y después te conocimos, ¿crees que esos no son motivos para estar agradecida?
—Entonces el chico fue algo de un momento.
—Como todos los demás en realidad, todos somos algo de un momento, otros duran más tiempo que otros.
La serena sonrisa de la abuela confundía a Momo, su voz era relajada y tranquila, pero sus palabras transmitían un sentimiento de despecho, que reprimían su estómago y hacía que sus ojos picaran.
—¿Le hubiera gustado estar más tiempo junto a él?
—Claro, pero no puedo cambiarlo, está en nuestro pasado, no puedo pensar más en eso. Con todo esto quiero decirte tantas cosas, Momoring, pero no puedo, yo no—con lentitud tomó ambas manos de la menor, sosteniéndolas con ternura. —Por algo lo conocí en ese momento, en ese lugar, no en otra vida más que en esta, y afortunadamente pude conocerlo, sé que logré amarlo lo mucho que me correspondía hacerlo. Pocos tienen la oportunidad de conocer a esas personas, y afortunadamente yo la tuve, ¿te imaginas cuántas personas tienen la desdicha de encontrar a la persona, o que ni siquiera estén en el mismo país? Momo, nunca la desperdicies, disfruta el tiempo que nos queda a todos en este planeta, porque sólo puedes arrepentirte de no haber vivido.
Con una extraña calma, la abuela se recostó nuevamente, se quitó los zapatos con sus propios pies, y soltó sólo una mano de Momo, la otra se quedó reposando en su vientre, y de un momento a otro, quedó dormida, soltando completamente la mano de la menor. Ella la miraba con diversión, había caído como si estuviera planeado.
Acomodó a la anciana en el sillón, después se levantó y caminó hacia las escaleras, dirigiéndose al cuarto de Sana, quería dormir un rato, pero sabía que lo único que haría sería pensar mientras miraba el techo con estrellas fluorescentes.
Su corazón estaba acelerado, pero su respiración era tranquila, y si hablamos de su cerebro, bueno. Este era como ver el estado meteorológico de Australia, tantos colores que no entendía que sucedía. Momo estaba llena de huracanes y algunos vientos de más, que definitivamente no era su culpa, pero podría controlarlos si quisiera.
Revisó su celular, y ni un mensaje de Sana, algunos de Jeongyeon que eran específicamente fotos, y otras notificaciones. ¿Debería marcarle a Sana? ¿Qué tal si algo había ocurrido? Algo como un accidente, algo que Tzuyu hubiera hecho. ¿Qué tal si estaba haciendo algo con Tzuyu y ella interrumpía con su llamada de madre preocupada?
No entendía a que se refería la abuela con eso de que ella entendería todo, ¿y si realmente no ocurría? Momo jamás notaría cual era el tiempo indicado, su señal para entrar a escena, su oportunidad. Su momento.
¿Quién era la persona que sería parte de aquel momento? ¿Duraría lo suficiente?
Estamos compuestos de algo efímero, nuestra vida empieza como una estrella, que esa insignificante nube de hidrógeno se contrae tanto hasta ganar suficiente masa, que con el tiempo pierde el hidrógeno y de repente, colapsa, y así terminamos todo. Sería hermoso comenzar tu vida con restos de una radiante estrella, lleno de tantas oportunidades y momentos restantes, con el tiempo en tus manos para lograr encontrar a esa persona; que se busca más por curiosidad que por necesidad.
¿Y si jamás la encuentro?
Momo había adoptado un temor que antes de ese día no estaba, el no lograr encontrar a uno de sus muchos posibles amores de su vida.
Cuando envejeciera, contaría la historia de lo que alguna vez fue esa estrella, su primer beso con su mejor amiga, las muchas chicas que conoció, la hermosa bailarina de ballet que fue su novia, y si el destino así lo quiere, su actual esposa. Lo contaría con felicidad, orgullo y melancolía como los abuelos Minatozaki hablaban de su pasado.
Quería saber que por lo menos se cruzó con esa persona, que aprovecharon el tiempo para convertirse en un mismo río y correr libremente hasta el fin de la eternidad, o siquiera donde la conciencia comienza, llegar lo más lejos que el tiempo lo permita en su ciego egoísmo, entender los acertijos del universo. Saber quién era esa persona, que no importaba que no vivieran en un misma casa, sino que en la muerte estuviesen juntos, en una sola estrella, polvo cósmico, el mismo río, el mismo momento.
¿Estaba desaprovechando el tiempo? ¿Qué tal si la otra persona tampoco estaba interesada en buscarla?
Rápidamente comenzaba a decepcionarse, se sentía derrotada, rindiéndose sin intentarlo nuevamente. Pero, ¿y si esa persona estaba más cerca de lo que pensaba? ¿Y si ella representaba algo mucho más grande que una niña mimada que le gustaba pisar su corazón? ¿Alguien más que la vecina que no la quería y huía de ella?
Nayeon lo sabía desde el principio.
Y finalmente Momo lo había notado.
Hola. Jdjdjsj
Pues sí, ya actualicé. Realmente voy bien de actualizaciones al menos con esta historia, no hablemos de Sí Twice, porque actualicé dos veces en enero, que cubre la de febrero y bueno, ya está la de marzo.
Esta bonita historia de un enredado amor, justamente el catorce de febrero, cumplió un año. Quise actualizar para su aniversario pero no pude, después del capítulo anterior me había quedado sin ideas. Espero les guste, quizás es relleno pero usé muchas metáforas que espero hayan tocado sus corazones.
Lo que me hubiera gustado decir el 14 era que ésta historia me ha costado trabajo, me ha faltado paciencia, pues ya quiero llegar al final de todo este drama, pero si lo termino, me sentiré vacía. Gracias a todos por su apoyo durante este hermoso primer año a esta historia no tan original, que nació de un sentimiento de soledad.
El amor es algo bello, importante en nuestra vida, digno de recordar, que nos hace sentir importantes en este inmenso universo. No se sientan culpables por amar, todos lo hacemos, una y otra vez. uwu
PD; díganle a Anni que se rifó mucho con las nuevas portadas.
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A dos cuadras.
FanfictionPorque el amor puede estar hasta el otro lado del mundo, o puede estar a dos cuadras... 18.02.18 #2 en Monayeon; 11.05.18 #1 en Namo; 11.01.19 #2 en Monayeon; 11.01.19 Portada hecha por Anni. Primer fic Namo que escribí, más no me atrevía a publicar...
catorce.
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