Mentiras

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LAS MUJERES DEL VERANO
las mujeres del verano morirán como la rosa
y la mentira
las mujeres del verano amarán
siempre y cuando el precio
no sea eterno
las mujeres del verano
pueden amar a cualquiera;
incluso a ti
mientras dure el verano
pero también les
llegará el invierno
nieve blanca
y frío helado
y caras tan feas
que incluso la muerte
hará una mueca de horror
antes de
llevársealas.
-Bukowski

Dicen que la adolescencia se llama así porque te faltan cosas, te falta madurez y estabilidad, además de que pasas por un proceso en el que nadie te comprende, o quizá solo lo sientes de esa forma.

Entré a la universidad, después de un proceso para comprenderme mejor, estaba feliz, tenía nuevos pasatiempos y veía mi vida un poco distinta, pensé que estaba madurando, pero conocí a alguien nuevo, quien para nosotros conoceremos como “experto en mentiras”, sé que suena a que me dejo el corazón en pedazos, pero no fue así.

El experto en mentiras era una persona que sacaba música de las manos, me gustaba observar como las cuerdas de la guitarra se deslizaban entre sus dedos, deseando que me tocara con esa delicadeza, y de cierta forma lo hizo.

Pero mi lado cursi siempre salía a flote, era inevitable, no podía dejarlo como algo temporal, sin emociones, quería estar con el de una forma más profunda, que no involucrara la cama de un motel de paso junto a la carretera.

Sin embargo, lamentaba decir, y espero que nunca descubra que de todas esas veces, muy pocas me hizo sentir como debía, estaba insatisfecha, me faltaba algo, quizá amor.

Llegue a pensar que el sapo se había comido mis emociones como si se tratara de una presa y estaba asustada de lastimar a alguien que pensé que me quería, pero los meses siguientes fueron una sorpresa dolorosa.

Mentiría si dijera que me rompió el corazón, porque no sentía amor por esa persona, pero a veces pasa que idealizas a alguien, que cuando rompe tus expectativas te duele, él se aprovechó de mi confianza y la de chica que lo esperaba en casa, me mintió, esperando, quizá que yo lo aceptara, y es aquí donde mi vida comenzó a irse por la borda, no podía comprender como porque no me alejé, continúe ahí, aun sabiendo que me equivocaba, no lo sé, quizá la sensación de lo prohibido, las ganas de sentirme importante, la venganza contra mí.

Aún me hago esas preguntas, pero cuando por fin logre liberarme del experto en mentiras, siguió aquí, presente en mi vida, con un extraño poder de aparecer cuando estaba sola, como si tuviera la capacidad de llenar vacíos emocionales con un cuerpo que jamás me hizo sentir nada, quizá yo era mejor para fingir que él, o es solo que ambos nos mentíamos tanto que creamos un mundo ficticio donde nos podíamos querer.

Mi autodestrucción y mi forma de despertar fueron por ella, por el daño que le hacía a alguien que no lo merecía, sería tan tonto arrepentirme ahora, pero lo hago todo el tiempo.
Fue culpa de ambos y acepto que pude parar antes.

Pero así termine.
Así me hirieron y así herí.
Me convertí en el tipo de persona que nunca quise ser.
Y esto no fue un acto de amor, sino una búsqueda egoísta para sentir algo.

Melancolía de otoñoWhere stories live. Discover now