45 Vamos A Casarnos, Jungk-

44.7K 6.8K 2.8K
                                    


Cuando Taehyung despertó, se encontró a Jungkook durmiendo plácidamente, con su rostro demasiado cerca y sus respiraciones chocando.

—R-Regresaste a casa Jungkookie... —susurró.

Se sentó avergonzado y observó su mano. Ésta tenía una cortadura que aún no sanaba. Era lógico que una herida causada por algo espiritualmente puro tardará en sanar en un demonio. Y todo seguía siendo su culpa.

Taehyung lloró, despertando con eso a Jungkook, quien estiró su mano hasta llegar a la mejilla del castaño y así llamando su atención.

—¿Qué pasa Tae? ¿Otra vez llorando? —se burló.

—¡Perdón Jungkookie! ¡Hice que te lastimaras!— sollozó con la cabeza gacha.

—¿Eh? ¿Algo cómo esto? Sanará, no te preocupes. A mi sólo me importa que estés bien. —dijo con calma. Taehyung alzó la vista hacia él, la mirada que Jeon le daba era tan dulce que podría morir ahí mismo y sabía que moriría feliz.

No se detienen.
Están fluyendo y no se detienen.

—... Te amo —colocó su mano sobre la de Jungkook en su mejilla. —Tae te ama, Kookie. Te amo muchísimo.

Jungkook se apoyó sobre su brazo y sonrió. —Sí, lo sé.

No, Jungkookie.
Jungkook, date cuenta, por favor.

—No. No de esa forma... —apretó su agarre.

—¿Tae? —su sonrisa se esfumó al ver a Taehyung en ese estado y notando que comenzaba a temblar.

—Jungkook, Tae te a-

—¡Buenos días, Jungkook! —de la nada, Yongsun cayó sobre Jeon, sacándole un jadeo de dolor.

—¡Jungkook-nim! ¡La señorita Yongsun está aquí para verlo! —Jimin entró rápido al cuarto.

—SÍ, YA ME DI CUENTA.

—S-Señorita... —Tae se había corrido hasta el borde de la cama para no ser aplastado por la rubia.

—Oh, perdón por interrumpir, pero oí que finalmente Jungkook aceptó.

—PIERDETE, SAL DE ENCIMA.

—¿Aceptó qué? —Jimin curioseó.

—Ah... Olvidé decírtelo anoche... —sonó despreocupado —... Voy a casarme con ella.

Si el corazón de Taehyung se había roto aquella vez que los vio besarse, ahora mismo, aquellos pedacitos se rompían en nuevos pedazos.

[...]

—¡¿Cómo que vas a casarte?! —Jin llenó la sala con toda su voz.

—Sí, con ella. —La rubia se pegó a su brazo cual garrapata.—¿Qué tanto les sorprende? Después de todo, estábamos comprometidos.

—¡Sí. Pero, ¿por qué justo ahora?! — Acaso no se dio cuenta de lo perdidamente enamorado que estaba Taehyung. ¡El estúpido sería el último en enterarse!

—¿P-Pero y Taehyung? —la peliazul habló desviando la mirada hacia el menor, quien estaba con la mirada totalmente ida y mirando a algún punto del suelo.

—Pues, justamente esa es la condición que el viejo me puso.

—¿Eh?

— "Si aceptas, dejaré de meterme con el pequeño Taehyung" eso fue lo que dijo. Debía casarme con Sun inmidiitiminti. —sonó algo molesto. — Así que, acepté.

Una flor para un demonio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora