-¿Él?- La animo. Suelta mis manos, eleva las suyas  al aire restando importancia. -No, dígame. ¿Le paso algo?- Continúe  animandola. Pasaron segundos hasta...

- Me pregunta por ti cada vez que voy...- Trague ante sus palabras. No sabía que decir así que no lo hice. -Él no quería que diga eso...- Sonríe. -Conociendolo sé que no quiere que pienses que le importas o algo así, se hace el duro. Así es él- Vuelve a reír. Llevé las puntas de mis dedos a mi boca algo nerviosa, parece ser que ella lo nota. -Sé que ustedes tuvieron su historia...- Esas palabras bastaron para que mi vergüenza aumentará. - Me habla tanto de ti que terminó contándome algunas cosas... No lo había visto tan ilusionado con alguien. Ashley, a pesar de que Erick sea... lo que sea, tiene sentimientos. Créeme que tiene los sentimientos más puros...- Le corte.

-No quiero hablar de esto señora, por favor- Solté. Ella entendió ya que  asintió sonriente.

-Nunca tuvimos está conversación- Me guiño el ojo. Sonreí. -Ya Sabes, mañana temprano... Por favor- Asenti.

Ambas salimos de la habitación dejando a la niña dormida. Yo tenía que ir a casa, asi que eso hice. Por suerte la madre de Erick me llevo.

Le agradecí y saque las llaves de mi bolsillo trasero, abrí la puerta principal y entre en silencio. Era algo tarde de la noche, todo estaba en completo silencio y había poca luz. Mi madre estaba en sus viajes, como siempre. Paul quizas ya estaba dormido y Andrus de seguro a de andar en las peleas... Si, aún estaba en eso. No le vasto todo lo que vivimos. Pero lo dejamos, mamá sabía y no es que estuviese muy conforme con aquella notícia. Pero tampoco opinaba mucho, yo si. En cambio Paul, no opinaba para nada. Tampoco lo delató con sus superiores al enterarse de ello.

Todos agradecidos eso.

Iba a subir las escaleras, pero un ruido en la cocina llamo mi atención.  Frunci el ceño mirando hacía aquel lugar. Trague seco, las luces estaban apagadas. Me asusté un poco, saque mi móvil para encender el foco. Me acerqué sigilosamente hacía la cocina, me escondi tras la pared antes de entrar allí. Encendí el foco de mi celular y enfoque el área.

¡Mierda!

Me arrepentí, sentí vergüenza ajena ante tal escena. Mi hermano y Lianna estaban a punto de hacer sus cosas acá... Estaban tan concentrado que ni siquiera se percataron de mi, siquiera del foco del mi celular. Rápidamente encendí la luz viendo con más claridad... Ambos se sobresaltaron.

-¿¡Qué mierda!?- Exclame.

Andrus rápidamente sujeto sus jeans. Lianna bajo de la encimera muy avergonzada mientras acomodada su dimuto Short.

-¿No podían ocupar siquiera una maldita habitación?- Continúe.

-Aca es mejor...- Las palabras de Andrus no ayudaron en nada.

Vi a Lianna arreglar su remera y dirigirse a la despensa intentando disimular todo. Estaba avergonzada, la conocía.

-Ahsley, haces sentir incómoda a tu amiga...- Continuó el idiota de mi hermano mientras se acercaba a la susodicha y la tomaba de las caderas. -Ya vete...- Abrí la boca con sorpresa.

-Es mi casa, Andrus- Y él ignoró mis palabras. Lianna se alejó de él y me miro apenada. -Solo...- Su cara me hizo sentir mal. Suspire. -Solo no aquí, joder, es repugnante tener la imagen de ustedes dos haciendo esas cosas- Concluí. Me iba pero las palabras de mi hermano me detuvieron.

ERICK WILLIANSWhere stories live. Discover now