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ASHLEY.

Todo esta más que tranquilo, hay un inmenso silencio en toda la habitación. Me levanto de la cama con un dolor de cabeza enorme gracias a todo lo que tome ayer.

–Ashley...– El grito de mi madre al otro lado de la puerta ocasiono que el dolor de cabeza aumentara aún más.

No respondí, solo me levante de la cama caminando hacía la puerta.

–¡Tu hermano...!– Al escuchar el reproche de mi madre la interrumpi de inmediato.

–¡Podrías hablar bajo!– Eleve un poco la voz. –Tengo jaqueca– Concluí. Salí fuera de la habitación. Escuche los pasos de mamá tras de mí.

–No permitiré que salgas otro día– La voz de mi madre es molesta. Baje rápidamente las escaleras, fui directo  a la cocina en busca de una pastilla y agua.  –Ayer llegaste toda borracha. Tu amiga Lianna igual. Si no es por ese chico Zack...– La interrumpo.

–Es Drack– Digo. –Y Mamá, ¿Podríamos hablar más tarde de todo lo que paso anoche?. Ahora no estoy de ánimos– Me tomo la pastilla junto al agua.

–Bien – Son las únicas palabras que pronuncia mi madre. Corro a las escaleras pero me detengo al escuchar sus pasos detrás de mí.

–¿Ahora que?– La enfrentó.

–¿Donde quedaron Leo y Andrus?. No los ví llegar con ustedes tres anoche. Mira la hora y Andrus no llega– Frunzo el ceño ante sus palabras.

¿Que había pasado con Leo?

Esa pregunta inundo mi cabeza. No volví a saber más de él después de que se esfumo de mi lado para ir al baño...

–Mamá hablamos de todo eso luego, a lo mejor Andrus durmió en casa de Leo– Ella me ve con mala cara, hago una mueca. –Por favor, hablemos luego– Y sin esperar respuesta, camine directo a mi habitación.

Me acomodo en mi cama abrazando una almohada.

–Ya no tomes más Ashley...– Grita Lianna por sobre la musica.

Pequeños flashback invaden mi mente ocasionandome unos insignificantes dolores en la cíen.

–Te decía: Mi nombre es Robert, un gusto Estrechamos nuestras manos.

Poco a poco, pequeños recuerdos de la fiesta invadían mi mente. Me levanto de la cama y me dirijo a la bañera para darme una relajante ducha... Estando en el baño, me deshago de la pijama y entro a la tina. Abro el grifo dejando correr el agua por todo mi cuerpo. Por suerte mi hermano pudo arreglarme la regadera. Sí, obvio fue a cambio de algo: los pancakes.

Mientras el agua recorría mi cuerpo los recuerdos de la fiesta de anoche volvían a mi mente...

FLASHBACK.
–Oye, Iré con Drack a bailar... Ya vengó Lianna me guiña un ojo, yo sonrió. –No te muevas de acá, Leo debe venir encamino– Los veo irse y mezclarse con los demás en la pista de baile.

ERICK WILLIANSWhere stories live. Discover now