Muérdeme | Chriserick (Terminada)

¨Capitulo 2¨

El Sr. Francis le dijo que escogiera un escritorio y yo lo miré con los ojos entrecerrados mientras se abría paso por el aula, pasando por algunos escritorios vacíos. Se dirigió al asiento junto a Emily y le sonrió, ignorándome por completo como si no estuviera a un escritorio de distancia y le lanzara dagas.

"¿Te importa si me siento aquí?" Preguntó, su voz agravantemente dulce. Emily le devolvió la sonrisa y negó con la cabeza.

"No, para nada", dijo. Al mismo tiempo, dije: "Sí". Se volvió hacia mí con esa sonrisa exasperante y, de repente, los papeles se invirtieron. Mientras estaba sentado tenso en mi asiento, él estaba calmado donde estaba, con una ceja levantada como diciendo '¿Qué vas a hacer al respecto?'

"No te estaba preguntando", dijo finalmente, encogiéndose de hombros. Luego se sentó junto a Em y tuve que agarrarme al borde de mi escritorio para evitar saltar sobre él. Por alguna razón, cada parte de mi cuerpo me gritaba que atacara. Tenía la sensación de que, si no estuviéramos en un espacio público abarrotado, probablemente lo habría hecho.

Era medianamente consciente de que cada par de ojos en la clase estaba sobre nosotros. Nadie se había perdido ese pequeño desacuerdo. Incluso si no lo hubieran visto, la tensión entre los dos era espesa en el aire, llenando todo el aula. Treinta o más caras sorprendidas nos miraban a los dos por una razón obvia Yo era Erick Brian Colón. Yo era el tipo con el que la gente evitaba el contacto visual cuando pasaban por los pasillos porque era lo que llamarías intimidante.

Sin embargo, aquí estaba Christopher, ni siquiera en fase por mi hostilidad. "Está bien, clase", chilló el Sr. Francis. "Como todos saben, ¡hoy comenzamos nuestro primer gran proyecto!"

Su voz sonaba con falso entusiasmo, que casi lo compadecí. "Originalmente quería que todos trabajaran en tríos, pero habrían un par de grupos de a 4 o de parejas y seria injusto, así que pensé que cuatro serían más simples. Ahora, sin embargo, dado que tenemos al Sr. Christopher en nuestra clase, hay treinta y tres de ustedes! Perfecto para los trios! "Para el proyecto, a cada grupo se le asignará una obra de Shakespeare. Ustedes serán responsables de leerlo en su propio tiempo.

Sé que la mayoría de ustedes ya ha leído muchas de sus obras, por lo que puede estar adelante. Su grupo necesitará para analizar el texto para tres cosas específicas: escenario, caracterización y tema. Luego, usted será responsable de escribir su propio juego breve que refleje esas tres cosas. Los personajes y la trama deben ser completamente diferentes, pero deben estar en el mismo entorno y transmitir el mismo tema, y ​​los personajes deben tener rasgos similares. Distribuiré hojas con la rúbrica y las instrucciones más precisas. Ahora, Les daré dos minutos para formar grupos. ¡Traten de trabajar con alguien con quien no hayan trabajado antes! Antes de que ella hubiera terminado de hablar, la gente comenzó a pararse y moverse hacia sus amigos. Nunca entendí por qué los profesores dicen todo el asunto "trabaja con gente nueva" cuando nos dejan elegir grupos. Seguramente sabían que sus palabras serían ignoradas por completo.

¿Por qué molestarse en intentarlo vi como dos chicas se acercaban con bastante confianza, balanceando sus caderas mientras caminaban. Emily se encogió en su silla cuando uno de ellos le dirigió una mirada no tan sutil, como si dijera 'retrocede'. Por un momento, ambos miraron hacia atrás y hacia adelante entre Christopher y yo, como si estuvieran tratando de tomar una decisión.

"Oye, Erick", dijo una de ellas, Jessica, finalmente, con los ojos centrados en mí. Solo sabía sus nombres porque eran algunas de las "chicas populares". Con la forma en que golpeó las pestañas y jugó con su cabello, era obvio que estaba coqueteando conmigo.

No estaba demasiado sorprendido; siempre fueron las chicas populares las que pensaron que tendrían algún éxito.

"Me preguntaba si tal vez te gustaría trabajar conmigo y con mi amiga". Ella asintió con la cabeza hacia la chica a su lado, Gwen, que sonrió y golpeó sus pestañas falsas. "Sé que Emily es tu compañera habitual de proyectos, pero, oye, siempre es bueno probar cosas nuevas, ¿verdad?" Tenía una cantidad molesta de confianza en sus ojos, como si supiera que no sería rechazada.

"No soy realmente un fan de probar cosas nuevas", dije inexpresivamente. La chica se desinfló visiblemente y se sonrojó por la vergüenza. No me sentí mal en lo más mínimo cuando me volví hacia Emily con una sonrisa.

"¿Serás mi compañera?" Em puso los ojos en blanco, pero asintió sin embargo, supe que al menos sentía cierta satisfacción por mi descarado rechazo. Emily no era fan de Jessica, Gwen o ninguna de las chicas de su pequeño clan.

"Christopher, ¿verdad?" Jessica se volvió hacia Christopher como si no hubiera sido rechazada hace un segundo por mí. Guau. Christopher asintió cautelosamente mientras ella apoyaba sus palmas en el borde de su escritorio y se inclinaba hacia adelante levemente. "¿Qué hay de ti? ¿Quieres trabajar con nosotras? Puedes venir a mi casa después de la escuela para que podamos ... comenzar", dijo sugestivamente. Christopher le sonrió y se inclinó hacia adelante en su asiento para que estuvieran a centímetros de distancia.

"Suena divertido", dijo, sonriendo. "Es una lástima que me tenga que perder de tu compañía, sin embargo. Tenía la esperanza de trabajar con Emily aquí", se volvió hacia Em con una ceja levantada en cuestión, ignorando por completo a Jessica mientras ella resoplaba indignada.

Em me miró con ojos grandes y preocupados y le di una mirada que claramente decía: "no te atrevas". Luego miró a Jessica por un momento, con el rostro enrojecido y mirándola, y supe que yo había perdido. Si había algo que Emily amaba más que a mí, era cagar a los populares.

"No veo por qué no" dijo, sonriendo. Christopher le devolvió la sonrisa, me guiñó un ojo y casi me atragantó. "Veo por qué no", susurré. "Siempre puedes trabajar con nosotros", intervino Jessica.

Enfadado con su desesperación, silbé, "Piérdete". Jessica y Gwen resoplaron y se marcharon, atrayendo la atención de algunos compañeros de clase.

"¿Tienes algún problema por trabajar conmigo?" Christopher preguntó inocentemente, pero el desafío estaba allí en sus ojos. De ninguna manera en el infierno iba a decir que sí y darle esa satisfacción.

"Por qué, por supuesto que no", le dije, mi dulce voz, dulce.

"Bien clase", habló el Sr. Francis. Después de unos momentos, la charla se calmó y el continuó. "Cuando diga sus nombres, me dicen quién está en su grupo!"