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Jungkook miraba por la ventana a lado de su pupitre, escuchando con aburrimiento la clase de literatura clásica.
—¡Joven Jeon! Si parece tan aburrido es porque ya debe saber esta parte de memoria, ¿no?— Grito furioso el profesor.
Jungkook se levanto sin ganas, miró al profesor a los ojos mientras recitaba a la perfección el poema, sin necesidad de ver ni un momento el libro.
El profesor aclaro su garganta y sin decir nada más continuo con la clase.
—Ja, tonto.— Susurro Jungkook.
Tomo asiento y sin disimular recosto su cabeza en el pupitre viendo hacia la ventana, era una tarde nublada y comenzaba a llover.
Jeon poso su mirada en un extraño cuervo que lo había estado mirando fijamente desde hace un rato.
—¿También estas aburrido?— Susurró viendo hacia el cuervo.
Sí...
Un escalofrío lo recorrió cuando escucho esa profunda voz en su cabeza.
Miro a todos lados y nadie parecía fuera de lo normal, sus compañeros prestaban atención a la clase o hacían otras cosas.
¿Asustado caramelito?
Jungkook sintió terror, bruscamente se levanto de su asiento atrayendo todas las miradas hacia él.
—Me tengo que ir...
—¡Joven Jeon! Que sea un genio no justifica que pueda irse de mi clase cuando le plazca.
Jungkook no escucho, paso de largo y antes de salir del salón volteo a la ventana. En cámara lenta vio a un hombre de apariencia joven que lo miraba fijamente, blanca piel como la nieve y cabello tan negro como la noche, sentando en la rama del árbol donde antes estaba el extraño cuervo.
Jungkook salió jadeando corriendo al baño.
—Jugar tantos videojuegos me esta afectando, estoy alucinando.— Dijo mientras mojaba su cara y trataba de regular su respiración.
Cuando abrió los ojos y se miro al espejo se horrorizo, todo le daba vueltas, estaba tan mareado que se sostuvo fuertemente del lavabo.
—¿¡Qué esta pasando!?— Gritó.
Abrió los ojos lentamente, pero... Todo a su alrededor estaba oscuro, no había nada más que una profunda oscuridad.
Jungkook no era un chico miedoso, pero ahora mismo estaba más que asustado, no asimilaba si estaba teniendo una pesadilla.
Una risa burlona lo puso en alerta.
¿Estas asustado?
Jungkook no podía hablar, no sé podía mover, estaba paralizado.
—Hola humano...— Dijo una voz profunda y ronca.
Antes de que la criatura se dejara ver Jungkook cayo inconsciente.
