Life

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— Hey —sonreí, Force me dejó pasar.
— Traje esto... —le di la bolsa con gomitas que había comprado en mi parada en el supermercado.
— ¿Y Tania y Javi? —buscó detrás de mí.
— No vengo de casa... —dije, Manuel pareció entender.
— Vienes de casa de Damián, ¿Cómo está? —salio de la nada Ginés. Me sonrío.
Se notaba que estaba un tanto ebrio, como si hubiese tomado unas dos cervezas y le hubiese pegado el aire.
— Bueno... Sí, vengo de ahí. —respondí incomoda— y Damián... No creo que esté bien... —hice una mueca.

— Tania y Javier no vienen, han llamado a Tania del trabajo y han tenido que ir a atender ese problema —Manuel cambió el tema.
— es una lastima... —rasqué mi cuello.
— ¿Quieres llamar a Damián para que venga? —me apuntó Ginés. Rodé los ojos
— ¿No crees que es suficiente con el tema de Damián? —me alejé de Ginés un poco.

— Iré a comprar frituras al supermercado, no se maten el uno al otro, por favor —dijo Force y salió de casa.
Me puse de pie dispuesta a encerrarme en la habitación de Manuel.

— Elisa —me detuve, suspiré y lo miré con detenimiento— Lo lamento.
— No te preocupes, está bien —corté el tema.
— No quería que me vieras así —se apuntó a su mismo— pero no resistía la idea de verte aquí con él...
— Damián y yo no somos más que amigos... Y creo que ya ni eso —murmuré lo último para mi— así que puedes dejar de beber —le di la espalda.

Me tomó del brazo. Sentí una chispa, como antes.

— Creo que estoy muy enamorado de ti... Y me siento como un idiota al no hacer nada para tenerte —se recargó en mi hombro.
— Ven, vayamos al sofá —le ofrecí y lo jale hasta la sala. Me senté y en seguida tenía su cabeza en mis piernas.
— Eres hermosa, divertida, inteligente y decidida. Mis amigos te aman y mi familia cree que eres un buen partido. Me aceptas aún con los errores que he cometido... Y yo sigo sin poder recuperarte por qué soy demasiado estúpido como para hacer algo... —cubrió su cara. Limpié sus lágrimas y sonreí de lado.
— Algún día Ginés... Estaremos listos para volver... —bese su mejilla— Te quiero mucho. —acaricie su cabello.

Lo escuché suspirar, se había quedado dormido. Parecía un angelito...
Tenía ganas de besarle, pero tenía miedo de que despertase y se arruinarse todo.

Este es el capitulo 100.
Gracias por hacerme llegar hasta acá ♥️

Sᴏᴄɪᴀʟ ᴍᴇᴅɪᴀ ~ Wᴀʟʟs  (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now