|ALIVE| [Kim Taehyung x T/N] (tercera temporada)

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Ya casi era media noche, el móvil de T/N comenzó a vibrar descontrolada mente junto a esto la canción the funeral, la cual tenía destinada para Jin, sonaba; tomó su móvil y con voz somnolienta contestó:

~¿Si?~ Preguntó sin prestar verdadera atención a lo que decían al otro lado de la línea ~Jin, no entiendo~ con pereza estiro sus brazos dejando la llamada en altavoz

~¿dónde estas?~ las palabras eran difíciles de comprender.

Con temor la castaña afirmó
~tomaste~ negó para si misma sabiendo que Jin lo haría después de no soportar tanto alcohol, y vaya que Seok sabía tomar ~¿estas bien?, ¿quieres que vaya por ti?~ sin pensarlo se ofreció, a pesar de todo El rubio seguía siendo parte importante de su vida

~¿dónde estas, amor?. Te extraño~ comenzó a llorar entre hipidos ~arreglemos esto pronto... extraño a mis hijos... te exsdtraño a ti...~ hablaba más lento que de costumbre y su respiración errática y con la vía respiratoria aparentemente obstruida, no en su totalidad, cargaba sus palabras de sentimiento

~dime dónde estás y estaré ahí en unos minutos~ tomó un Jersey de TaeHyung, unos tenis cómodos para correr, las llaves de su auto y corrió a la entrada mientras Jin trataba de explicar dónde estaba.

Después de unos minutos, y con Jin en el auto, T/N se dirigió la casa de sus hijos, había decidido que ese era un nombre adecuado para un lugar inadecuado; en cuanto cruzó el umbral la golpearon varios recuerdos lindos y otros no tanto, tener a él hombre con quien se casó hace más de siete años entre sus brazos de nuevo, cruzando las puertas como si fuera la primera vez, todo lo que le hacía sentir solo el pensar que en ese momento podría estar en su cama con sus pequeños viendo una película y cenando comida chatarra... todo aquello le ponía sentimental.

-¿recuerdas cuando te embarazaste de los mellizos?-arrastraba las palabras pero el mensaje era claro -el departamento no era muy lindo, perdón - dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, era su momento para comprobarlo

-Quiero estar contigo, quiero sentir tu amor, quiero estar a tu lado, y no puedo ocultar esto aunque lo intente.-intento cantar una de las propuestas de amor que vagamente recordaba

Con el ceño fruncido el mayor escuchaba atentamente lo que Im tenía por decir

-esa canción...-tomó con fuerza su cabeza sintiéndose incapaz de ordenar y aclarar sus ideas -¿alguna vez te la canté?- comenzó a tararear una pequeña parte de la melodía

El móvil de T/N vibró, un mensaje de Tae terminó con su "momento", el rubio se acostó en uno de los sillones y cubrió su rostro con una almohada

-tengo que irme -susurró la menor dejando un cálido beso en la frente de su marido, respiró profundo logrando obtener de nuevo el olor varonil tan característico de él contrario

-¿regresarás pronto? -preguntó con los ojos cerrados retirando la almohada de su rostro -los niños y yo te extrañamos, no has hablado con ellos ¿cierto?, los mellizos dicen que extrañan a su mamá y Chung-Hee lloró al no escuchar la voz de su mami - a pesar de que no parecía estar recriminándole ella no pudo evitar soltar algunas lágrimas.

-Jinnie, hablemos después, tengo que regresar al departamento -confesó sabiendo que el rubio no recordaría nada al día siguiente.

El camino fue corto, cumplió una de sus muchas fantasías: conducir a media noche Con Wildest dreams de Taylor Swift mientras llovía, era un sueño que tenia de joven y que Seok Jin había revivido con el simple hecho de verlo como un "adolescente" nuevamente.

-¿estas bien?-preguntó TaeHyung en cuanto la castaña entró en el departamento.

Por un momento la menor sintió una opresión en su pecho aún peor que hace segundos, parecía que destruía todo lo que amaba y eso incluía a sus hijos quienes de una manera u otra salían afectados, el ver a Jin destruido y a Tae con los ojos hinchados, ambos frente a ella, le hacía pensar que, tal vez, ella había conseguido destruir todo.

-lo estoy - asintió

-no lo estás, tranquila-tarareaba una canción, tomó aire y comenzó a cantar -Dime que estás triste y que te has perdido. Dime que tus lágrimas están aquí para quedarse. Pero sé que sólo te estás escondiendo. Y solo quiero verte- su gruesa voz llenaba cada pequeño espacio en el corazón de T/N y unía los pedazos que comenzaban a romperse -te amo -susurro y el corazón de la menor volvió a doler porque no tenía una respuesta a aquella afirmación.

Con una mano apretó su pecho sintiendo los fuertes latidos que hacían hasta a su cabeza punzar, respiro intentando tranquilizar el constante golpeteo y el calor subiendo por sus mejillas.

-hoy fue un largo día -volvió a hablar Tae después de saber que no obtendría respuesta alguna de la contraria -vamos a descansar

Y así fue como terminó la noche, en los brazos de un lindo pelirrojo quien seguía cantando acerca de su amor, dedicándole palabras tan hermosas que le hacían sentir mal; terminó el día entre las sabanas de una cama no tan desconocida con una persona cálida que le repetía una y otra vez lo mucho que le amaba, sus ojos se cerraron entre promesas de amor eterno y tiernas caricias.

-si algún día llegas a sentir lo mismo por mi como yo me siento por ti, prometo nunca dejarte, hacer que seas feliz a mi lado porque yo ya seré feliz a tu lado, prometo llenarte de besos todos los días y decirte lo mucho que te amo a diario. Solo promete que estarás con migo un segundo más, es todo lo que necesito.

Prometió al aire abrazando con más fuerza a la hermosa mujer que tenía entre sus brazos, porque una noche más tendría el honor de estar con la persona que ama sin ser juzgado o apartado por su marido o sus hijos, ¿acaso enamorarse de una persona casada era un error?; negando con la cabeza se dispuso a dormir olvidando aquellos pensamientos que lo atormentaban día con día y centrándose en disfrutar al máximo, porque la linda mujer entre sus brazos era una pesadilla vestida de ensueño y el no se negaría a caer en sus encantos.