Capitulo 4

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Hipo me cargó hasta entrar a la  casa donde me bajo.
Los dos no dejábamos de reír por lo que ocurrió en la fiesta que si platico tardaría mucho.

- fue chistoso cuando Jack se cayó del escenario - dijo Hipo riéndose

- más divertido fue cuando mi padre y tu padre se pusieron a llorar cuando nos vieron juntos - dije

- si... Pero ahora... Es momento de olvidar nos un poco de eso - dijo Hipo llevando me a la habitación

- que mal y a mi que me da mucha risa - dije algo triste

- es momento de que solo pienses en mí - dijo Hipo de forma romántica mientras se acercaba a mi oído

- Hipo - dije para después soltar una risa - y tú en mi ¿verdad?

- si

Llegamos a la habitación, la mamá tenía una sábana blanca debajo de una roja, encima se encontraba un corazón blanco hecho con pétalos de rosas. Me bajo y en ese mismo instante comenzaron los besos.
Aún recuerdo muy bien ese momento.

Hipo me tomo de la cintura y me acerco más a el, sus manos acariciaron mi espalda, de mis labios sus besos pasaron a mi cuello, yo solo hice mi cabeza para atrás dando le permiso para que continuará, no dejaba de besar me, sus manos fueron bajando hasta llegar a la parte más baja de mi espalda di pasos atrás para llegar a la cama. Hipo tomo mi pierna izquierda con su mano y con la otra me sostenía por la espalda, me acostó en la cama y nos volvimos a besar. Comencé a desabrochar su saco después le quite la corbata y la arroje a un lado de la cama, él se alejó un poco de mi, se quitó el saco y luego la camisa se volvió a acercar a mi cuello para besar lo nuevamente.
Yo solo disfrutaba de sus caricias, me fue quitando el vestido, yo lo ayude, forme una sonrisa y me levanté Hipo se quedó con duda solo se sentó en la cama mientras veía como poco a poco y de una manera sexy comenzaba a quitar me el vestido, hasta que quede en ropa interior, me volví a acercar a él, lo acosté en la cama, me puse encima de él y comenzamos de nuevo con los besos, yo lo tomaba de la nuca mientras él me acariciaba la espalda y piernas.

- te amo Hipo - dije entre el beso - y te voy a demostrar cuanto - dije y me separé

Comencé a besar su cuello y luego sus hombros, fui bajando mis besos hasta llegar a su cintura. Le quite el cinturón,e desabroché el pantalón y baje el cierre.
Hipo me miró muy sonrojado, solo le dedique una sonrisa atrevida, le baje el pantalón junto con su boxer dejando me ver su miembro.

- Astrid... - dijo

Yo lo ignore y comencé a chupar su miembro como si de mi paleta favorita se tratará

- Ah... Ah - soltaba gemidos Hipo

Solo sentí su mano en mi cabello.

- no te detengas - dijo entre gemidos de placer

Y seguí las órdenes de mi marido, comencé a meter y a sacar su miembro de mi boca de manera rápida y excitante.
Me excitaba cada vez que oía un gemido de Hipo, no quería parar.

- no pares... No pares - suplicaba Hipo con un tono excitado

Así estuve un rato hasta que mire a Hipo.
El me sonrió me acerqué a él y en un movimiento rápido me colocó a abajo

- ahora es mi turno - dijo

Beso mi cuello mientras hacía que mis piernas se enredarán en su cintura, después me quito mi brasier.
El me miró, miró mis pechos y luego me volvió a ver sonrojado.
Colocó sus manos en cada uno de mis pechos y comenzó a masajear los, después de unos segundos se acercó a mi pecho derecho y comenzó a besar lo y a chupar lo mientras seguía masajeando el otro.
Nuestras intimidades se encontraron y me excite más, pero Hipo no le dió importancia y seguía besando mi pecho yo solté leves gemidos e hizo lo mismo con mi otro pecho pero esta vez sus manos acariciaban mi espalda. Después de unos minutos dejo de besar me y fue a la parte principal, me quito la última prenda, miró mi intimidad y comenzó a besar la, solté leves gemidos, pude sentir como lamía mi entrepierna, sentí su lengua entrar por ella.

- Hipo... No pares por favor - dije e tres gemidos

Hundí más su cabeza, encerio no quería que se detuviera quería más y más.

- más... Por favor... Ah, ah

Hipo continuó dándome ese placer por un rato más hasta que se detuvo, me miró tomo mis piernas y las colocó en su cintura, no tuve que decir nada para que metiera su miembro entre mis piernas.
Al momento me dolió, solté un gemido muy fuerte el se acercó de nuevo a mi pecho y los beso mientras que con sus manos tomaba mi trasero y lo pegaba más a él.
Yo en ese momento no hacía nada más que solo soltar gemidos de placer, él hacía todo, sacaba y metía su miembro una y otra vez, besaba mis hombros, cuello y pechos, sus manos no dejaban de acariciar mis piernas y espalda.

- ¿te gusta? - pregunto Hipo con la respiración agitada

- me... encanta - logré decir entre el placer - me encanta mi amor - dije

Hipo continuó por otro rato hasta que por fin me dejó descansar, salió de mi y se acostó a mi lado.
Me acarició la mejilla y me dió un beso en la frente, yo solo lo abracé con mucho amor.

- por fin estamos casados... Juntos - dije - te amo Hipo

- yo también te amo Astrid - dijo Hipo

Tardó unos minutos para que me quedará dormida, Hipo se durmió primero.
Al día siguiente fue algo pesado, no quería levantar me de la cama, solo sentía un brazo debajo de mi cabeza y otro brazo tomando me de la cintura con algo de fuerza.
Me levanté poco a poco, mire la habitación y note que no era mi casa, por un momento me había asustado hasta que recordé que ya estaba casada y que anoche fue la mejor de todas... Una de tantas mejor dicho 7w7

Pasos para ser la mejor esposa Where stories live. Discover now