Giant Baby 🍫 YugBam

🍫 ¡Woah, BamBamie! 🍫

YuGyeom salió del baño después de tomar su ducha nocturna. Entró a la habitación de BamBam, donde éste se encontraba conectando la secadora.

  — Siéntate aquí, Gyeomie.

El pequeño obedeció, sentándose en la silla frente a BamBam. Éste encendió la secadora, agitándola un poco alrededor de los empapados cabellos de YuGyeom.

Después de unos minutos, el pelo de YuGyeom quedó totalmente seco. BamBam lo peinó un poco con sus dedos, sonriendo satisfecho al ver el sedoso cabello de YuGyeom peinado como siempre.

  — ¿Tienes hambre? — le preguntó BamBam al menor.

  — Mucha.

BamBam rió.

  — ¿Qué tal si me ayudas a preparar la cena? Mi mamá está por llegar y ella también debe tener hambre.

  — ¡Sí! Yo te ayudo, BamBamie.

El tailandés dejó que YuGyeom tomara su mano y lo guió a la cocina.

  — ¿Te gusta el bibimbap? — le preguntó BamBam al pequeño después de ver los ingredientes en su refrigerador.

  — Sí, pero sin huevo.

BamBam asintió, poniendo las cosas necesarias en la mesa.

  — BamBamie, ¿puedo hacerte una pregunta?

  — Sí, claro. — asintió, comenzando a cortar los vegetales.

  — ¿Por qué no te gusto?

El tailandés detuvo sus movimientos, quedándose estático después de escuchar las palabras de YuGyeom. Tragó saliva y se giró a éste, sorprendiéndose al no ver ningún cambio de humor en el menor.

Lucía realmente curioso.

  — Uh …

  — Dime, BamBamie. No voy a sentirme triste. ¡Al contrario! Sabré qué es lo que debo cambiar en mí para gustarte.

BamBam se sintió extraño. Como si le hubiesen oprimido con fuerza en pecho.

¿Cómo le explicaba algo como eso a YuGyeom? Ni siquiera había explicación.

No quería decir algo que afectara de alguna forma al menor. A BamBam le gustaba así como era, pero no era el gustar que YuGyeom buscaba.

  — Antes de responderte, déjame hacerte una pregunta. — YuGyeom asintió. — ¿Qué es lo que sientes por mí, YuGyeom?

El pequeño miró al techo ordenando sus pensamientos al mismo tiempo que movía sus pies de un lado a otro.

  — Cuando te veo, siento muchas cosquillas en mi estómago. — inició YuGyeom. — Y me siento muy feliz cuando estoy contigo. También me hace feliz pensar en ti y en lo lindo que eres. ¡También me hace feliz imaginar nuestra boda! O en como sería que besaras mi frente más seguido. Por cierto ¿podrías besar mi frente más seguido? Eso me haría muy feliz.

BamBam no sabía si reír o llorar. Y no reírse como una burla o llorar de tristeza. Sino que YuGyeom era tan inocente y adorable, que hacían a BamBam querer llorar.

  — Aw, YuGyeomie. Es que … joder.

YuGyeom ladeó su cabeza confundido.

  — Eres pequeño aún para saber lo que es el amor, yo también soy joven para eso aún. Quizá es sólo que … te agrado mucho, tú me agradas mucho y soy feliz al estar contigo.

  — Mamá dice que cuando dos personas son felices juntas, pueden casarse.

BamBam se volvería diabético en poco tiempo.