Capitulo 4: Sacrificar para Destinar

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La llegada al jardín fue desastrosa. Los columpios y las chorreras con las memorias del ayer, ahora están en pedazos en la suave grama. El aire tropical se convirtió a uno frio y tenebroso, ya que este hermoso jardín se convirtió en el campo de batalla entre el bien y el mal. Pero verdaderamente es una batalla contra el tiempo para ver quien salvará a nuestra doncella.

"¿Qué diablos te ocurre, Isael?" dijo el demonio enfurecido, mientras se paraba del piso "La iba salvar, déjame ir hacia Elisabeta y déjame salvarla."

"No; no dejaré que ella se convierta en un demonio." dijo el ángel mientras convocaba su espada.

"Ella no será un demonio, ella será mi familiar..." pero el ángel lo interrumpió.

"¡Tu compañera! Elisabeta nunca ha deseado estar contigo sola, cómo ella pudo aceptar eso."

"Porque tú nunca le diste oportunidad de ella estar sola conmigo, pues siempre la sigues como un falcón observando su presa. Lo único que ella acepto fue el deseo de vivir y de no seguir sufriendo por el cáncer que ella tiene." dijo el demonio indignado.

"Yo no tengo interés en tus opiniones, Demonio." dijo el ángel posicionando su espada para la batalla "Porque, con la voluntad de Padre, podré salvar a Elisabeta de las manos de la muerte y de las tuyas."

"¿Cómo podrás hacer eso?" dijo el demonio con una sonrisa en sus labios "Pues eres solamente un ángel guardián, uno de los muchos guías celestiales de la humanidad."

"No lo seré por mucho tiempo, me convertiré en un guerrero celestial y salvaré a Elisabeta antes que el tiempo se acabe."

"Pero dime, ¿cómo lograrás hacer eso?"

"Mandándote al fuego infernal, donde perteneces."

"Tú verdaderamente no sabes que estás haciendo." dijo el demonio enfurecido "Le estas prolongando el sufrimiento a Elisabeta y le estas acortando la posibilidad de ser salvada."

"La estoy salvando de una vida maldita." respondió el ángel.

"La única vida maldita que yo conozco es la que Elisabeta tiene ahora."

"¿Qué tú, un demonio sin emociones, conoce de la vida humana?"

"Yo un demonio conozco de la frágil y corta vida de un humano. Pero tú, un patético ángel que prefiere batallar con la única persona que puede salvar a su amiga; tú un ángel creado por un Dios que permite que la humanidad se corrompa el mismo y que camine ciego en un mundo lleno de dioses y monstruos." gritó el demonio hacia el ángel "Tú un ángel que no sabe como se siente ser humano. Ella nunca será tuya; ella nunca te aceptará como un amante ya que tú eres solo un perro que sigue órdenes."

"¡Cállate demonio!" dijo el ángel enfurecido, mientras corría hacia el demonio con espada en mano preparado a batallar. Pero el demonio esquivó el ataque, le dio una patada al estómago de Isael y después le dio un puño en la nariz. Por el cual el ángel cayó con sangre blanca en la nariz.

"Deja de estupideces Isael, déjame salvarla o yo seré obligado a mandarte donde perteneces." dijo el demonio convocando su espada hecha de los huesos de los demonios que han perecido por sus actos.

Pero el ángel no se dio por vencido y se puso de pie mientras sus alas del color piel aparecían en su espalda, para continuar la batalla. El demonio atacó primero y corrió hacia el ángel herido con gran velocidad. Cuando sus espadas chocaron, la colisión fue tan grande que el ángel cayó al piso y el demonio posicionó su espada en el cuello del ángel.

"Te preguntaré esto solamente una vez," dijo el demonio al ángel caído "¿Qué harías si yo salvara Elisabeta y ella se convirtiera en mi familiar, qué le harías a ella?"

"Yo usaría todo mi poder para cazarlos a los dos y ponerle fin a sus vidas.- respondió el ángel sin piedad."

"Entonces debo matarte antes que le hagas daño a Elisabeta." al decir eso el demonio posicionó su espada encima del corazón del ángel, para terminar la batalla. Pero antes de espetárselo en el corazón; un grito de agonía de Susana fue escuchado del cuarto de Elisabeta. Pues esta es la reacción de una madre al ver su hija en piso con cortaduras en sus extremidades por los pedazos de cristal de la ventana.

El demonio asustado dio la vuelta al escuchar el grito y cuando iba a correr hacia el grito, sintió un dolor punzante en el pecho y la espalda. Cuando miró hacia abajo, encontró que el ángel cogió su espada y se la traspasó al demonio. El demonio miro al ángel, sacó la espada bendecida y le dijo de forma enfurecida:

"Tú no vas a lograr mi muerte así." la herida se curaba rápidamente.

"Yo no deseo matarte, lo único que deseo es mandarte al infierno," al decir eso, unas marcas brillantes aparecieron en el pecho, quemando la piel del demonio con forma de cruz, el cual su alrededor tenía unas palabras en hebreo que decía: Tú, hijo maldito del Señor, sin alma, sin corazón; serás devuelto al reino Infernal. Después apareció una grieta en el suelo y mientras el demonio se hundía gritó:

"No hagas esto Isael. Elisabeta debe tener una vida mejor que la que tiene ahora y yo se lo puedo dar."

"La única vida que un demonio le puede dar a un humano, es una oscura y malévola."

"No, si haces esto nunca la..." gritaba el demonio cuando estaba bajo tierra, la grieta se cerró y el mensaje no fue recibido.

Al ángel darse cuenta que la batalla finalizo, decidió ir a Elisabeta para ver como estaba. Al llegar al cuarto se encontró a Amanda al lado de Susana, Federico y el doctor parado al lado del cuerpo casi fallecido de Elisabeta. Isael caminó hacia la cama donde estaba Elisabeta y le preguntó a Amanda esto:

"¿Qué está ocurriendo?"

"Ella está muriendo, le quedan solo segundos de vida."

"No te tienes que preocupar, ella vivirá." Al ángel decir eso, él puso su mano en la cabeza de la joven doncella y le beso la frente. En un instante la cara pálida de la joven cogió su color original, su respiración débil se normalizaba y su corazón empezó a palpitar como antes. Pero lo más importante es que el cáncer que la estaba matando se desapareció para siempre. El ángel se alejó al ver que los ojos de Elisabeta se abrían con felicidad.

"Lo lograste," dijo Amanda con un tono sorprendida. "la salvaste, eso significa que eres un Guerrero Celestial."

"Verdaderamente lo soy." dijo el ángel sonriente viendo sus alas blancas.

Pero ocurrió algo extraño, Elisabeta se sentó rápidamente, se paró de la cama y empezó a buscar a sus amigos el gato y el ángel pero no los encontraba.

"Isael, Demonio; ¿dónde están?" la joven preguntaba mientras buscaba debajo de la cama, miraba a las afueras por la ventana y no los encontraba, no los veía, no los escuchaba. "Chicos, esto no es un chiste." En realidad el ángel estaba al lado de ella, asustado al ver lo ocurrido.

"Elisabeta estoy aquí." decía el ángel asustado y preocupado al ver su amiga confundida "¿Por qué no me ves, por qué no me escucha?" decía el pobre ángel mientras se acercaba a su amiga, pero Amanda lo paró en sus pasos.

"Isael, escúchame por favor," decía Amanda con seriedad "tu amiga te podía ver y escuchar por el cáncer que ella tenía, pero como ella ya no lo tiene..."

"No me puede ver."

"Perdón Isael, pero este era tu sacrificio para que la pudieras salvar."

"¿Qué le ocurrirá a ella ahora?" dijo el ángel al ver lo que estaba ocurriendo frente sus ojos. Federico abrazando su triste hija, Elisabeta, mientras Susana decía que todo va ha estar bien.

"Ella estará bien, seguirá viviendo su vida, ira a la escuela y por fin será una adolecente normal." al decir eso Amanda dio la vuelta hacia la puerta y dijo esto "Tenemos que irnos Isael, la vida de esta joven no te debe importar."

"Está bien , vámonos" decía el ángel mientras caminaba a la salida, pero antes de salir mira hacia su vieja amiga Elisabeta y dijo esto:

"Adiós querida amiga. Espero que tu destino sea mejor que el de tu querido Demonio." y se desapareció como si nunca estuvo allí.

Pero el fin es solamente el comienzo...

Las Melodias del Pasado: Las voces del amanecerWhere stories live. Discover now