Capítulo III

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Todos los personajes son de sus respectivos autores.

"Ryuusen". Ese era el nombre de una de las mayores obras realizadas por la capital. Resultado de más de medio millón de personas como mano de obra. Uno que duró un aproximado de 7 años. Uno que generó un odio aún más fuerte contra el imperio...

"Ryuusen" resultó ser muy útil para el comercio. Cosa que permitió que el imperio ganara más poder.

En la cubierta de dicho crucero, se encontraba el dúo perteneciente a Night Raid.

Bulat estaba camuflado gracias a su teigu "Incursio"; la cual contaba con una pequeña carta de triunfo; la invisibilidad. Tatsumi se encontraba junto al resto de pasajeros, pensando si todo era algo completamente necesario. Ambos eran vigilados con cuidado por el joven que era considerado "el mejor Sekiryuutei de la historia".

En el crucero se encontraba aquel dúo; "Aniki", también llamado bulat; y Tatsumi. Este primero contaba una pequeña historia de su pasado. Una pequeña historia que describía su ingenuidad.

La historia de un antiguo miembro de las filas de la capital. Una historia donde un antiguo general llegó a ser destituido por no dejarse sobornar. Esta era la historia de un superior que llegó a ser respetado por ese asesino llamado "Bulat".

 Esta era la historia de un superior que llegó a ser respetado por ese asesino llamado "Bulat"

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—"Tu teigu... Tu rango... Todo puede ser confiscado" —Fueron las últimas palabras de aquel hombre; aquel que en ese entonces se encontraba esposado en una celda.

Ese hombre fue juzgado injustamente. Pero las cosas no iban a terminar ahí. Bulat también iba a ser considerado como un criminal, dando como resultado, la fuga de este últimamente mencionado.

Dicho relato, fue interrumpido por la limitación de aquella invisibilidad.

En cierta calle principal de la capital, se encontraba una hermosa joven peli-celeste, comiendo helado. Esta era Esdeath.

Ella esperaba un ataque suicida. Uno que nunca llegó. Este venía por parte de Leone, la asesina rubia de Night raid.

Leone quería acabar con Esdeath de una buena vez. Ella pensaba que esta sería una oportunidad que simplemente no se volvería a repetir. Ella pensó que sería una tarea simple..., pero lo que no se esperaba, es que su instinto asesino fuera tan repugnante.

Leone asechaba a las alturas, para ser más exactos, en los tejados. La hermosa rubia asechaba en su forma de bestia; aquella que llega a ser otorgada por su teigu. Pero como todo animal, era más susceptible a comprender la brecha que había entre ellas. El olor que desprendía Esdeath... El instinto asesino... Le pedía a gritos "huir" del lugar. Su lado animal le insistía que no había oportunidad alguna.

Ante la decisión de Leone, Esdeath suspiró. La joven peli-celeste quería probar nuevos métodos de tortura, pero lamentablemente, su oportunidad había huido.

—Esto es delicioso —comentó Esdeath—. Cuando esta misión haya terminado... Traeré a esos tres aquí para probarlo.

¿Quién diría que esa promesa nunca se cumpliría...?

Esta historia es un mero caprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora