C A P I T U L O. 6

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-¿Desde cuando cuidamos a un doctor? ¿No debería ser lo contrario?- escuche a lo lejos los murmullos -Además, ¿este no es...?- abrí los ojos poco a poco.

-El te salvó la vida, ahora le salvamos la vida, además estaba en un lugar de investigación y quiero saber porque- seguía escuchando.

-Deja veo ¿Quieres saber por que estaba en un bar al igual que casi cincuenta personas más? Eso es más que obvio ¿No?- me senté en lo que divise como un sofá.

Mi ojo dolía, podía sentirlo palpitar al igual que mis nudillos.

-No estaba sólo ahí para beber, te lo puedo asegurar, yo tenía una pista de ese lugar sobre un asesinato que lo relaciona ¿Ahora me creas que no es una coincidencia?- podía escuchar los pasos de ambas chicas acercarse.

-¿Que paso?- fue mi única pregunta al ver a ambas.

-A mi no me veas doctorcito, yo ahorita no estoy en mis horas laborales, así que mi boca es una tumba- dijo la chica que reconocí como la que fue hace unos días a urgencias.

-¿Como te sientes?- reconocí a la detective que llevaba el caso de mi hermano. -Britt, trae una bolsa de verduras congeladas- ordenó a la otra chica.

-Si, como si no tuviera nada más que hacer- se levantó quejándose un poco por el dolor. -Manda a la invalida a hacer los mandados- iba quejándose por el camino.

-Duele mi ojo y nudillos ¿Cuanto llevo aqui?- trate de mirar mi reloj con mi ojo bueno.

-Cerca de una hora, pero no te preocupes...- y fue como si me dijeran lo contrario, me preocupe.

-¡Mi hija!- fue la única razón de mi preocupación.

Trate de levantarme, sabía que mi madre la cuidadaria pero algunas veces ella tenía que salir y se supone que debería ir por ella desde que salí del trabajo.

-Tranquilo- me detuvo la detective -No puedes conducir así, debiste beber y no creo que quieras conducir con un sólo ojo- señaló mi ojo golpeado.

-No, no lo entiendes tengo una hija, no se en que pensaba al hacer esto- negué repetidas veces al ver mis errores.

¿Como le explicaría a mi hija mis golpes?

-Es verdad, no te entiendo, pero debes calmarte un poco- tomó la bolsa de verduras congeladas que su amiga le dio y con una mirada pidiendo permiso la colocó sobre mi ojo. -Si quieres yo puedo llevarte-

-Te lo agradeceria- tomé la bolsa con mis manos mientras ella se levantaba y hablaba algo con su amiga.

-Ven, vamos- tomó su chaqueta y las llaves que me imagino eran de su departamento. -Volveré en un taxi Britt- grito a la chica quien sólo asintio.

-Te pagaré el taxi- dije antes de quitar la bolsa de mi ojo -Y también esta bolsa de verduras- la volví a colocar del otro lado.

-No te preocupes, aunque si necesitaré hacerte unas preguntas- apretó el botón del elevador.

-No hay problema- entramos y en un silencio de lo más incómodo bajamos, mi auto estaba justo en la entrada.

Ella subió del lado del conductor, así que asumí que ya había manejado mi auto para traerme hasta aquí.

-Necesito tu direccion- dijo antes de poner el auto en marcha.

-Si, si claro- comencé a decir la ruta que debía seguir -Y bien... ¿Que ibas a preguntar?- seguía sosteniendo la bolsa sobre mi ojo.

-¿Que hacías en ese bar?- fue su primer pregunta.

En un principio tenía claro lo que hacia, ahora no tenía sentido que yo estuviera ahí.

-Estaba frustrado, lleno de rabia y adrenalina, creo que sólo fue... fue un impulso llegar hasta ahi- mire por la ventana -Quizás podría encontrar a alguien que vio algo ese día-

-Ese es mi trabajo- respondió simplemente. -Tenía una pista, quizás los asesinos estaban ahí, ahora con este alboroto no creo que vuelvan, estamos en cero de nuevo- golpeó el volante.









Besos. Sam. ❤
¿Que creen que sucedera?

Nota: La actualización aquí será los viernes o sábados cualquiera de esos dos días.

La historia detrás de un PADRE SOLTERO Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu