Pedazo De Plástico |Gavin900| (EN HIATUS)

Gavin y Tina

-- Sigo pensando --habló Tina-- que es raro que tú hayas sido el que me invitó a salir. Me refiero a que yo siempre soy la que lo hace y muchas veces me rechazas, pero bueno, yo entiendo que sólo a veces quieras estar con compañía, como ahora. ¿A qué se debe esta ocasión?

Estaban caminado por el centro comercial, Tina y Gavin.

-- Nada importante --respondió Gavin--. Quería despejar la mente, es todo.

-- ¿Está funcionando?

-- Pues, si sigues preguntando mierda, no funcionará nunca.

-- Lo siento bebé Gav.

-- No me digas así --reclamó con un ligero toque carmesí en sus mejillas.

-- ¿Qué película veremos?

-- Me da igual, con que no sea romántica.

-- ¡Ay vamos! ¡Esas son las mejores! En especial las que vienen del odio al amor.

-- ¿Del odio al amor? ¿Es eso posible?

-- ¡Claro que sí! Se nota que no sabes nada de romance. Del odio al amor es un gran cliché, un cliché muy bueno eso sí.

-- ¿Y en qué se basa el tema? --preguntó un poco desinteresado--. ¿Cómo es posible que pasen del odio al amor?

-- Hay un pequeño salto en esas etapas, tienen que estar dispuestos a darlo, aunque no se vea el fondo.

-- Lo encuentro estúpido.

-- Tú encuentras todo estúpido, cuando el estúpido eres tú --dijo molesta, aumentó el ritmo de sus pasos para alejarse.

-- ¿Eh? ¡Tina! --rápidamente siguió el paso de la chica--. ¿Me estás diciendo que no lo encuentras estúpido? ¿Dar un salto por querer amor? ¿Qué tal si en la otra esquina no hay amor y hay problemas?

-- Ese es el punto del romance, arriesgarse aunque todo esté en contra, arriesgarse aunque tengas miedo. Seguramente no sabes de lo que hablo ya que nunca te has enamorado.

-- ¿Tú sí?

Tina se detuvo, miró a Gavin, una expresión no descriptible.

-- ... N-no sé...

-- Creí que eras experta en el romance --burló de mala manera.

Tina se mostró imponente, con rabia, iba a reclamarle.

-- Qué sorpresa encontrarlos, detective Gavin, oficial Tina Chen.

Los nombrados miraron hacia donde procedía la voz, era Connor, y junto a él estaba el teniente Hank.

-- Lo que faltaba --exclamó Gavin de mala manera.

-- Buenas tardes --saludó Tina cortésmente.

-- ¿Una razón especial por la que se encuentren aquí? --preguntó el androide.

-- Nada que te importe, chatarra.

-- El hijo de perra quería despejar su mente, nada más --dijo Tina--. ¿Y ustedes qué?

-- Connor me obligó a venir a comprar un traje.

-- Será la boda de Markus y Simon en dos semanas.

-- ¿Dos hombres? Ay qué digo. ¿Dos androides con penes? Qué asco.

-- Lo dice el que sabe que los androides tienen penes --murmuró Hank, por lo que Tina se rió y Connor sólo lanzó una pequeña sonrisa burlona.

-- ¡Cállate hijo de puta! ¡De seguro tú ya lo averiguaste con Connor!

El androide se sonrojó notoriamente, por lo que intentó que los demás no sé dieran cuenta.

-- ¿De qué hablas imbécil?

-- ¡Ay vamos Hank! Eres el único que no se da cuenta que un androide te tiene ganas.

-- H-hey Hank ya tenemos que irnos...

-- Espera Connor, deja que este imbécil se explique.

-- No es necesario... Vámonos... --decía el androide

-- Sí --habló Tina--. Nosotros igual tenemos que irnos, Gavin.

-- ¿Qué? ¿A dónde?

-- Sólo vámonos.

Tina tomó a Gavin del brazo y prácticamente lo obligó a alejarse.

-- ¿Qué te ocurre Tina?

-- Eres un experto en querer arruinar relaciones.

-- ¿Dije alguna mentira?

-- No, y ese es el problema. Eso le corresponde a Connor. Es su decisión si decirle al teniente o no que le gusta.

-- ¿Y tú de verdad crees eso?

-- ¿Qué cosa?

-- Que a un androide le guste alguien. Son máquinas, ¿por qué le gustaría alguien? Y más encima de un humano, es aún peor.

-- Hmm... Bueno, eso de un androide y un humano sí es nuevo para mí, pero ¿por qué no sería posible? En la mayoría de películas y libros románticos los protagonistas son de sociedades distintas.

-- Sí, sociedades, no especies. Es como un humano y un perro juntos --Gavin se rió.

-- Eso ya es raro --Le siguió la risa--. Si te enamoras de una androide, te comerías todas tus palabras.

-- Pff. Eso no va a pasar.

-- A veces las palabras son las más engañosas.

-- Has estado muy filosófica este día --Rodó los ojos.

-- ¿Te molesta? Ya que no está a tu nivel --Sonrió burlona.

-- No necesito estar al nivel de esa mierda... Hey ya se me ocurrió qué ver.

-- ¿En serio? ¡Vamos!

Tina corrió como una niña hacia el cine mientras Gavin, sonriente y caminando rápido la seguía.

...

-- Connor ¿tú sabes a qué se refería el imbécil de Gavin? --preguntó Hank.

-- Mejor concentremonos en encontrar un traje para usted teniente, ya llevamos varias horas y aún no se ha decidido.

-- No me gustan los trajes Connor. Elígeme cualquiera, me da igual.

-- Yo no puedo elegir por sus gustos, teniente. Por favor, sólo elija el que más le guste.

Hank soltó un bufido.

-- Bien. El de la segunda tienda.

-- Excelente. Iremos a comprar ese.

Se dirigían hacia el lugar, caminando tranquilamente.

-- Aún no me respondes si sabías a qué se refería Gavin --dijo el mayor.

-- Eso no tiene importancia, teniente. Pero si tanto quiere saber, no, no sabía a qué se refería, lo siento.

-- Hmm... Es un imbécil, es lo único que sé de él. Oye Connor, ¿y cómo fue que ese Markus y el tal Simon están juntos? No tenía ni idea, yo creí que estaba de pareja con esa androide de cabello bonito.

-- ¿North?

-- Creo que sí... --respondió con cara de no tener idea.

-- Pues, siempre noté que a Simon le gustaba Markus, pero no sé cómo éste se enamoró --Quedó pensativo--. Se lo preguntaré en alguna ocasión.