Capitulo 3: Fantasmas del pasado

132 29 19
                                    

―¡¡Lucas!! ―Exclamó Claus pateando la puerta de su habitación para verificar que su hermano estuviese ahí.

Pero no había rastros del rubio por ningún lugar y sentía la rápida necesidad de encontrarlo después de lo que él mismo le había contado la noche anterior sobre Ness. Debía ir en busca de esa persona idéntica a Ness  o asegurarse al menos que no se trataba de él, pero de todos modos había que echarlo de su hogar antes de que Lucas lo viera.

―¡Hey, hey! ―Se quejó alguien al ser golpeado con el cuerpo de Claus―. ¿Por qué no te fijas por donde corres?

Claus cayó al suelo y comenzó a sobar su cabeza de inmediato sin siquiera mirar aún a la persona con la cual se había golpeado de tal manera que lo hizo caer así de fuerte, ni siquiera para reconocerlo o ver el estado en el cual se podía encontrar el otro. ―¡¿Por qué debería darte explicaciones eh idiota?!

―Veo que no cambias Claus, venía a verte a ti y a tu hermano, pero creo que iré a ver sólo a tu hermano.

El príncipe al oír aquello de inmediato miró hacia el frente para percatarse de quien le hablaba era nada más y nada menos que el mismísimo Lloyd.

―¡Espera Lloyd! ―Exclamó Claus sosteniéndolo de una de sus muñecas antes de que el joven muchacho se comenzara a alejar.

―Claus, eres un algo irritante e inmaduro... ―Se quejó Lloyd―.Pero de todos modos te deseo un feliz cumpleaños. 

―¡De verdad que me causa mucha alegría volver al verte! ―Añadió el príncipe proporcionándole a su amigo un muy fuerte abrazo que a Lloyd casi le cuesta la respiración―. ¡De verdad que es emocionante volver a ver a un amigo después de tanto tiempo y todo lo que pasamos por culpa de Aloysius y Porky. D isculpa si me puse como un estúpido, es que no me imaginaba que eras tú.

―S-sí..., la verdad sí Claus. ¡Ahora sí e de admitir que estoy demasiado feliz de volver a verte!

Claus se separó de Lloyd y desvió la mirada mientras sus mejillas se tornaban de un carmesí color. ―¿V-viniste solo?

―¡UUUy! Sabía que eras más falso que el matrimonio de Ninten y Ana. También sabía que querías hacerme entrar en confianza para sacarme a Ninten en tema... ¡Y lo conseguiste! ―Se burló el invitado―. ¡Te ganaste un regalo! Pues toma.

Claus recibió un presente por parte de su amigo. ―¿Te crees muy gracioso?

―No, es tu regalo de cumpleaños, por cierto, si tanto te urge ver a Ninten déjame contarte lo que nos pasó en el camino.

Claus frunció el entrecejo esperando una respuesta. ―¿Llegaron juntos? Pero si yo te vi entrando solo. Estuve mirando a los invitados desde el balcón.

―Y no te niego que terminé llegando solo, pero fue por un incidente que tuvimos en el camino.

―¿Qué quieres decir con eso?

―Bueno te cuento lo que nos pasó en el trayecto; el camino era tan largo que yo me perdí y me desvié, pero de todos modos ya sé que él llegó acá antes que yo y si quieres saber donde está ahorita mismos él... déjame decirte que ha estado más de media hora encerrado en uno de los baños creo que algo le cayó pesado.

―Oh... no sé si ir a buscarlo a él o a Ne... ―Claus calló antes de decir aquel nombre por temor a que Lloyd lo catalogarse como un loco.

―Por cierto Claus, estoy segurito segurito que vi a alguien idéntico a Ness. ¡Si hasta me saludó! Y te juro que estoy comenzando a creer que era él, ¿pero eso sería algo tonto verdad?

El príncipe tomó de inmediato a Lloyd por detrás para cubrir su boca con la mano. ―Cállate que Lucas o Kumatora pueden estar escuchando y no quisiera que se hiciera falsas ilusiones en caso de que solo sea un idéntico a ese bueno para nada.

—¡Auxilio! —Gritó Lloyd apenas sintió a Claus tirando de su mano.

—Escúchame cuatro ojos —masculló el príncipe en forma de amenaza—. Me vas a ayudar a sacar a Ness de mi hogar, ¿Me oyes bien?

—¿P-pero por qué y-yo debo ayudarte? ¡Ness está muerto Claus estás enfermo!

—Fantasma o doble lo que sea que vi y tú también ahora no te hagas, a ese estúpido no lo quiero ver en mi hogar y debemos asegurarnos de no arruinar el cumpleaños de Lucas..., ni el mío.

—Tú lo estás arruinando más bien dicho.

—¡Así que me vas a ayudar o ya verás lo que te sucederá!

Lloyd observó a todas las direcciones en busca de alguien que pudiese sacarlo de ese aprieto. Miró a través de una de las grandes ventanas la cual estaba abierta y pudo identificar a quien era su amigo el príncipe de Podunk.

—¡¡Ninten ayúdame por favor Claus me quiere matar está loco, auxilio Ninten rescatarme por favor!! ―Exclamó este, pero la distancia impedía que Ninten oyera algo.

Claus se acercó de inmediato al joven para mirar desde el balcón al príncipe Ninten, por fin lo podía ver.

—L-Lloyd... —dijo sacudiendo la cabeza para volver al tema y no pensar en otra cosa—. Escúchame Lloyd... si tu tuvieras un hermano como yo en mi caso... y-y b-bueno yo...

—¿Qué sucede? ¿Qué es lo que me tienes que decir?

—Lucas me confesó algo muy horrible anoche... algo que Ness le hizo en ese tiempo que estábamos en Podunk. Yo sólo quiero evitar que a mi hermano le vuelva a pasar algo así.

—Entiendo Claus, ahora lo comprendo, eres su hermano y siempre vas a querer lo mejor para él y sí, es mejor que Lucas no vea a ese... ¡Cielos Ninten cuidado donde caminas! —Chilló el joven al ver como Ninten caía al suelo.

Ambos fijaron sus vistas en el príncipe de Podunk el cual ya hacía en el suelo, había tropezado con el mismísimo fantasma de Ness, ¿pero era acaso un fantasma o era tan real como se veía? Los dos quedaron estupefactos al ver y comprobar cómo Ness le tendía una mano al príncipe que había caído sentado.

Ninten tenía sus ojos abierto como platos, lo que reflejaba su asombro tras aquel inesperado encuentro. Su rostro rápidamente se puso de un color pálido y Claus junto con Lloyd pudieron notar.

—Sí, efectivamente es Ness... —musitó entre masculló el príncipe ejerciendo presión en sus nudillos.

—Sí lo es. —añadió Lloyd en el mismo tono—. definitivamente es Ness, Ninten actúa como si hubiese visto un fantasma.

Ambos continuaron observando al par de azabache y Ness procedió a hacerle reverencia al príncipe que se encontraba frente a él. Ninten comenzó a verse algo más calmado, parecía decirle cosas que Lloyd y Claus no podían descifrar y eso los puso inquietos. 

—¿Claus tú crees que sea por el efecto del deseo que Lucas quería? ―Lloyd indagó.

—No hay duda, es que no hay otra explicación de cómo puede estar otra vez aquí, pero yo me encargaré de regresarlo de donde vino... debajo de la tierra.

Lloyd estaba más atento a lo que Ninten y Ness hacían e intentaba leer sus labios, aunque era casi imposible saber lo que decían por la distancia en la que se encontraban, sin embargo fue testigo de cómo Ness le entregaba una pequeña cajita al príncipe Ninten para luego retirarse e ir por otro camino. 

Utopía del PríncipeWhere stories live. Discover now