- ¿En tu baile?- Paulo sabía lo importante que son para las chicas esas cosas.

-Sí, fue la novatada del baile, mi foto salió en el periódico escolar y mi fe en el género masculino se perdió.

-No debes de generalizar y meter a todos en la misma categoría, sé que ellos te dañaron pero entiende que no todos los hombres son iguales...

-No Paulo, todos son iguales, solo les importan su número de conquistas o la cantidad de rechazos que han hecho...

-No Oriana, no todos son iguales. Yo jamás utilizaría a una mujer para dañarla en uno de los momento más importante de su vida...

-No te das cuenta ¿cierto?, todas y cada una de las amantes que has tenido fueron utilizadas y botadas; dime ¿cuál es la diferencia?

-Ellas sabían lo que les podía dar, nunca pidieron más.

-Hasta donde se Antonella te pidió más, mucho más y corrió la misma suerte.

-Ella es diferente Oriana, Antonella y yo estamos podridos en alma, ella sabe lo desgraciado que puedo ser y yo lo perra que ella es. Los dos estamos conscientes que jamás podríamos ser felices juntos.

Oriana lo miro sin entender, ella no sabía por qué Paulo tenía esa imagen de él.

-Paulo, tu no estas podrido- tomo su cara y lo miro directo a sus ojos- mira lo que has hecho por mi hija y por mí...

-Soy como el, Oriana; toda mi vida le he huido al amor. A ese sentimiento de dependencia hacia las personas; pero no lo he logrado- susurro pesando en sus padres y su hermana- y ahora temo hacerles daño como él- dijo derrotado.

- ¿Quién es él, Paulo?

-Mi Padre; él nos amaba a mi madre y a mí; pero... su amor lo hacía ver cosas que no eran; él nunca se controló y todos pagamos las consecuencias.

Oriana tenía miedo de preguntar, pero necesitaba saber que había pasado en la vida de Paulo.

- ¿Qué ocurrió?

-Él fue quien la mato Ori, él pensaba que ella lo engañaba pero mi madre lo amaba tanto que sería incapaz de hacerlo; el llego a casa borracho, estaban discutiendo cuando él se acercó a la cómoda donde guardaba su arma. Le disparo a mi madre frente a mí.

Sintió el aire salir de golpe de sus pulmones ¡Por Dios!, ella se lanzó a abrazarlo; estaba en shock con la noticia.

-No pude hacer nada para evitarlo- continuo con la cabeza enterrada en el cuello de ella- desde entonces me he culpado de no haber podido hacer nada.

-Paulo; ¡Por Dios! Eras un niño, tú no tienes la culpa de lo que paso.

Lo sintió respirar entrecortadamente y lo abrazo con más fuerza. ¡Eso era horrible! Oriana no podía creer tanta maldad.

- ¿Sabes?- dijo después de unos minutos- tu hija me ayudo a entender eso. Me ayudo a comprender que no fue mi culpa.

Oriana se confundió con esa afirmación, ¿Que hizo Mía?

-Me siento identificado con ella; Oriana, ella no tuvo la culpa que su madre muriera o que su padre las abandonara...al igual yo no tengo la culpa de lo que el mío hizo.

Ella sentía su corazón estrujarse con cada palabra que decía Paulo, ella se separó y tomo su rostro.

-Eres la persona más increíble que conozco- afirmó mirándolo a los ojos- entiendo tus miedos, pero sé que los superarás Paulo. Hay personas que han sufrido menos que tú y nunca se han logrado reponer. Pero tu... luchaste solo y lograste vencer la mayoría de tus temores- aseguro con orgullo- eres la persona más fuerte que conozco- apoyo su frente en la de el- alguien como tú no puede estar podrido acá- coloco su mano sobre su corazón.

Casada con mi jefe | Dybatini - TERMINADAWhere stories live. Discover now