ROGER
Esto no podía seguir así, no podía dejar que mis problemas en la cancha afectaran a mi relación con Eli, le jure a Marc que no volvería a hacerle daño y eso haré.
-Feliz cumpleaños amor-hablo ella abrazándome por la espalda.
-Gracias mi vida-acto seguido me gire y la bese- Tengo entrenamiento hoy ¿vendrás?
-Claro que si, no me lo perdería por nada del mundo-contesto ella sonrió, con esa sonrisa que tanto yo amaba.
Después prepare mi bolsa de deporte, metí todo lo necesario y fui a avisar a Eli para irnos, pero la encontré hablando con Ana por teléfono.
-Por fin he podido hablar contigo-respondió mi novia suspirando.
Me senté en el sofá y la espere, pasados cinco minutos ella colgó y se dirijo a donde yo estaba.
-¿Que quería Ana?-pregunte mientras me levantaba del sofá.
-Las chicas han quedado para ir a ver a entrenar a Santi y como siempre me llama tantas veces no se distinguir cuando es una buena noticia y una mala-ella hizo una pequeña pausa-llame a Jesús y a Sergio, pero no me lo cogieron, pues estaban entrenando también.
-¿Vas a ir con ellas?-pregunte, no me gustaba ni un pelo que se relacionara con los del Valencia.
-No, voy a ir a verte a ti, eres más importante-admitió ella y yo sonreí.
-Me alegro de que sea así.
Los dos nos montamos en el coche y pusimos rumbo a la ciudad deportiva, esta cerca de nuestra casa, pero es demasiado como para ir andando.
Al llegar nos encontramos con Coke y su novia María, ella y Eliza eran muy buenas amigas, por lo que empezaron a hablar mientras yo y Andujar entrabamos en el vestuario.
-¡Felicidades tío!-exclamo el dándome una colleja.
-No pierdes costumbres Coke-conteste yo riendo y él se encogió de hombros.
Al entrar toda la plantilla y el cuerpo técnico me felicito, eramos todos una gran familia, en momentos como este estaba muy orgulloso de formar parte del UD Levante.
El entrenamiento transcurrió normal, me hicieron un pasillo de collejas por ser mi cumpleaños, igual al que me hicieron el día que les dije que había empezado a salir con Eliza.
Al acabar todos fuimos a darnos una ducha y a cambiarnos de ropa, ella estaba esperándome afuera tan sonriente como siempre.
-Has estado genial cariño-hablo animándome ella.
Yo le correspondí con un beso en los labios, ella siempre me ayudaba en los momentos difíciles e importantes, estaré eternamente agradecido con ella.
-Hemos quedado para tomar algo todos los del equipo ahora, ¿vienes?
-Claro-me contesto ella.
Y así hicimos, fuimos al bar de siempre, ese donde la camarera no intenta ligar con nosotros por ser futbolistas por que nos tiene ya muy vistos a todos, ese que esta tan cerca de la ciudad deportiva que podemos ir andando y así de paso saludar a algún fan que se encuentre por allí.
-Hola Bea-hablo Mayoral saludando a la camarera-la mesa de siempre.
-Ya no hace falta ni que me lo digas-contesto ella riendo.
Ella nos llevo a la mesa de siempre, Bea ya era una más de la familia, era rubia de ojos marrones, alta y delgada pero con curvas, una chica extrovertida y muy amigable a la que todos queríamos mucho.
Pedimos las bebidas y Bea se fue para buscarlas y más tarde servirlas.
-Mayo, cuéntanos sobre la chica que conociste ayer-comento García haciendo sonrojar al ex-jugador del Real Madrid.
-No somos nada todavía, se llama Carla, es bastante guapa la verdad-contesto Borja sonriendo.
-Que enamorado estas-siguió mi novia causando la risa de todo el grupo.
Pasado el tiempo Bea nos trajo la cuenta, la cual yo pague, pues era mi cumpleaños y quería invitarlos a todos.
