L.H. || l.h (Temporada 3)

Capítulo 3

Solté un suspiro ahogado, la copa de alcohol acariciaba mis labios mientras esperaba que Michael llegase con Calum y Ashton.

No era una buena idea, claro que no lo era. Estaba intentando evitar a Luke, pero así, lo único que conseguía era pensar más en él.

Vi tres cabezas moviéndose entre la multitud en mi dirección. No pude evitar sonreír cuando diferencié a los chicos.

"¡No puede ser!" Gritó Calum corriendo hacia mí, apartando a toda la gente que se ponía en su camino y abrazándome. "¿¡Viste las piedras que lancé a tu habitación, no!?"

"¡Claro! ¡Hacía siglos que no os veía!" Dije abrazando a Ashton.

Me encantaba salir de fiesta y cosas por el estilo, pero odiaba el hecho de que tuviésemos que hablar a gritos debido al volúmen de la música.

Michael se acercó a mí y pasó un brazo sobre mis hombros mientras gritaba y levantaba su vaso al aire. Entramos a todo el montón de gente, que se movía saltando y bailando al ritmo de las pulsaciones de la melodía.

Les había echado de menos, era como si acabase de terminar el verano y volviésemos a reencontrarnos en el instituto, solo que ellos habían estado alrededor del mundo, dando conciertos y haciendo felices a miles de fans.

Sonreí levantando los brazos al aire, Michael seguía apoyado en mí y saltábamos empujando a la gente, gritando la canción que nadie conocía.

"¡Voy a ir a por otra copa!" Dijo dándole un último trago al alcohol que quedaba en su vaso. Asentí y me aparté, intenté buscar a Calum o a Ashton con la mirada, pero era imposible. Había demasiada gente, además de que la oscuridad del local no ayudaba a diferenciar a las personas que bailaban como si fuese la última noche de sus vidas.

Intenté continuar bailando, pero sin Michael a mi lado no era lo mismo. Por un momento me sentí desprotegida y observada por miles de ojos.

Me giré sobre mí misma, intentando encontrar esos ojos, los ojos que me hacían sentir insegura y acorralada.

Y entonces, le vi.

Me observaba desde la planta superior, apoyado sobre la barandilla estaba Luke Hemmings. Los brazos cruzados sobre su pecho y el cuello ligeramente agachado, prestándome toda la atención del mundo.

Continué bailando lentamente, sin poder apartar la vista. No estaba segura de que fuese él, se veía demasiado distinto.

Y seguidamente, volví a sentir ese dolor en el pecho, me oprimía impidiéndome respirar. Cogí grandes bocanadas de aire, la imagen de Luke se dobló ante mis ojos. Tenía que salir de ahí, me iba a dar un ataque de pánico en cualquier momento.

Con los ojos húmedos y un gran nudo en mi garganta, comencé a empujar a la gente. Daba vueltas sobre mí misma, estaba perdida, habían demasiadas personas. Mi pecho subía y bajaba descontroladamente, no podía encontrar la salida, solo había gente, gente y más gente. Todo me empezó a dar vueltas.

Deja de llorar, joder.

Me quité los zapatos y continué abriéndome paso hasta llegar a lo que parecía ser una puerta trasera.

Lancé los tacones sin importarme el hecho de no volver a verlos y comencé a correr. Corría calle abajo, la acera del suelo me helaba los pies, pero continuaba corriendo.

Quiero ir a casa, quiero estar sola, quiero que todo vuelva a ser como antes.

Me resbalé y caí al suelo, haciendo que me sangraran las rodillas y las palmas de las manos. Pero no podía quedarme ahí tirada, Luke podría llegar de un momento a otro.

¡Levántate! Me chillé a mí misma en un pensamiento ahogado.

Me apoyé contra la pared, ayudándome a levantarme, sentía que me pinchaban miles de agujas en las palmas de las manos, mis rodillas temblaban impidiéndome continuar corriendo.

Tengo que salir de aquí, tengo que salir de aquí.

Ignorando todo el dolor que llevaba en cada pequeña parte de mi cuerpo, empecé a correr. Mi casa no estaba muy lejos, tenía que llegar en menos de un minuto.

Intenté introducir las llaves en la cerradura lo más rápido posible, como si estuviese siendo perseguida por alguien. Las manos me temblaban, pero conseguí entrar a mi casa, dejándome deslizar hasta el suelo.

¿Realmente le había visto? ¿Y si no era él? Dios, Michael estaría buscándome. Y Madison, y Elena, y Calum, y Ashton, y Luke.

¡Deja de pensar! ¡Cállate de un vez!

Escondí la cabeza entre mis piernas, balanceándome hacia delante y hacia atrás, en un intento de controlar la situación.

No puedo seguir haciendo esto, no puedo seguir huyendo constantemente. Tengo diecisiete años, joder. Es hora de poner las cosas en su sitio.

Me levanté y caminé hacia el baño, apoyándome en la pared hasta introducirme en la bañera. Seguía llevando el vestido puesto cuando el agua comenzó a subir.

No quería que las cosas fuesen así, no quería ser una cobarde que corre de sus problemas.

Cuando el agua ya llegaba a la altura de mi cuello, cerré el grifo y cogí una bocanada de aire antes de meter la cabeza en el agua.

Me relajé durante unos segundos antes de salir a la superficie de nuevo. Lentamente, me quité el vestido para tirarlo al suelo, empapándolo todo al segundo de hacer contacto.

No podía seguir huyendo de mis problemas.