L.H. || l.h (Temporada 3)

Capítulo 2

Me deslicé en el vestido amarillo que guardaba desde hacía un tiempo y que aún no había tenido oportunidad de estrenar. Realmente era una sola pieza que llegaba hasta mis muslos, no era demasiado corto ni demasiado largo. Me giré para buscar a Elena, quien intentaba encontrar algún vestido que le convenciese.

"Hay uno negro guardado al fondo del armario." Le dije mirándola através del reflejo del espejo. Ella metió la cabeza en el interior del mueble, y al cabo de unos segundos consiguió encontrar el vestido.

En cuanto se lo puso, nos quedamos ahí plantadas, inseguras de qué deberíamos hacer.

"Creo que si tú te pones este y yo ese-"

"Sí, sí." Contesté rápidamente sacándome la prenda. Minutos después, ya nos habíamos intercambiado la ropa y nos mirábamos contentas en el espejo.

Elena ya iba maquillada, pero aún así se repasó la línea de los ojos cuando terminé de pintarme.

Tragué saliva, estaba nerviosa. No iba a ir para ver a Luke, porque no quería verle. Solamente quería saludar a Michael, Ashton y Calum y pasar un buen rato con ellos.

Me apreté ambas mejillas, no estaba preparada para volver a verles, tenía miedo de cómo reaccionaríamos o de cómo saldrían las cosas.

"Elena, creo que no voy a ir." Dije desabrochándome uno de los tacones y sentándome en la silla de mi escritorio.

"Mírame." Me ordenó. "Todo va a salir bien, voy a estar a tu lado." Dijo devolviéndome el zapato que acababa de tirar al suelo.

"No puedo hacerlo." Susurré al borde de un ataque de pánico.

"Sí que puedes, y vas a hacerlo. Te prometo que intentaremos apartarnos de Luke, ni siquiera le verás a lo lejos, lo juro." Me tendió su dedo meñique, miré su mano dudosamente antes de enlazar nuestros dedos y sellar la promesa.

"De veras que tengo miedo." Dije mientras me levantaba, ya con un tacón en cada pie.

Elena se puso a mi lado y agarró mi brazo con el suyo.

"¿Ves esto? Así vamos a estar toda la noche." Me sonrió cálidamente mientras comenzaba a tirar de mí para salir de la habitación.

-

"Joder, era hora, por poco perforo el vestido con mis pezones del frío que hace." Bromeó Madison cruzando los brazos en su pecho. Estábamos en pleno diciembre, y aunque fuese Sídney, la humedad de la noche se metía por los huesos haciéndolos tiritar.

"Cállate y disfruta." Rió Elena agarrándola de su brazo libre de la misma manera que lo hacía conmigo. "Va a ser una gran noche."

"Lo que tú digas." Suspiré mirando al suelo.

Iba a serlo, claro que iba a serlo.

Llegamos a una especie de pub que no quedaba muy lejos de mi casa. Ashton le había mandado la dirección a Elena y llegamos allí en menos de un minuto.

"A ver, este es el plan." Dijo Madison colocándose delante nuestra. "Entro yo y saludo a todos, después de eso, aparto a Luke con la excusa de que me traiga alguna bebida. Vosotras entráis y saludáis a los chicos." Se aclaró la garganta antes de seguir hablando. "Y luego, os apartáis de ahí antes de que vuelva el Señor de las Tinieblas."

Elena y yo asentimos y nos despedimos de Madison, deseándole suerte.

Podía oír los latidos de mi corazón bombeándome los oídos. No estaba lista para entrar ahí y afrontar mis problemas, no podía volver a verle.

Me solté del agarre de Elena y comencé a correr en dirección por donde había venido.

No tenía ningún control sobre mí misma, solamente quería huír, desaparecer.

Fui a girar la esquina cuando me choqué con alguien. Sentí que me caía hacia atrás, pero esa persona me agarró de un brazo antes de que pudiese llegar a hacer contacto con el suelo.

"¡Eh! ¡Lleva más cuidado!" Gritó mientras me ayudaba a levantarme, observando el vaso que llevaba en la mano y asegurándose de que no había tirado nada. Lo primero en lo que me fijé fue en su pelo, lo llevaba de un tono amarillento tirando a blanco, con una raya negra que cruzaba su melena desde la frente hasta la nuca. "Por poco te tiro todo el vodka enci-"

Lo segundo en lo que me fijé, fue en que era nada más y nada menos que Michael Clifford, mi mejor amigo desde hacía tres años, al que llevaba sin ver aproximadamente un año.

"¿Qué cojones te has hecho en la cabeza, Clifford?" Reí mientras sentía que sus brazos me envolvían por la cintura, tirando el vaso de vodka y levantándome ligeramente del suelo.

"¡Joder! ¡Danielle! Voy a llorar." Dijo sin dejar de abrazarme, enlacé mis brazos a su cuello, acercándole más a mí. Su olor era el mismo de siempre, aunque ahora no llevase un tinte comprado en el supermercado, seguía abrazando de la misma manera. "Te he echado tantísimo de menos."

Se separó para poder mirarme de arriba a abajo.

"¡Mírate! ¡Estás hecha toda una mujercita!" Rió pasando una mano por mi pelo, alborotándolo. "Me has hecho tirar todo el vodka de Calum, me va a matar."

"Lo siento." Reí mirando el suelo, ahora pegajoso por el alcohol.

"¿Dónde se suponía que ibas corriendo de esa manera?" Preguntó cambiando el peso de una pierna a otra.

"Yo- Ehm. A ningún sitio."

"Luke ya está en el pub, no creo que os veáis porque hay unas quinientas personas." Dijo sonriéndome.

"No era por Luke. Tenía una emergencia."

"¿Una emergencia que ha dejado de existir al chocarte conmigo?" Rió.

"No, realmente, tengo que irme ya. Luego nos vemos." Dije pasando por su lado lo más rápido posible.

"Oh, no, no, no. Llevo sin verte casi un año, merecemos una fiesta para aprovechar todo el tiempo perdido." Dijo agarrándome de un brazo, tirando de mí mientras comenzaba a caminar de vuelta a la discoteca.

"Michael, no." Le pedí tratando de soltar su agarre.

"Michael, sí." Me contestó. "Esta noche seré tu guardaespaldas, ningún capullo de dos metros se acercará a ti mientras yo esté presente."