CAPÍTULO 2

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--Vaya, si es Kim Taehyung --dijo un chico de mediana estatura--. Verás, nuestro amigo te quiere a ti, ahora --continuó, soltando una carcajada al ver al menor fruncir el ceño ante la sola idea.

Taehyung se había percatado de que ahora no solo era el rubio, sino dos chicos que eran realmente altos detrás de él.

El pelirrojo dio la vuelta, sonriendo burlón hacia los presentes antes de acelerar el paso, y si tan solo Taehyung les hubiera dado una última mirada, podía haber notado que sonreían.

Caminó a través del campus deportivo, su corazón se tranquilizó y respiró profundo, creyendo que todo estaría bien desde ahora. Se aproximó a su casillero e intentó apresurarse, pues ya era algo tarde para su primera clase.

Lástima que fuera tumbado al suelo en los minutos próximos por el mismo idiota que lo había dejado con el cuerpo adolorido todo el fin de semana, Taehyung intentó escapar, Dios si lo intentó, pero unos brazos lo tomaron por detrás, manteniéndolo quieto en su lugar.

En un rápido movimiento, Jeon lo había golpeado contra su propio casillero, y ahora repartía besos en su rostro,  dejando rastros de saliva. Taehyung volvió a intentar, logrando que el mayor inmovilizara sus piernas, y sintiera la respiración cortarse cuando una fría mano se adentró bajo su camiseta.

Nunca antes había sido tocado tan de cerca, ni siquiera MinJae lo había hecho.

Y era suficiente.

El mayor había comenzado a besar su boca con deseo al mismo tiempo que acariciaba la suave piel del pelirrojo por debajo de la tela, dispuesto a hacerle aprender la lección. Nadie podía contradecir a Jeon Jungkook y salir ileso.

Y decir verdad, el pelinegro se había propuesto humillar al menor, sin importar si sus principios se veían frustrados en el proceso. Es decir, estaba besándolo, en realidad estaba haciéndolo; pero sería recompensarlo, de eso estaba seguro.

Un jadeo escapó de los labios del menor y este maldijo internamente al saber que todo el pasillo estaba vacío y nadie lo ayudaría.

Había sido besado y ultrajado por ese chico. Sentía tanta repugnancia que no se detuvo a rodearse con sus propios brazos cuando Jungkook se negó a seguir con aquello.

La expresión del mayor esta vez lo hizo estremecerse, había cambiado completamente a una de odio e hizo a Taehyung sentirse pequeño, solo un poco.

--¡Maldito gay de mierda! --Jeon gritó con asco--. Vaya idiota que eres, tan débil y con un cuerpo tan inútil. ¿Qué se supone que haces todavía en la aquí?

Taehyung lo miró con impotencia y levantó su puño en un ademán de golpearlo, pero el pelinegro lo evadió en el momento justo en el que cayó en cuenta de que habían lágrimas en sus mejillas. Se llevó las manos al rostro intentando que aquello pasara desapercibido, pero Jungkook sabía perfectamente que lo había hecho llorar y honestamente no podía importarle menos.

--Tan débil. Nunca dejarás de sorprenderme, ¿o sí? --sonrió burlón para luego dar vuelta sobre sus talones e irse.

Algo tan trivial para alguien como Jeon Jungkook, pero un recordatorio para el menor de que él realmente no valía nada. Se hizo un ovillo en el suelo, se sentía realmente humillado.


Jimin escuchó su móvil vibrar en su bolsillo trasero y lo deslizó fuera de su pantalón con cuidado de que nadie lo viese cuando leyó el mensaje de Taehyung .

"ChimChim, estoy destrozado"

Se levantó de su lugar, haciendo un alto en la clase y con la excusa de ir al baño, salió del amplio salón bajo la mirada atenta de BaekHyung que no creyó por completo aquel cuento trillado.

Recorrió el campo y diferentes pasillos. Cuando al fin lo dio con él, el chico llevaba las mejillas rojas y los ojos aún vidriosos.

--¿Qué pudo ser tan malo? --mirando como su amigo podía verse tan pequeño en ese momento. Tan lastimado como aquella vez.

Kim Taehyung había sido rechazado por sus padres a los apenas 15 años. Su madre no estuvo de acuerdo con que su menor hijo fuera un tanto "diferente", y su padre lo despreció por siempre haber esperado descendencia de su parte. Por ello optó por echarlo.

Fue entonces, cuando NamJoon se negó a dejarlo indefenso y decidió también dejar su hogar e ir con él. Desde ese momento su hermano se había hecho cargo de ambos.

NamJoon tenía un trabajo estable, vivían bien y Taehyung tuvo la educación que siempre habían esperado para él.

Sin embargo, los Kim lo recordaban bien, mejor aún lo hacía el menor. Todos tenían un pasado y ese había sido el suyo, aunque intentará sentirse mejor consigo mismo, le era casi imposible.

Había estado ocupado los últimos años, la secundaria y la universidad lo mantuvieron ocupado la mayor parte del tiempo. Taehyung podía ser valiente y fuerte, pero su pasado era algo de lo que nunca iba a liberarse.

Ya había transcurrido tres años y muy a su pesar, la herida había sido abierta nuevamente por Jeon Jungkook. Y Jimin era el único que podía consolarlo ahora.

Jimin tenía las manos hechas puños y los pensamientos de partirle la cara a ese imbécil no se hicieron esperar. Después de todo, era su deber como mejor amigo hacerlo.

--No dijo más que estupideces, no dejes que te afecte, Tae. Eres más fuerte que esto --el rubio limpió las lágrimas de la mejilla de su amigo, sin poder pasar por alto su camiseta arrugada.

Labios rojos y el cabello revuelto. Jimin podía asumir lo que había pasado incluso si Taehyung había omitido aquellas partes al contárselo.

--No puedes meterte en problemas, no más pleitos, ¿entiendes? --preguntó el pelirrojo, levantándose del frío suelo, decidiendo no ser una nenita y dejar de sentirse de esa forma.

Taehyung pudo saber en un segundo lo que pasaba por la cabeza de su amigo con solo verlo a los ojos y notar su mirada perdida.

--Como digas --susurró asintiendo. Ni siquiera él pudo creer sus palabras.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin