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Adrien

Que ella no sentía nada por mí, dolía. Me costaba creer que lo suyo sólo fue una locura de una adolescente y no un amor tan puro y tan fuerte hacia esa persona, más aún cuando tantas veces me había rechazado por estar perdidamente enamorada de otro.

Quizás sí me quiso de verdad, pero el tiempo cambió sus sentimientos, quizás encontró a otro que la hace sentir la mujer más feliz del mundo y la llena de amor.

Y no la culpo, para nada. Ella merece un buen hombre que la valore, que la llene de detalles, que la haga sonreír.

Esas ideas me lastiman, pensar en que yo pudiese ser aquel hombre si no fuera porque en el pasado fui un completo ciego al no darme cuenta de que estaba enamorado de dos chicas, quienes eran ella misma.

Un nudo se formó en mi garganta al verla alejarse de mí, sin siquiera importarle la lluvia que aún caía.

—¡Espera!– exclamé para que se detuviera.

Me acerqué a ella con lentitud, con la respiración agitada.

La tomé de los hombros y apoyé mi frente contra la suya y le abrí mi corazón.

—Pues yo sí estoy enamorado de ti. Desde siempre lo estuve, solo que tardé en comprenderlo. Tardé demasiado– vacié mi interior, sintiendo ganas de llorar.

—Adrien yo...– no quería oír lo que me pudiera decir por temor a que fuese algo que me doliera aún más.

—Descuida– me separé de ella —No te estoy obligando a nada. Solo...necesitaba decírtelo.– expresé para luego darle la espalda. —Ahora ya es tarde. Te perdí– no pude evitar que una lágrima cayera.

Caminé hacia donde había dejado el paraguas y lo tomé, con intenciones claras de irme de allí.

Marinette

¿Escuché bien? ¿Adrien se me ha declarado? ¿Qué hago ahora?

—Adrien yo...– no sabía exactamente qué añadir. Quería decirle que también lo amaba, que lo de hace rato fue una vil mentira, que nunca he dejado de pensar en él. Pero luego él se alejó, muy lentamente. Podía jurar que estaba sufriendo...sufriendo por mí...

Me quedé rígida en mi lugar, viendo como él tomaba el paraguas con intenciones de marcharse.

¿Lo dejaba ir? ¿Lo detendría?

Él comenzó a caminar, alejándose cada vez más de mí. Sentía que lo estaba perdiendo pero ¿Por qué no hacía algo para evitarlo? ¿Por qué solo lo miraba?

—¡Adrien!— apenas grité antes de comenzar a correr hacia él.

Cuando llegué a él, lo abracé, tan fuerte como mis fuerzas me lo permitían. Él dejó caer el paraguas para corresponderme, aferrándose más a mí.

—No sabes cuántas veces he soñado con que tú declaras tu amor por mí– y era cierto. Era mi sueño desde que me enamoré de él.

—Pero dijiste que...

—Mentí. Temía a que tú no sintieras lo mismo. Temía a que solo estuvieras enamorado de Ladybug y no de la chica tras el antifaz. Temía a decepcionarte.

—Oh, Mari– expresó antes de separarnos. —Tú nunca me decepcionarías.– dijo acariciando mi mejilla, haciendo que la piel se me erizara ante su suave tacto.

Yo solo podía perderme en sus bellos orbes verdes que se fijaban en los míos.

Entrecerré los ojos al sentirlo tan cerca de mi rostro, sintiendo como su respiración se mezclaba con la mía, hasta que rompió toda distancia al unir sus labios con los míos.

—My lady. My Marinette– susurró contra mis labios antes de volver a capturarlos.







Esto fue más dulce que la miel 😍

¡Y me encanta la miel!

¿Y a ustedes?

Bueno, si no les gusta la miel (🔫) espero que por lo menos el capítulo sí :3

Adiós abejitas ♥

Destino (Miraculous Ladybug Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora