Capitulo#2.- Algo raro e inusual.

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Era un lugar desolado y seco, alrededor la arena y el polvo se levantaban con la sola presencia del viento y su fuerte brisa. Había un par de árboles, estaban ásperos y sin hojas, y en medio de la nada estaba Jaén, desconcertado por el panorama árido que estaba presenciando.

—¿Dónde estoy?

Una parvada se elevó por el cielo, misma que salió de la nada, eran cuervos, todos huyeron asustados, sólo uno se quedó en una gruesa rama de uno de los árboles secos.

—Jaén... mátala—dijo una voz profunda.

—¿Qué?—preguntó el chico con miedo.

Todo se distorsionó en su sueño, el cielo comenzó a derretirse ante sus ojos, los colores se distorsionaban y daban formas extrañas, entre ellas rostros abstractos que sonreían de forma perturbadora, los cuales se difuminaban lentamente. Aquel cuervo del principio quedó gigantesco, tan grande que al abrir las alas, oscurecía la luz de las alturas que simulaba un sol incandescente.

—Mátala, reclama la joya que hay en su interior y libérame... tu familia me lo debe, tu familia me debe poder, tu familia me debe la libertad—dijo aquel ser.

Sus ojos, verdes y un poco azulados como el océano, se posaron sobre Jaén, aquel ser era tan grande que dentro del sueño del chico, le provocaba un fuerte vértigo, le daba la sensación de caer de picada. Justo en ese momento del pecho de la enorme ave emplumada y negra, apareció el rostro de Yuria. Jaén despertó inmediatamente. Había caído de su cama al suelo.

—Gah, qué sueño tan raro—dijo el chico para sí mismo.

—¿Hijo? ¿Hijo todo bien? ¿Ya estás despierto?—habló una voz familiar para Jaén fuera de la habitación.

—¿Oh?, sí mamá—respondió Jaén gritando.

—Bien, entonces baja a desayunar—dijo la mujer mientras bajaba por las escaleras.

—Ah, sí, en un momento—respondió el chico.

Pronto el chico estaba abajo, desayuno y luego se preparó para ir a la escuela.

—¿No olvidas nada hijo?—preguntó la mujer con tono preocupado.

—No mamá ya todo está bien, tengo todo, mi reloj, las cosas están en mi maletín. Estoy listo.

El chico salió de su casa, era una de dos pisos con ventanas cuadradas y el sol alumbraba todo dejando brillante el hermoso y pequeño jardín que la adornaba. Salió por la pequeña reja de entrada y se dirigió a buscar el transporte.

Luego de una larga caminata entre varías esquinas el chico abordó un autobús, llegó al centro de la ciudad. Estaba lleno de gente, había personas por todas partes y altos edificios Blancos con adornos dorados y gárgolas en cada uno de ellos. Había máquinas con forma de huevo y con mecanismo de engranaje en sus espaldas, estaban dirigiendo el tránsito de la gente, y otros más grandes el tránsito de los vehículos. Todo estaba en movimiento a pesar de ser muy temprano. El chico siguió su camino unas cuantas esquinas y un semáforo peatonal lo detuvo.

—Así que Marí...—pensó el chico, las palabras de la pelinegra retumbaban en su cabeza—. Tal vez yo debería...—añadió, ese momento el sonido del motor de un vehículo lo detuvo.

Una motocicleta pasó por la carretera, dejando una gigantesca y hedionda cortina de humo azul, todos empezaron a toser por el humo, inclusive Jaén.

—¡Cof! ¡Cof! ¿Este humo? ¡Cof! ¡Cof! ¿Era Marí?

—¡Cof! ¡Cof! Yo creo que sí—dijo la voz de una chica que estaba junto a Jaén.

—¡Oh?

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2019 ⏰

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Vrake za rulez: Unike (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora