Seguí caminando, ya un poco mas apurado, como queriendo evitar romper todo lo que tenía enfrente, mi suerte no podía ser mejor. Al llegar, abrí la puerta, encontrándome con María seria sentada en la cama, me miraba entre enojada y cansada, no entendía que hacía ahí.

—Hasta que se te dio por aparecer.

—¿Qué haces acá?— dije sonando mas brusco de que me hubiera gustado.

—Que linda manera de recibirme.

—No estoy de humor, ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

—Solo quiero hablar.

—¿De que?

—¿Qué somos?— dijo esa pregunta que había tratado de evitar durante todo el día.

—Nada— solté sin ningún rastro de duda.

—¿Nada?— dijo enojada levantándose de la cama— ¿Y lo de anoche?

—Vos querías algo, y yo te lo di, y punto, ¿Algo mas?

—No te hagas el que no querías nada.

—¿Y qué si solo quería tener sexo? Lo hicimos, y basta, no tiene porque pasar algo mas.

—Acordate, no usamos ningún tipo de protección, y si me pasa algo te vas a tener que hacer cargo— tragué saliva, palidecí, el alma se me fue del cuerpo, y sin decir nada mas, ella salió del cuarto dando un portazo.

Me acosté a pensar en todo lo que había hecho en este tiempo, fue muy poco tiempo y ya corría el riesgo de ser padre, no quiero ser padre... No ahora... No con ella... ¿POR QUÉ SOY TAN ESTÚPIDO? ES SOLO UN ESTÚPIDO CONDÓN, NO ES ALGO FUERA DE ESTE MUNDO, Dios... ¿Y si está embrazada? ¿Qué voy a hacer? No puedo dejar a esa chica con mi hijo sola... «no se abandona a la familia»... Carajo...

[...]

Los días pasaban sin demasiada emoción, parecía que todo había perdido color, algo así como la comida sin sal, como si estuviera encerrado en el color gris, no salía mas que para ir al baño o para buscar algo de comer, y casi no dormía. De vez en cuando "pedía" a alguien que me comprar cosas para beber, por lo que me la pasaba ebrio, pensando en que en cualquier momento María entraría por esa puerta para decirme que eramos una familia «¿Que significa para vos una "verdadera familia"?» sus palabras volvían a mi siempre que podían, nuestra última charla no fue la mejor, ni siquiera sabía cuando o si se iría a trabajar, me sentía mal por no haber salido a hablarle en todo ese tiempo, pero no tenía fuerzas, o valor, tenía miedo de salir para encontrarme con las noticias de que ya era padre y de que ella se había ido de la mansión, pero me mantenía informado como podía, varios chicos me informaban de lo que ella hacía, como estaba, si salía, pero todo era un profundo secreto que no tenía porque saberse; ella no tenía porque enterarse, nadie tenía porque saberlo. 

Llegado el lunes, ya había gente golpeando la puerta, pidiéndome que salga, que hable con el Profesor, que hablara con _____, que saliera a respirar; Hank siempre venía y me contaba varias cosas acerca de _____, María había tratado de abrir la puerta a base de patadas, pero yo seguía sin salir mas que para lo absolutamente necesario. 

El martes por la noche, yo estaba echado en la cama, sosteniendo una botella de vodka, en total estado de ebriedad, cuando escuché a _____ cantando, dejé la botella en el piso y me acerqué a la puerta para poder escuchar mejor, y me encontré con una sombra que se asomaba por el pequeño espacio que había entre la puerta y el piso, debe ser ella, cantaba a Pink Floyd, conocía bien esa canción, Wish You Were Here, y cuando terminó solo pude escuchar un suspiro, y sus pies alejándose, no, no tuve el valor para salir y enfrentarla. Confundido por lo que acababa de pasar, pude ver una pequeñísima sombra asomarse por el espacio, me agaché para ver que la ocasionaba, encontrándome con una cajita roja. Abrí la puerta ligeramente, me acerqué a la caja, tenía un papelito en la tapa que decía: "Tenes que tener cuidado que se puede romper", con sumo cuidado entré a la habitación con la cajita en una mano.

◇Crush◇Where stories live. Discover now