𝑪𝒂𝒓𝒍 𝑮𝒓𝒊𝒎𝒆𝒔

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Estaba durmiendo tranquilamente cuando a un inadaptado se le ocurrió gritarme en el oido

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Estaba durmiendo tranquilamente cuando a un inadaptado se le ocurrió gritarme en el oido.

-¿¡Pero que te pasa!?- le grité a Carl mientras me topaba la oreja.

El idiota solo se reía de mi reacción, a lo que yo agarré la libreta que tenía a mi lado y se la lancé en la cara.

-Auch- vi que comenzó a lagrimear y ahora yo era la que reía, pero solo me duró un ratito la diversión ya que a Carl le comenzó a sangrar la nariz.

-Demonios- fui en busca de papel para que Carl se limpiara la sangre- ¿estas bien?

-Creo que si

(...)

Luego de ese pequeño problema Carl y yo nos tranquilizamos.

-Oye

-Dime

-¿Puedes cortarme las puntas del cabello?- me dijo Carl

Nunca le había cortado el cabello a alguien pero no creo que cortar las puntas sea algo tan difícil.

-¡Claro!- ¿qué puede pasar?

(...)

-¡MI CABELLO!-Carl se miraba horrorizado en el espejo

-Me imagino que ese grito fue de alegría ya que te encanto el corte

-¡SOLO ERAN LAS PUNTAS! ¡LAS PUNTAS!- gritaba mientras veía su cabello, creo que ya mismo va a llorar.

Lo qué paso fue que mientras cortaba las puntas trataba de igualar su cabello pero no me di cuenta que seguía cortando y cortando hasta que el cabello de Carl quedó corto. 

-Se me paso la mano un poquitito- le dije 

-Primero mi nariz y ahora mi cabello, ¿qué sigue? ¿ahora me vas a sacar el otro ojo?

-No me des ideas- el me miro mal- okay perdón enserio lo lamento

Rick entró a la casa y se sorprendió al ver a Carl

-Me gusta como te queda el cabello corto- le dijo para luego irse.

-¿Ves? no esta tan mal, igual el cabello crece

-Supongo que tienes razón, pero igual debes recompensarme por todo esto.

-Esta bien, ¿qué quieres?

-Una cita

-¿Quieres que prepare una cita para ti y para Enid? 

-No- se rio- una cita contigo

-Ah- no sabia que decir, sentía como mis mejillas ardían

-No hace falta que digas algo, me lo debes- luego de decir eso salió de su casa.

Narra Carl:

Luego de decir aquello estaba tan nervioso que hasta salí de mi propia casa dejándola ahí, ahora no sabía ni a dónde de ir, lo único que sabia era que debo preparar algo bonito y especial para ella.

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Nota de autora:

Cada día que pasa extraño más a Carl.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora