Yuuri, ¿Me pasas la tarea?; Viktuuri/Omegaverse. [1]

Meet me by the mistletoe (EXTRA)

Con todo el dolor de sus huesos congelándose, tomó sus útiles y salió de su casa, sintiendo la nieve debajo de sus zapatos (ya que no tenía botas, porque se suponía que en Slidell nunca nevaba) fue a la escuela con cara de El Grinch, tan verde por las náuseas que el olor del muérdago le producían.

Tomó sus clases como regularmente lo hacía, tratando de no contraer alguna enfermedad por el frío o los aromas dulces que todo el mundo se encargaba de producir en esa fecha tan deprimente para él. Y no es que él quisiera odiar la Navidad, es sólo que todos eran más propensos a ser odiados por él ese día, más si llevaban esos inútiles gorros de santa en la cabeza.
Un recuerdo vago de su infancia lo llenó, cuando jugaba con la densa nieve en Hasetsu. En Japón no se acostumbraba celebrar Navidad, pero su familia siempre cocinaba algo rico esa noche y la pasaban juntos. Él aún tiene en la memoria cuántas veces vomitó la última Navidad que pasaron allá por culpa del maldito pavo que había sido demasiado para su pancita.

Las luces parpadeantes que decoraban su salón lo devolvieron a la realidad, y él pensó en cuan afortunado sería si pudiera mandar un mensaje de auxilio por medio de las luces, justo como en Stranger Things. Dios, amaba esa serie y no le quedaban más episodios que ver.

Si el día no acababa rápido, a Yuuri le pareció buena idea la de ahogarse en ponche de frutas.

Realizó su prueba, más huraño y cortante que de costumbre con los compañeros que le pedían las respuestas. Cuando estaba a punto de echarse a llorar por la nostalgia de su cama y cuánto deseaba irse de ese ambiente tan cálido y amoroso, un papel golpeó su oreja. Sintió en el pecho un extraño movimiento y, si no hubiera sido por el frío que le dejaba medio aturdido, juraría que sintió a su corazón congelado derretirse. Con manos heladas, tomó la nota, refugiándose más en su suéter color caramelo de cuello largo.

"¿Tu modo navidad se fundió? :c"

A Yuuri no le importó su mal chiste, e incluso se olvidó un segundo de qué época del año era, solamente sonrió leve y tomó una de sus plumas mordidas para responder.

"Creo que el interruptor está roto desde hace mucho."

Lanzó el papel para atrás, escuchando una leve risita que le dejó sin aliento. Su mente voló a mil kilómetros por hora y recreó la imagen de un Viktor todo navideño, con su anterior cabello, largo y hermoso, atado en una trenza llena de moños y un suéter de lana con figuras de copos de nieve pegado a su abdomen. Sin saber porqué, esa imagen le gustó y la guardó internamente en su lista de cosas que le gustaría ver de Viktor. Porque, ¿quién no tiene una de esas listas?

"¿Te gustaría que te echara una mano con eso?"

Ese extraño espasmo en su cuerpo volvió a llenarlo, dejándolo más que petrificado en su asiento. Pestañeó un par de veces, como si tratara de quitar la misma escarcha de las ventanas y tragó saliva, dejando a sus instintos escribir por él.

"Depende en dónde, gingerbread man."

No supo ni a qué se refería, pero aún así lanzó el papel y lo esperó de vuelta, orgulloso de sí mismo por esa gran referencia.

"Te veo afuera de la pista a las seis, fanboy. Ten tu lista de deseos bien guardada en tu bolsillo."

"¿Lista de deseos?"