Te apartas y pasas tus ojos por toda mi cara, estás seria. Veo que me necesitas porque acercas tu mano a mi mejilla y me presionas fuerte contra ti, que cierras los ojos y que pegas tu frente contra la mía. 

"Y yo más" me dices con dolor. Me gusta lo sensible que puedes ser y es que te decía que te quería al menos cincuenta veces al día y todavía te conmocionaba. 

"¿Hay alguna razón por la que te pasa?" Digo volviendo al tema.

"No, sólo pasa y ya está" Al escucharte me preocupo más, eso es lo peor, saber que hay algo mal en ti pero no encontrar el porque. 

"Sabes que te voy a cuidar ¿no?  Que voy a estar aquí siempre" Te digo al separarme para mirarte. Veo como tu sonrisa aparece poco a poco y a mi me la contagias. Eras adorable, que ojitos tienes. Me acerco con mi mano en tu mejilla y te doy un beso en la nariz con los ojos cerrados. 

"¿Siempre?" Y yo sólo asiento con la cabeza, rozando tus labios. Me capturas con ganas, me acaricias con tu boca una y otra vez, pasas tu lengua entre mis labios para humedecerme y me capturas otra vez suave, sin prisas. 

Después de eso nos pusimos a desayunar, todavía en la misma posición. Me dabas de comer de tu tostada aunque yo tuviera la mía. Yo comía mucho más lento que tú, pero a ti eso no te impacienta. Sólo me miras mientras bebes el té. Sólo nos miramos fijamente, nos decimos todo. Te miro y sé que quiero despertarme así todos los días. Quiero todo de ti, hasta tu desastre. 

"¿A que hora tienes clase?" Dices apretándome la pierna con tu mano. 

"Dentro de nada, me tengo que ir en media hora" cuando escuchas el poco tiempo que nos quedas pones una cara triste y yo sonrío acercándome a ella.

"No me pongas esa cara" dije como un bebé apoyando mi frente en la tuya. 

"¿Qué te parece si voy a recogerte hoy?" 

"Si tú no conduces cariño" dije con una sonrisa tonta, es que me parecías adorable. 

"Ya, me jode no poder acompañarte la verdad" Quieres estar conmigo el mayor tiempo posible, sabes que no nos vemos mucho durante el día y eso te frustra. Me siento igual. 

Y después de ese rato junto a ti me fui. Como un día cualquiera pasé las clases. Ahora estoy con Joan saliendo del edificio para ir hacia el coche, siempre iba conmigo porque vivía cerca y yo le dejaba de paso. Me estaba riendo y hablando de tonterías con el hasta que llegamos cerca de mi coche y te veo allí apoyada. Yo sonrío porque estás aquí, ya te echaba de menos. No esperaba esto. Voy a paso ligero hacia ti con unas ganas de abrazarte y besarte increíbles. 

Llego a ti con entusiasmo y  pego mi cuerpo al tuyo, te sujeto la cara con las dos manos y te dejo un beso, presiono mis labios muchas veces pero tú casi no correspondes. Tu expresión era seria y yo no entendía el porque. Sigo tu mirada y lo estás mirando a el ¿Qué coño estás pensando ahora?

Giro otra vez la cabeza para mirarte con desconcierto. Tienes las manos en mi cintura y no me sueltas. 

"Nat, cariño" Digo aguantándote la mandíbula con una mano, la muevo para que me mires a los ojos. 

"Bueno es mejor que me vaya" escucho a Joan desde atrás, se le nota incomodo y yo suspiro. Eras tú la que le intimidaba todo el tiempo. 

Me giro para hablarle pero tú te adelantas. 

"Pues va a ser que si" yo te miré frunciendo el ceño. No entiendo porque todavía te comportas como una niña pequeña. No tienes que estar insegura por tonterías, sabes que estoy sólo para ti. 

"No me importa llevarte Joan" le digo intentando arreglar esto. Noté como tu agarre se hizo más fuerte en mi, como me pegaste disimuladamente a ti. Joder Nat, no puedes seguir así. 

Albalia | Lost When You're Not AroundWhere stories live. Discover now