Antología SAN VALENTÍN: Relatos de amor

Arcoiris de emociones - Amor a los amigos

Amanda suspiró al contemplar a su amiga en el umbral de la capilla esperando por la marcha nupcial y no pudo evitar esconder las rebeldes lágrimas entre sus pestañas cargadas de rímel ¡Cuánto tiempo había pasado! Aquel rostro infantil dueño de un cabello alborotado dio paso a una mujer radiante y agraciada.

Bianca, desfilaba al lado de sus padres con elegancia sin ocultar las risillas nerviosas que brotaban de sus labios. Una brisa a flores primaverales acompañada de mariposas revoloteando por todo el lugar, sellaron ese momento mágico, único e irrepetible.

El corazón de Amanda dio un respingo cuando Bianca la encontró entre los invitados mirándola a los ojos; descubriendo que aquella niña tan risueña, divertida y llena de vitalidad permanecía en el corazón de su amiga. Recordó las tardes de chocolate y galletas, los días nublados jugando bajo la lluvia, las travesuras consumadas y las infaltables conversaciones de majestuosas bodas, soñando algún día cruzar el altar.

La invitada alzó con orgullo su antebrazo dejando ver un brazalete de cilindros metálicos cubiertos de hilos opacos, el símbolo que representaba su lealtad en las aflicciones y complicidad en las alegrías, testimonio valioso del paso del tiempo.

Bianca le devolvió el gesto con una gran sonrisa y asintió con lentitud, al mismo tiempo que reptaba la vista y caminaba hacia su prometido.

Amanda, percibió el centello de plata barata en la muñeca de la novia. ¡Tampoco había olvidado aquella vieja pulsera!

Un arco iris se filtró por la ventana de la capilla y sintió aquella ceremonia como si fuera suya. Amanda comprendió, que el sueño de su camarada estaba por cumplirse, que la verdadera amistad es inquebrantable y traspasa barreras desafiando distancias.

Aprendió que se llora de felicidad, que la amistad es una fuente inagotable de afecto, que los amigos son capaces de retener el pasado y traerlo al presente.

Y juró, cumplir las promesas suspendidas en el espacio, plasmar aquellos sueños que parecían esfumarse al ritmo de un reloj de arena y, disfrutar de cada momento al lado de los mejores regalos de la vida: la familia y los amigos.

FIN

MARIANA COLLINS

Costa Rica

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