• CAPÍTULO 76 •

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—¿Qué demonios pasa contigo? ¿No tenías que ir a intercambiar saliva con tu novio el día de hoy?

—Sí— respondió sombría —, pero tengo una jaqueca de los mil demonios—recalcó —, estoy harta de los interrogatorios sobre el día de la muerte de Dumbledore y del día del ataque al expreso —resopló.

—¿Y por qué te lo tomas personal? ¿Acaso crees que van tras de ti?

—No, pero siento que por el hecho de estar emparentados con Draco somos los blancos de la investigación.

—Bueno, si yo me decidiera a ser una ridícula auror, creo que comenzaría a unir la piezas de la historia con los cercanos —declaró —, lamentablemente estamos demasiado implicados por ser sumamente cercanas a los Malfoy.

—Mi mente no está descansando nada, Pansy. Temo por lo que suceda con él, por lo que ha sucedido con Luna. Nadie hace absolutamente nada por garantizar nuestra seguridad.

—Mira, todos se sienten así. Imagina como se siente el resto de simples mortales que no tienen padres aurores. Deberías mantener tu cabeza en blanco y no caer en la histeria, no te servirá de nada —expresó acariciando su cabello —. Ahora quiero que salgas de esta cama y te bañes, pues apestas. Creo que una buena salida con Fred te hará bien, a menos que estés ocultando algo.

Pansy era sumamente astuta, solía descubrir los detalles sobre cosas o acontecimientos que las personas solían ocultar por diversos motivos. A Nina no le convenía que su amiga comenzara a indagar sobre el real motivo que la mantenía en estado de alerta.

—Eres odiosa, Pansy Parkinson.

—Eso lo he oído antes —siseó levantándose tras su amiga, regalándole una palmada en el trasero.

La ducha no consiguió calmarla, si antes se había cuestionado el porqué tenían que pasar por todo eso, ahora se lo recriminaba, no entendía el motivo de que estuviera tan metida en problemas si nunca había hecho algo para buscarlos. Siempre trató de ser una buena hija, de respetar a sus padres e intentar seguir los valores que habían sembrado en ella; cumplir con sus deberes de estudiante y aprender de la magia para realizar el bien.

Ahora estaba en medio de la situación más difícil de su vida, no era que hasta ahora hubiera vivido mucho, pero cuando eres joven, todo se vive más intenso y todo se cuela más en el interior.

Salió de la ducha y limpió el vapor del espejo del baño sin mirar el reflejo, no obstante cuando sus ojos se posaron en el vidrio, la figura de ella encapuchada y sonriéndole, trastabilló hacia atrás y sin querer gritó, alarmando a sus compañeras. 

—¡Nina!Pansy golpeó la puerta con apremio, pero no tuvo la respuesta esperada. 

Estoy bienrespondió la aludida sin abrir, observando su propio reflejo con lágrimas en los ojos. 

¿Acaso eso era en lo que se convertiría? ¿Sus decisiones la llevarían a aquello? ¿O siempre había sido un ser oscuro? 

Una vez que la perturbación la dejó terminar de vestirse y alistarse sin parecer   un muerto caminante se dirigió a Hogsmeade luego de pasar por el insistente y estresante mensaje de los hermanos Carrow, agradecía que Minerva McGonagall no se dejara intimidar por ellos y siguiera defendiendo a los estudiantes a pesar de las constantes discusiones que solían surgir cuando esto acontecía. 

Nina caminó por las avenidas del pueblo hasta que llegó a la plaza principal; una punzada de culpa apareció cuando vio a Fred esperando por ella, con su aire despreocupado, su cabello pelirrojo brillando a la luz de la tarde  y sus ojos luminosos. Tuvo que fruncir los labios para que el nudo en la garganta se difuminara, las palabras de Draco volvían a su cabeza. 

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now