capitulo 12: doctora... (parte 2)

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¡Claro que lo haría! Así de simple, para empezar era ridículo el hecho de que un chico este encintado, quien en su sano juicio se tragaría tal mentira como si de los buenos días se tratase, incluso ellas mismas dudaban de la cordura de la doctora, y segundo no es como que de buenas a primeras Foxy fuera a cambiar a la prostituta que tiene por novia por Spring, solo porque este le diga que es la ¿madre? De su hijo, por el amor a todo lo decente y bueno, con todo el pesar del mundo debían de aceptar que Fox no cambiaría no por dos vidas que el arruino.

--maldita prostituta de mierda—farfullo Maggie, con histeria mirando a la médica que se mantenía imperdurable como si nada—si usted está diciendo la verdad y el perro sifilítico de Spring esta preñado... pruébelo—

Meg pareció salir en ese momento de su estado de congelación, miro a la doctora y luego a la criminal, para luego levantarse y ponerse al lado de esta y mirara a la fan de los mapaches, como quien miraba a una escoria en la calle.

--ustedes son amigas de Springtrap desde hace bastante ¿no?—las adolescentes asintieron sintiendo ignorada la petición de Maggie—chicas les voy a ser brutalmente honesta, Spring se la esta pasando mal... hablo emocionalmente, cayó en una depresión bastante sebera, lo puedo ver en sus ojos... y eso afecta gravemente al bebé, por eso sus síntomas se agravaron aunque solo estuviese en el primer mes... aunque claro el periodo de gestación tal vez sea más corto—

--espero... ¿Cómo que más corto? ¿De cuánto está ablando?—cuestiono Maggie.

--de todas formas, no es bueno esto... chicas ustedes parecen ser muy cercanas a Springtrap... por favor háganlo sentir menos miserable... y por favor no mencionen al padre de la criatura... parece que le provoca conmoción espontanea—

--¿y porque deberíamos de confiar en usted? ¿Cómo podremos estar seguras de que no es una charlatana que quiere llenarle la cabeza de mierdas a Spring?—Pregunto en un tono de voz mas alto Maggie, golpeado su mano con la mesita de metal a su costado, ya harta de ser ignorada.

--¿Por qué mentiría con algo tan serio como es la vida de un bebe? ¿Qué ganaría yo con eso?—la doctora era un enigma con esos ojos violáceos que sostenían una batalla campal con unos rosados imperturbables.

--júrelo—declaro Meg, sacando a ambas mujeres de guerra por el control—jure que esto no es una broma cruel... y que... por muy absurdo que suene Spring lleva un bebe en su vientre—

--lo juro... por la tumba de mi hijo fallecido—declaro la doctora sin pensarlo y sin tapujes.

--quiero pruebas—propuso Maggie atinando otra vez la mirada de la doctora.

--¡Maggie!—espeto Meg, golpeando el fornido brazo de su contrario, quien le miro con cólera, intolerante ante esa muestra de reproche—ella ya lo juro ¿Qué más quieres? Acepta que Spring es como cualquiera de esas putas adolescentes embarazadas del barrio--

--de hecho si puedo probarlo, verán es un procedimiento de rutina usualmente las mujeres al ir al ginecólogo a hacerse una prueba de embarazo, se les hace una ecografía para asegurarse de que todo está en perfectas condiciones—la doctora tomo el folio que hace unos segundos Meg traía en las manos, empezando a leer los numero y rangos de dichas pruebas—muchas niveles están por debajo de lo normal...--musito para si misma algo asustada. Para luego con un ademan pidió a que le acompañasen de regreso a la sala de consultas, donde encontraron a un Springtrap con los ojos aguados y lagrimosos con sus manos cubriendo su plano estómago.

La doctora se acercó, como quien se acercaba a una fiera rabiosa, o a un cadáver. Primero tomo la mano del muchacho quien dio un respingo y se apartó ligeramente sintiendo a la doctora como una amenaza para luego descartar esa idea de inmediato, siendo que la doctora es alguien completamente amable, se entregó al tacto en su mano para luego abrazarla y dejarse llevar llorando como un niño pequeño. Susurra apalabras ininteligibles sonando como suplicas o lamentos llenos de un arrepentimiento que a la doctora no le quedo más que abrazarlo con más fuerza a ese chico de apariencia tan dócil como un cachorrito en la calle, susurrándole palabras de consuelo.

El adolescente sorbió por la nariz, al darse cuenta que mancho la bata de la doctora con mocos y lágrimas, ya un tanto más calmado, el chileno regreso a su posición recta en la silla ahora llorando más quedo e hipando.

--cariño, no puedo decir que se por lo que estás pasando, pues jamás quede embarazada de adolescente—la mujer arreglo un par de cabellos detrás de la oreja de Spring y le acaricio la mejilla—pero si puedo decirte que soy madre, que me asuste, que llore, que por un minuto pensé en tragarme todas las pastillas que pudiera. Porque mi hija nació cuando yo apenas estaba terminando la universidad a los 24. Pero... al final yo decidí tenerla... cariños ¿dime que harás?—

-yo... yo no sé qué hacer—así lloro de nuevo entregándose a la desesperación otra vez.

--mi niño—la doctora enjuago las lágrimas de ese muchacho que con solo su carisma se la había congojado el corazón—no te pido que tomes una decisión ahora...-- la doctora le froto la espalda con un consuela en vano—oye... te... te mostrare algo que te dará la respuesta correcta—la doctora se levantó de su posición y le tendí la mano para que este le siquiera.

Aun con los ojos aguados y sorbiendo por la nariz Spring temblorosamente se levantó de la silla y acompaño a la de mirada violeta, seguido por una Meg y una Maggie completamente impotentes e inútiles. En el camino asía donde-sea-que-fueran, Spring se sentía vigilado por todos los enfermeros y médicos de los pasillos, no caía en cuanta que era por sus ojos hinchados y nariz roja, el pobre muchacho pensaba que todos veían su vientre... que todo el maldito globo terráqueo ya sabía de su condición y que podían ver su vientre... que no mas tenía una ligera dureza nada más que eso... peor en su mente se sentía incómodo. Nada de esto tenía sentido (y a la vez sí) se sentía como una mísera rata gorda y sin amor

¿La maldita vida no puede ser más injusta?

Él no estaba hecho para esto maldita sea, tenía apenas 18 años era un maldito crio ¿Qué mierda iba a saber un crio de criar a otro crio? no tenía dinero para alimentarse mucho menos para alimentar a otros, su hogar no era ni el más indicado ni el más capacitado para albergar a un niño, algún día él podría salir por esa puerta con la promesa de volver y jamás hacerlo, maldita sea es decir... tenía miedo, miedo de lo que les fuese a pasar, pero más que nada tenía miedo de ese ser en su vientre (si es que era real)

Para empezar tendría que renunciar a sus esfuerzos por un titulo de secundaria. Recordaba con todo detalle como Marinette (N. Puppet) tuvo que salir de la secundaria para poder criar a su hijo, todo el barrio se la comió en insultos desde "puta" asta "maldita", algunos golpes, otros insultos a su hijo, en fin las cosas no fueron sencillas para Marinette y tampoco lo son ahora. Pensar en cómo lo ocultaría meses luego cuando pereciese una puta ballena, sabría que con suerte y si el clima en Madrid se mantenía frio podría cubrirlo con su abrigo hasta el quinto o sexto mes ¿y luego?

Tampoco contaba con el dinero para tomar esas vitaminas raras que se suponen son buenas para el embarazo, es decir ya iban unas 6 viejas que no le pagaban en la semana, luego estaba el hecho de que no tenía para ropas, o biberones, o una cuna, o nada relacionado a eso de la "maternidad", era triste pero no podía hacer nada...

Tal vez la decisión justa no era la más correcta... pero la correcta no era la más justa...

Para ninguno de los dos...

Sentimiento Muerto de un Corazón sangrante (Foxtrap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora