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Allí estaban otra vez, Hyunjin y Seungmin besándose como si no estuvieran en frente de una escuela a la que asistían niños que podrían traumarse con ese tipo de espectáculos, a veces esos dos eran demasiado incluso para mí.

-Para eso tienen sus casas, malditos hormonales- los separe fastidiado dándole un golpe a cada uno en la cabeza.

- ¿No estas algo así como llegando a tarde a tu trabajo? - la sonrisa de Hyunjin era maliciosa mientras se limpiaba restos de saliva del labio mientras su novio sólo me miraba divertido haciendo lo mismo que el pelinegro.

- Aún tengo diez minutos, la librería no está tan lejos de aquí, pero tienes razón, debería ir yendo, el señor Lee dijo que saldría en la tarde así que yo tengo que abrir – dije tras revisar mi reloj de mano.

Me despedí y me dirigí a mi trabajo, en cinco minutos ya estaba frente a la librería, se supone que sólo trabajaría allí durante el verano, pero le tome mucho aprecio al señor Lee y al trabajo en general, además que el dinero me servía demasiado y no descuidaba mis estudios, podía hacer mis trabajos en la librería, y además usar el computador que había allí ya que yo no tenía uno propio, era algo así como el trabajo perfecto.

Al entrar sonó la campanita de la puerta, el olor a libros inundó mis fosas nasales, me dirigí al escritorio como todos los días y empecé con las tareas del colegio atento a si entraba algún cliente.

La mayor parte de la tarde fue como todas las demás, algunas chicas de la tienda de discos de la esquina venían a charlar conmigo un rato y luego se iban. Sana y Mina se aburrían cuando no tenían clientela y salían a dar una vuelta mientras Momo cuidaba la tienda.

La campana de la entrada volvió a sonar mientras estaba arreglando unos libros en las estanterías de la parte trasera, desde donde tenía una vista perfecta de la puerta, y tremenda vista.

El chico más precioso, más perfecto que hubiera visto en mi vida estaba observando todo con sus expresivos ojos cafés, su cabello oscuro se balanceaba sutilmente cuando caminaba, mientras yo tenía mi cabeza recostada contra un librero, incapaz de apartar la vista de aquel precioso ser.

También tenía un muy buen físico, los jeans ajustados permitían apreciar unos grandes muslos, como de bailarín, parecidos a los míos.

- ¿Hola? ¿Hay alguien? - su voz me sacó de mis pensamientos sobre su persona, y por el tono fastidiado de su, debo agregar, dulce voz, supuse que no era la primera vez que llamaba.

Así que como toda persona que acaba de conocer al amor de su vida, me arreglé el cabello y empecé a caminar hacia él.

Cuando estaba lo suficientemente cerca para que me viera subió la mirada y mis ojos se encontraron con los suyos, seguí sosteniendo su mirada hasta que estuve tras el escritorio, él me miraba algo irritado seguramente por mi demora, pero niño, si te apareces así, luciendo como un ángel, ¿cómo esperas que la gente no se quede apreciando lo bello que eres?

- ¿Puedo ayudarte en algo? - le ofrecí la mejor de mis sonrisas.

- ¿Dónde está mi tío? - su pregunta fue directa, su voz fría, yo lo mire sin entender, muy lindo y todo, pero está loco y yo quiero un novio normal, no un lunático.

-Mi tío, el señor Lee, el dueño de la librería, el dueño de la casa que está en el segundo piso- dijo rodando los ojos cada vez más impaciente, pero yo sólo lo miraba sorprendido y tratando de procesar todo, puede que fuera un poco torpe, pero el castaño me hacía sentir nervioso y yo así no puedo.

-Mira tuve un vuelo de bastantes horas, estoy cansado y aún tengo que desempacar, así que ¿por favor podrías decirme donde está mi tío? - hasta ese momento me di cuenta de la gran maleta que traía tras él.

- ¿El señor Lee es tu tío? - Nunca había escuchado de la familia del señor Lee, sabía que no estaba casado ni nada, pero nunca hablaba sobre su familia.

-Es lo que estoy tratando de decirte hace media hora- podía ver en sus hermosos ojos que cada vez tenía más deseos de matarme, yo sonreí un poco apenado.

Contrólate Chan, estas quedando como estúpido.

-El señor Lee, no está, bonito, yo tengo las llaves de su casa, pero no puedo dártelas porque no me dijo que su sobrino vendría- expliqué está vez más serio, mira y tal vez termina siendo un ladrón, podrá ser muy guapo y todo, pero no, el deber primero. Sentí mis mejillas sonrojarse un poco, lo había llamado... realmente debía aprender a controlar lo que digo.

-Espera, me acabas de llamar… bueno no importa, dame un segundo- tomo su teléfono del bolsillo de su chaqueta y salió de la tienda mientras hablaba con alguien.

Dos minutos después volvió a entrar y al mismo tiempo mi celular empezó a sonar, era el señor Lee. Conteste mientras lo miraba de reojo, se mordisqueaba el labio mientras observaba al piso. Resultó que, si era el sobrino del señor Lee, pero a él se le olvidó decirle que no iba a estar hoy, los años no vienen solos, supongo.

-Sígueme, te llevaré a la casa- volví a sonreír y él sólo me miro, tomó su maleta, y aunque me ofrecí a llevarla por él, no me dejo, así que cerré la librería y lo lleve a la parte de atrás donde se encontraban las escaleras del segundo piso.

-Tu… ¿trabajas aquí todos los días? - pregunto mientras yo abría la puerta y le indicaba que pasara.

-Lo hago, sólo en las tardes, mi nombre es Chan, por cierto, para lo que necesites- dije, más para que me dijera su nombre que para otra cosa.

-Mi nombre es Minho, y gracias- añadió el precioso castaño, Minho- ¿necesitas algo más?  De verdad estoy cansado y me gustaría acomodarme-

-No, todo en orden, si necesitas algo o te sientes sólo ya sabes dónde encontrarme - dije lanzándole la mirada más coqueta y brillante que pude.

- ¿Estas coqueteando conmigo? - la forma en la que lo preguntó me hizo dudar sobre que responder.

- ¿Sería un problema si lo hiciera? - su mirada se endureció aún más.

-Lo sería, primero, es una falta de respeto coquetear con alguien que no conoces, y segundo, no vuelvas a tratar de coquetear conmigo, que te quede claro, yo no soy…así-

Aparte de hetero, homofóbico, lo que me faltaba.

-Mira, Minho, te voy a dar un consejo, ten cuidado con esos comentarios, no sé cómo será de dónde vienes, pero aquí, por fortuna, la gente se escandaliza más por esos comentarios, que por gente “así” como yo- el rubor en sus mejillas delató que por lo menos estaba un poco avergonzado, y aunque no lo dijera, yo también lo estaba, Minho tenía razón en cuanto a lo de coquetear con extraños.

-Aquí están las llaves del segundo piso, yo no las necesito- le dije mientras sacaba la llave correspondiente del paquete que me había dado el señor Lee y la ponía en la mesita junto a la entrada, él me miraba estupefacto, pero luego volvió a su expresión neutral.

Rodó los ojos y simplemente se volteó para ir a alguna habitación, aunque supongo que sólo era por ignorarme pues Minho ni siquiera conocía la casa.

Pequeño idiota.

Bajé de nuevo a la librería y acabe mi turno, no vi a Minho más, y lo agradecía, realmente esperaba que cambiara esa actitud por su bien, nadie soportará gente con ese tipo de pensamiento aquí, es un pueblo pequeño, pero el respeto aquí está, sobre todo, eso es lo que me encanta de aquí, es como debería ser el resto del mundo.

Y sobre el estúpidamente guapo de Minho, bueno, hasta nunca, es la clase de chico por la que podrías caer rendido si te acercas lo suficiente, conozco a los de su clase, no me meteré ahí.

Lo que soy yo, Christopher Bang, no voy ni si quiera a determinar a ese niño.

Bueno, este es el primer capítulo, lamentó si es algo aburrido, pero se pondrá mejor.

Espero disfruten la historia tanto como yo disfruto escribiendola.

Me encantaría leer sus opiniones.

Hasta la próxima.💗

Waste it on me (Minchan)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora